“Yo no tuve nada que ver con el hecho”, dijo Diego Garcilazo ayer en la audiencia donde se discutía su situación y dónde pasaría los próximos días mientras se sustancia la investigación que lo tiene como único imputado por el homicidio de Adrián Martínez, ocurrido la semana pasada en el barrio San Agustín, de Paraná.
Homicidio en San Agustín: "Yo no tengo nada que ver con el hecho", dijo el acusado
Según la imputación realizada por el fiscal Juan Francisco Ramírez Montrull, Garcilazo iba en el Ford Ecosport junto a, al menos, dos personas más, cuando interceptaron a Martínez en calles El Rodeo y El Palenque. Uno de ellos, posiblemente el conductor, le dijo: “Así te agarré, ahora qué vas a hacer”, mientras que otro lo ejecutó de tres disparos en la espalda.
A través del análisis de las cámaras de seguridad de la zona y de varias averiguaciones realizdas en Paraná y en Santa Fe, el personal de la División Homicidios pudo establecer que el dueño de la camioneta de similares características a la utilizada por los asesinos es Diego Garcilazo, un hombre que hace unos meses salió de la cárcel por una condena por abuso sexual.
El imputado tiene una coartada que explicó en la audiencia de ayer por la mañana: dijo que la compró en febrero en Santa Fe y que aún no hizo el trámite de la transferencia. Que siempre la dejaba estacionada en la estación de servicios de calle Larramendi y Anacleto Medina (al lado del hipermercado) donde la secuestró la Policía. Que cuando no la encontró, pensó que se la habían robado y se dirigió a la comisaría 11° a hacer la denuncia, donde lo enviaron a la Dirección Investigaciones y allí quedó detenido. “Fui con mi familia porque de ahí me iba a trabajar al drugstore porque soy comerciante”, aseguró.
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Otra parte de su argumentación es que sus padres y sus suegros viven a pocas cuadras del lugar del homicidio, y que si las cámaras registraron su camioneta por allí, es porque ese día y esa noche anduvo circulando con su familia y visitando a sus parientes, además de que tiene el kiosco en las inmediaciones.
“A las 9.30 del día del hecho estuve en el drugstore trabajando”, aseguró Garcilazo, quien relató un detallado relato de lo que hizo en la jornada del miércoles pasado.
La hipótesis de la Fiscalía es que Garcilazo tenía un encono con Martínez por un robo a mano armada a su negocio en el cual le sustrajeron 10.000 pesos y el celular a su hija. Garcilazo compartía pabellón con el hermano de Martínez, quien le dijo que había sido Adrián el autor del asalto. Pero el imputado dijo que no lo pudo confirmar porque en las cámaras de su negocio las imágenes se ven borrosas. Además, aseguró que lo cruzó en una oportunidad a Martínez y le había recriminado el hecho y que necesitaba el teléfono porque allí tenía contactos de los preventistas y proveedores. Sijo que fue en buenos términos, aunque hay otras versiones de que lo había increpado a punta de pistola.
“Si yo hubiese querido hacerle algo a Martínez fue hace dos meses atrás”, dijo Garcilazo. “Lo cruzaba 10 veces por día porque él paraba en San Agustín, nunca tuve problemas, nunca lo amenacé, nunca nada, y lo veía en el lugar”, agregó.
Y luego remató para su versión de la historia: “Si alguien tenía que perder algo, más que lo que podía perder Martínez, era yo. Yo tengo familia, negocio, que valorizo antes de andar ensuciándome con una persona que además no sabía si era el que me había robado y yo vería qué consecuencias podría tener. Tengo más cosas que perder, atrás mío tengo dos familias, me hice cargo de dos chicos de mi señora, mi hija y tengo gente trabajando para mi”.
El fiscal Ramírez Montrull pidió la prisión preventiva para Garcilazo, mientras que la defensora oficial Mariana Montefiori cuestionó la investigación por estar “direccionada” al imputado, y ofreció 30 días de prisión domiciliaria. Vergara se inclinó por la reclusión del acusado en la Unidad Penal por un mes y medio. Mientras, se siguen analizando evidencias y muchas horas de videos de numerosas cámaras de la zona de San Agustín y otros puntos de la ciudad que podrían desbaratar la coartada del acusado.