Jorge Rodolfo Goró fue asesinado a puñaladas en el barrio San Martín de Paraná, y en seguida el rumor comenzó a circular: “Fueron los Charli”. La investigación lo confirmó con testigos y otras pruebas que señalaron a dos hermanos como los autores del ataque mortal, integrantes del conocido clan familiar del barrio Anacleto Medina. Así fue que se llegó a imputar a Orlando Martínez, de 28 años, y a su hermano menor de edad. El primero llegó a un acuerdo de juicio abreviado con la Fiscalía, donde confesó y aceptó cumplir la pena de 11 años de prisión efectiva; el más chico sigue su trámite en el Juzgado Penal de Niños y Adolescentes.
Por un homicidio signado por el temor de testigos, el acusado acordó 11 años de prisión
Este miércoles se cumplieron exactamente cuatro meses del crimen, ocurrido el 12 de febrero, y luego de una Investigación Penal Preparatoria rápida aunque no exenta de dificultades la familia de la víctima obtuvo la respuesta que esperaba, aunque aún resta saber lo que resolverá el juez Gustavo Pimentel.
El hombre de 43 años había sido hallado agonizando aquel martes en la vía pública, en el corazón del barrio San Martín (en inmediaciones del Volcadero) y luego murió como consecuencia de las puñaladas que recibió en la zona del pecho, según lo determinado por la autopsia realizada por el médico forense.
El fiscal que llevó adelante la causa, Martín Wasinger, analizó todos los elementos reunidos por investigadores de la División Homicidios de la Policía, e imputó a los hermanos por Homicidio simple. Al principio se había acusado a un tercer joven, quien luego quedó desvinculado del crimen.
Según se informó a UNO, las principales complicaciones que existieron en la causa estuvieron relacionadas al conflicto existente entre los Charli y Goró, y el temor de los testigos a posibles represalias por parte de allegados a los imputados.
No obstante, el fiscal y la defensa oficial fueron avanzando en el diálogo para un abreviado respecto del mayor de los Martínez, quien finalmente aceptó cumplir la pena de 11 años de cárcel por haber asesinado a Goró, sanción que contempla a su vez una causa por un robo ocurrido en 2017 y aún se encontraba a la espera de su resolución.
Para este acuerdo fue consultada la familia de la víctima, quienes expresaron su consentimiento para la condena. Ellos querían que Martínez no saliera en libertad y poder tener una condena lo antes posible, lo cual fue logrado tanto en la celeridad del proceso penal como en la mantención de la prisión preventiva desde dos días después del hecho, cuando fue detenido el sujeto.
En la audiencia celebrada ayer, el fiscal Wasinger refirió el hecho imputado y presentó al juez el legajo con las pruebas sustentando la imputación y la eventual condena. En tanto, Pimentel interrogó a Martínez sobre sus datos personales y el joven reconoció su responsabilidad en el homicidio y aceptó cumplir la pena mencionada.
Sobre el motivo del ataque mortal hubo varios rumores que han circulado y llegaron a oídos de los investigadores. Uno de ellos refería a una venganza en relación a un grave hecho delictivo que le endilgaron a la víctima, pero esto no fue confirmado oficialmente.
El 21 el juez dará a conocer si homologa o no el juicio abreviado. Mientras, avanzan los diálogos entre la Fiscalía de Niños y Adolescentes con la defensa del hermano menor de Orlando, para un posible acuerdo que sería presentado al Juzgado correspondiente.