La masacre de la cárcel de Victoria es ahora un séxtuple homicidio. Un crimen sin precedentes por la cantidad de víctimas en la provincia de Entre Ríos. Francisco Coronel, de 19 años, era uno de los siete internos que estaba en la celda N° 3 del pabellón N° 2 de la Unidad Penal N° 5. El ataque incendiario de otros presos en una disputa por el control del lugar para el ingreso de pastillas, se cobró su vida en la noche del sábado. Su nombre se suma a la lista de muertos: Justo Silva, de 53 años; Marcelo Beber, de 31; Brian Alarcón, de 21; Vladimir Casco, de 20, y Marcelo Rodríguez, de 30. Solo Emilio Oscar Suárez, de 27, fue el único sobreviviente, con quemaduras graves pero fuera de peligro.
Tras agonizar cinco semanas, murió otro interno quemado en la cárcel de Victoria
Francisco Coronel, de 19 años, falleció por las heridas que sufrió en el ataque incendiario. Estaba internado en el hospital de Gualeguay. Masacre en la cárcel. Ahora son seis los asesinados por los tres sospechosos, quienes tienen casi asegurada la prisión perpetua
15 de julio 2018 · 22:27hs
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"Se hizo todo lo que estuvo al alcance", dijo a UNO la madre de Coronel, luego de acompañar a su hijo durante 38 días, mientras estuvo internado en la Terapia Intensiva del hospital San Antonio de Gualeguay. En un momento se había mencionado la posibilidad de un traslado a un centro asistencial especializado en otra provincia, pero esto nunca se pudo dar debido al cuadro que presentaba Francisco. Por ahora, la familia no piensa en presentarse en la causa como querellante.
Con el fallecimiento del joven oriundo de Paraná, la imputación por parte del fiscal de Victoria Eduardo Guaita se agravó aún más, aunque el resultado de la sanción para los tres acusados no cambiará: Séxtuple homicidio calificado por alevosía, por ensañamiento, por utilizar un medio idóneo para crear un peligro común, y por la premeditación de tres personas; y Tentativa de homicidio calificado, por el caso del sobreviviente. Además, les endilgan Privación ilegítima de la libertad, debido a que mantuvieron cautivo en una celda a otro interno de la celda N° 2 que incendiaron. Por alguna razón, lo salvaron del infierno.
Se trata de Kevin Paniagua, de 20 años; Ramón Ismael Framulari, conocido como Bebe, de 19, y Maximiliano Exequiel Chamorro, alias Coyi, de 20. En caso de ser condenados por los delitos mencionados, pasarán en la cárcel el resto de sus vidas, ya que recibirían la prisión perpetua.
Motivos y dudas
Tal como surgió en los primeros días de la investigación, el ataque incendiario fue planeado y ejecutado en función de una disputa que existía en el pabellón N° 2 de la cárcel de Victoria. Suru Silva, el mayor de los internos, manejaba en buenos términos el lugar, alentaba a los más jóvenes a estudiar y hacer cursos y talleres en el penal. Fundamentalmente, no quería que se ingresaran drogas y pastillas para mantener una buena convivencia. Contra este mando y estos códigos se revelaron Framulari y Chamorro. En el video de la cámara del pabellón, se observa a los tres quemando un colchón, arrojándolo al interior de la celda donde dormían las víctimas y luego cerrando la puerta con traba. A los dos minutos, según el cronómetro del video, los pentienciarios comenzaron el rescate.
En la investigación de la Fiscalía no hay en principio ningún elemento que hiciera sospechar de complicidad de algún carcelero en el hecho. Pero familiares de las víctimas tienen dudas al respecto, por varias cosas. Principalmente, aunque aún no está el informe de la pericia química, porque se cree que el fuego se propagó muy rápidamente gracias a elementos combustivos que había o arrojaron dentro de la celda. Y el ingreso de este líquido, sostienen, no podría haberse producido sin colaboración de algún efectivo penitenciario.