José Amado / Redacción de UNO
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Policía uruguayo condenado por contrabando de cocaína
Dos expolicías de Uruguay no cumplieron con la fama de gente seria y bonachona que tienen sus compatriotas del país oriental. El 4 de enero de 2009, durante un operativo de rutina en el control aduanero del cruce fronterizo Colón-Paysandú, en el puente General Artigas, el personal de la Aduana argentina interceptó un cargamento de 23 kilos de cocaína que era transportado en un auto en el cual viajaban dos efectivos policiales uruguayos, que regresaban a su país luego de una corta visita a Colón. Uno de ellos era Marcelo Darío Rodríguez Bica, quien tenía el grado de subcomisario. Ayer, en un juicio abreviado en el Tribunal Oral Federal de Paraná, el hombre de 47 años aceptó la pena de cinco años y medio de prisión. El otro policía ya había sido juzgado y recibió la misma pena.
Rodríguez Bica fue condenado por el delito de Contrabando de exportación de estupefacientes, violando el Código Aduanero argentino. Aquel día por la tarde había llegado a Colón en el vehículo Chevrolet Corsa, junto a su subalterno, y se contactó en esta localidad entrerriana con alguien que le dio los casi 23 kilos de la droga. Los 20 paquetes fueron escondidos en la parte donde debía ir la rueda de auxilio, y así emprendieron viaje de regreso a Paysandú. A las 21 lo paró el control fronterizo y se bajó del auto sin resistirse al mismo, permitiendo el trabajo de los inspectores.
Mientras el vehículo era requisado, Rodríguez Bica caminó disimuladamente y logró escapar cruzando el puente hacia su localidad. En la Aduana dejó a su compañero, quien no supo dar explicaciones de la droga encontrada en el auto. La primera sospecha del personal aduanero fue que al revisar el baúl les llamó la atención que los hombres llevaban poco equipaje y la rueda de auxilio se hallaba fuera de su lugar original.
Al día siguiente, el fugado Rodríguez Bica, quien era un alto jefe de la policía de Paysandú, se presentó en la dependencia policial de esa localidad y se puso a disposición de la Justicia. Fue trasladado a la cárcel de Montevideo, donde estuvo alojado unos meses hasta que fue extraditado a Argentina, donde permaneció detenido en una unidad penal de Entre Ríos. Además, fue separado de la fuerza policial uruguaya.
En el juicio abreviado realizado ayer el acusado, asistido por el defensor oficial Mario Franchi, llegó a un acuerdo con la fiscal de Cámara Marina Herbel de Pajares y el abogado representante de la Administración Federal de Ingresos Públicos, Pablo Baucero. Rodríguez Bica reconoció el delito que le imputaron y aceptó la condena de cinco años y medio de prisión efectiva. Como está privado de su libertad desde 2009, ya superó en prisión los dos tercios de la condena y puede empezar a gozar de la libertad condicional en Paysandú.
Esto implica que, además de no cometer delitos, deberá buscar un trabajo y presentarse cada dos meses en el consulado argentino de dicha localidad.
El tribunal federal, integrado por Roberto López Arango -presidente-, Noemí Berros y Lilia Carnero, evaluará la causa y el acuerdo arribado entre las partes para dictar sentencia.
Según se informó a UNO, son numerosos los casos de exportación de droga interrumpido en los controles aduaneros de Colón, detectados tanto por el personal que requisa los vehículos como por los perros adiestrados para marcar la presencia de estupefacientes.
Aceptó pena por droga y afirma que se recupera de la adicción
En un juicio abreviado desarrollado ayer en el Tribunal federal en lo Criminal de Paraná, un joven que estaba procesado por tenencia de drogas con fines de comercialización llegó a un acuerdo con la Fiscalía y purgará una pena de tres años de prisión condicional por el delito de tenencia simple.
Cristian David Reynoso, de 26 años, estuvo preso alrededor de seis meses luego de que le allanaran en tres oportunidades su vivienda en la ciudad de Federal. Los procedimientos policiales se realizaron el 14 de mayo y 17 de agosto de 2010 y el 7 de julio de 2011, y se secuestraron estupefacientes.
En el análisis de los elementos, pruebas y testimonios de la causa, no alcanzaba para probar que la droga que tenía Reynoso era para la venta, por lo que se hizo lugar a la tenencia simple. Ente ellos se cuentan dos testigos civiles que aportaron excelentes referencias acerca del imputado, y los testimonios de los policías que intervinieron en los operativos y la investigación del caso. Además, la fotografía tomada desde un celular del frente de la casa de Reynoso era poco clara como para fundamentar el movimiento comercial. Además, un informe médico da cuenta de la situación de consumo del acusado desde hace mucho tiempo.
Reynoso contó que se encuentra trabajando haciendo artesanías con mates y termos para terceros, y que está cumpliendo positivamente con un tratamiento para paliar su adición en el hospital psiquiátrico de Federal. “Ni fumo cigarrillos”, destacó. A su vez, su abogada defensora Yanina Garay Leites, agradeció poder celebrar el acuerdo y dijo que “ver en él esta recuperación es muy valorable”, hecho que también fue destacado por la fiscal de Cámara marina Herbel de Pajares. Por su parte, el presidente del tribunal, Roberto López Arango, le dijo: “Ojalá siga así en su vida, Reynoso”.