Javier Aragón / Redacción de UNO
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Policía baleado: “El delincuente me tiró con la 9 para matarme”
En menos de un año un oficial de Policía fue apuñalado en la espalda y ahora baleado por intentar identificar a una persona sospechosa. El hombre de 24 años que cumple tareas en la comisaría 15ª, ha sentido en carne propia el nivel delictivo de Paraná, pero así y todo promete recuperarse y salir nuevamente a cumplir con el uniforme.
Julio Ingrassia ayer a las 2 fue atacado por un delincuente que evitó ser identificado y para ello extrajo de entre las ropas una pistola calibre 9 mm y empezó a dispararle a los ocupantes de la camioneta de la seccional 15ª. El violento incidente se registró en la parte sur de la capital entrerriana, más precisamente en Garrigó y Lisandro de la Torre de la capital entrerriana, un lugar que se está urbanizando pero que tiene malezas y poca iluminación.
En el móvil policial se trasladaban Ingrassia y el suboficial Fidel Rodríguez, quienes divisaron a un hombre caminando rápido, con una mochila y al aparearlo escondió su rostro. El oficial se identificó y le pidió que se diera vuelta para poder ser identificado, pero la respuesta fue una ráfaga de balazos que dieron de lleno en Ingrassia y otra rozó levemente a Rodríguez, que pudo responder a la agresión con su arma reglamentaria cargada con cartuchos antitumultos. El delincuente gritó y se escapó corriendo, en tanto que los lesionados quedaron agazapados pidiendo refuerzos.
El oficial resultó herido de gravedad en la mano derecha, cuando intentó evitar el disparo de la pistola 9 mm, y en la pierna izquierda.
Pese al operativo policial dispuesto de modo urgente, el malviviente no fue localizado.
Por los datos aportados por los policías, el acusado de la balacera no viviría en la zona,debido a esto se cree que el delincuente evitó por todos los medios ser identificado por la Policía, porque podría haber trasladado en la mochila elementos robados, o bien algún tipo de estupefacientes.
El policía herido fue derivado al hospital San Martín, donde se lo estabilizó y le dieron las primeras curaciones y luego fue llevado -tal cual lo marca la ART- a un nosocomio privado. El problema que tuvo ahí Ingrassia es que debió esperar casi cuatro horas hasta que se lo ubicó en una sala, situación que determinó la intervención de las autoridades policiales para agilizar la atención con la cobertura que se paga desde el Estado.
“Uno va de buena fe”
Ingrassia ayer dialogó con UNO y allí informó cómo fue el ataque. Alertó que se recuperará con el tiempo de las severas lesiones, para lo cual esperará los últimos estudios e intervenciones que se practicarán en el sanatorio. En tanto, aseveró que “pese a estar atento en la identificación, el muchacho sacó su arma y sin miramientos me tiró varias veces al cuerpo. Estoy seguro que me quiso matar y si estoy vivo es gracias a Dios”.
Recordó que hace un año tuvo una experiencia similar al encabezar otro procedimiento de identificación. “Ahí el sospechoso me pegó una puñalada en la espalda, aprovechando que uno siempre va de buena fe”.