Una historia que comenzó con una denuncia por violencia familiar en Nogoyá, terminó en un violento episodio tras el cual una mujer denuncia a la Policía por apremios ilegales y vejaciones, y también por haber falsificado el testimonio de su hermana de 75 años. Más allá de las versiones encontradas en la causa, asoma un problema que se observa en muchos lugares de la provincia: la Justicia no averigua, constata ni entrevista a los protagonistas de un conflicto para conocer la realidad y actuar en consecuencia.
Denuncia a policías por golpearla y falsificar un testimonio
A mediados de febrero una mujer denunció a su pareja por un hecho de violencia. El Juzgado de Familia de Nogoyá ordenó la exclusión de la vivienda del hombre y la permanencia allí de la mujer. Resulta que la casa no es del hombre sino de su madre, quien estaba de viaje en Mar del Plata. Cuando regresó a su casa del barrio AMAR no solo se encontró con la prohibición judicial de ingresar, sino con que se la habían desvalijado. Cuando la Policía fue a desalojarla se produjo la situación violenta que terminó con la señora lesionada.
Se llama Lidia Fontana y contó a UNO: “Le había prestado la casa a mi hijo, donde yo también vivo, yo estaba de viaje. Debo entrar a mi casa y me encuentro con este lío que la mujer lo había denunciado, y que se había llevado muchos muebles. Yo ingreso con mi llave, a la noche va la Policía a decirme que le habían puesto una perimetral a mi hijo por 30 días. No era como violencia de género sino como pelea familiar. ¿por qué le tenía que dar mi casa? Yo tengo que vivir en mi casa. Que la Justicia le haga lugar y le dé amparo a ella, no se lo tengo por que dar yo, porque no es la casa de mi hijo”.
Luego la mujer lamentó: “Acá cualquiera va y hace una denuncia, no se constata nada si es verdad o mentira. Había una denuncia, a mi hijo nunca lo escucharon y entonces vienen por mí a decirme que tenía que retirarme de mi casa con una orden judicial”.
Allí comienza el episodio que terminó con violencia: “Les pido leerla y siempre me negaron leer la nota, yo les dije que entonces iba a llamar a mi abogado, dos veces le insisto. Les digo ‘la voy afirmar, no tengo problemas, pero quiero leerla, quiero saber qué voy a firmar’. El policía dice ‘no, a usted no le pertenece, usted firme y ya está’”, relató Lidia, y siguió: “Cuando giro para ir a buscar el teléfono a la cocina para llamar a mi abogado, la policía mujer me agarra del pelo y el hombre me da un golpe de puño, todo adentro de mi casa. Le empiezo a decir ‘me pegaste, me pegaste’, y me dice ‘no, usted se golpeó sola con la puerta”.
“Me tuvieron 18 horas detenida”, agregó Lidia, a quien el médico policial revisó y sacó fotos, donde quedó registrado el golpe que sufrió en el rostro. La Policía dice que se golpeó con una puerta.
Cuando estaba en medio de los trámites para recuperar la libertad, Lidia escuchó lo que decía un policía: “Dicen que mi hermana había declarado que yo era rebelde, que estaba muy alterada, que me pegué sola, todas esas cosas y más. Digo ‘estamos todos locos’, la llamo a mi hermana, que tiene 75 años, y me dice ‘no, Lidia, cómo pensás que yo voy a decir eso’”.
La mujer contó que su hermana le dijo que nunca había declarado, que habían ido a su casa los mismos dos policías con un acta prearmada, manuscrita, para que la firmara, le agregaron su nombre, apellido y documento. La señora mayor les dijo que iba a buscar los anteojos para leerla antes de firmar, pero los uniformados le insistieron que no, que solo tenía que firmar.
Por esto, presentó en la Fiscalía una nota donde desmiente esa supuesta declaración falsa, y denunciando que le armaron el testimonio.
“Después la mujer dice que yo la golpeé, si la hubiese golpeado ¿no me iban a sacar esposada? Yo salí caminando de mi casa, de eso hay testigos”, contó Lidia.
Luego de varios días la mujer logró recuperar su vivienda, donde solo había un lavarropas un termotanque, la alacena y dos o tres cosas personales suyas. “A la casa la desvalijaron , le llevaron 50.000 pesos a mi hijo, la documentación personal y de los vehículos. Nunca se hizo un allanamiento a esta persona”, lamentó la señora, y agregó: “Mi hijo hizo la denuncia y la Policía y la Justicia nunca hicieron nada”.
En esta historia, como ya es un clásico cuando una persona resulta lesionada en un procedimiento policial, la mujer tiene una imputación de la Fiscalía por los delitos de Desobediencia judicial, Resistencia a la autoridad y Lesiones. La causa está a cargo de la fiscal de Nogoyá, quien ahora tiene dos denuncias cruzadas para esclarecer: las presentadas por la Policía de Nogoyá y las que formuló Fontana y su hermana, con el patrocinio del abogado Horacio Barreto. Tanto por los apremios ilegales como por la falsificación del acta con el sospechoso testimonio de la hermana. La mujer no quiere hacer una probation para cerrar la historia en la Justicia, sino que investiguen para conocer la verdad.