Una semana desaparecido; hallazgo del cuerpo en el río Paraná, del lado santafesino; la demora en la identificación y la entrega a sus familiares; la confirmación de una muerte violenta; las sospechas de la familia sobre la Policía; las sospechas de investigadores sobre allegados a la víctima y el posible traslado del cuerpo hacia donde lo encontraron. Todo esto se entrecruza en la causa que ahora tiene el fiscal Santiago Alfieri, que ayer avanzó en una serie de medidas para esclarecer lo que ya pocos dudan que fue: el homicidio de José Luis González.
Por la muerte de González, también sospechan de allegados
Según se informó a UNO, en el marco de la investigación para esclarecer la muerte del joven de 22 años que fue encontrado sin vida hace una semana, derivó como primera medida en el allanamiento a la comisaría octava de Paraná. La orden judicial fue cumplida por personal de Prefectura Naval Argentina, para garantizar imparcialidad. Y fue para dar respuesta a la versión de los familiares de González, quienes aseguraron que el joven había sido identificado por personal de esa dependencia y que luego de ese momento desapareció. En el allanamiento se secuestraron registro fílmicos, asientos en libros reglamentarios y celulares.
Hubo además otras requisas domiciliarias orientados a las circunstancias de hallazgo del cuerpo de la víctima, y a viviendas en la zona de La Toma Vieja y en San Benito. Esta parte de la investigación está a cargo de personal de la División Homicidios, y apunta a allegados a González.
El fiscal explicó que, conforme al informe preliminar de autopsia realizada por el jefe del Cuerpo Médico Forense del Poder Judicial de Santa Fe, el deceso se produjo por traumatismo de cráneo, siendo imperiosos los estudios de anatomopatología y laboratorios para confirmar la existencia con causas de la muerte y alternativas.
Alfieri detalló que en pos de tomar los recaudos pertinentes para la investigación y la preservación más idónea de la información, en lo relativo al trabajo de campo, se requirió tareas a la Prefectura Naval Argentina y a Direcciones provinciales de la Policía de Entre Ríos, excluyendo a la Policía Departamental de Paraná.
Por otro lado, fuentes allegadas a la investigación señalaron a UNO que el personal de la comisaría Octava había identificado a González el 17 de diciembre, en la vía pública, y que el joven fue visto por última vez por parte de conocidos el 19, dos días después. Esta pista apunta a desincriminar a efectivos policiales del crimen, aunque aún restan por analizarse videos y celulares, entre otras evidencias.
Por otra parte, se precisó que aquel domingo 19 de diciembre, el joven había estado en compañía de otras personas, que tendrían antecedentes penales o causas en trámite, con quienes habría tenido algunas diferencias. Ese día habían estado vendiendo cobre por la zona de La Toma Vieja.
Otra cuestión relevante para la investigación gira en torno al lugar donde fue encontrado el cadáver de la víctima: en cercanías de la Isla Bonita, en jurisdicción de Santa Fe. Es un sitio que está río arriba de la zona frecuentada por González, por lo que se considera que, en la hipótesis del homicidio, fue agredido y luego su cuerpo fue trasladado en una embarcación, contra la corriente, y descartado en ese lugar. En esta línea, se indicó que los apuntados por investigadores que tendrían relación e inconvenientes con la víctima, contarían con canoas.
UNO intentó tener la versión de la familia de González, pero aclararon que no hablarán para “no entorpecer la causa”.
LEER MÁS: Confirman que el cuerpo hallado en Santa Fe es el del joven buscado en Paraná