Aunque el grueso de la prueba que compromete al taxista Francisco Figueroa en la desaparición de Theresia Pinter fue producida en las semanas previas a su detención, la investigación a cargo del fiscal Juan Francisco Ramírez Montrull y la División Homicidios siguió avanzando luego para reunir más evidencias. Como resultado, se encontraron nuevas pruebas que comprometen al imputado, mientras continúan buscando algún indicio que pueda llevar a localizar a la mujer de 78 años, así sea viva o en la hipótesis de que haya sido asesinada.
Caso Pinter: nuevo video complica al taxista detenido por la mujer desaparecida
Por José Amado
Se informó a UNO que la novedad incorporada recientemente a la causa es un video de una cámara de seguridad que registró el paso del taxi conducido por Figueroa con Pinter de pasajera. La cuestión es que el acusado había manifestado en distintas declaraciones (no oficialmente en la causa) haber transitado con la pasajera desde el banco hacia un lugar, lejos de donde fue captado por esa cámara.
El video obtenido por los investigadores al principio no era demasiado claro, pero luego se solicitó a los especialistas del área de Informática de la Fiscalía un mejoramiento de la imagen. De ese modo, según se informó a UNO, se pudo observar con total nitidez que Pinter iba sentada en el asiento trasero del taxi por un lugar que no corresponde al recorrido que debería haber hecho el taxi luego de la extracción de dinero de la sucursal bancaria del centro paranaense.
Tal como ha informado UNO, Pinter es una cordobesa de 78 años que viajó desde la ciudad entrerriana de La Paz hacia Paraná el 16 de diciembre de 2019 en un colectivo de ETA para cancelar una cuenta en dólares en el banco Macro. Llegó a la Terminal y se subió al taxi que conducía Figueroa, quien la llevó a la sede de la entidad de calle Pellegrini, y luego de esperar una hora, la trasladó a la sucursal de calle Monte Caseros. La prueba de los videos de las cámaras de seguridad del banco muestran una conducta extraña del taxista: la acompañó, sacó turno y hasta fue del otro lado de la mampara para retirar los 11.000 dólares, que metió en un bolso. Luego salió él primero del banco, dejando atrás a la mujer, y metió el bolso en el baúl de su auto; después salió Theresia, se subió al vehículo y nunca se supo más nada de ella.
Está acreditado que Figueroa fue el último que vio a la mujer desaparecida, pero hay más pruebas que lo comprometen: se pudo demostrar en la pesquisa que el taxista hizo gastos e inversiones que no se corresponden con sus ingresos. Construyó una casa prácticamente nueva en su domicilio, efectuó compras en efectivo en corralones, entre otras inversiones realizadas a inicios de este año.
Además, se comprobó que Figueroa cambió dólares en esa misma época. Los investigadores encontraron un testigo clave: un peluquero del barrio San Agustín que declaró que el sospechoso le había preguntado dónde poder cambiar las divisas estadounidenses.
En relación a este testimonio, ayer se realizó una audiencia en Tribunales donde el fiscal solicitó la aplicación de lo que se denomina “adelanto jurisdiccional de prueba”. Resulta que el testigo no está bien de salud y debe someterse a un largo tratamiento, a lo cual se suma el contexto de la pandemia del coronavirus. Para asegurarlo como prueba ante cualquier eventualidad que comprometa su comparecencia en el juicio, se solicitó que se formalice su testimonio ante el juez de Garantías, para así poder llevar al debate su relato sobre aquel episodio elocuente y comprometedor para Figueroa. El defensor oficial Facundo Callejo no se opuso.
En la audiencia de ayer por la mañana, realizada por videoconferencia ante el juez Mauricio Mayer, el testigo declaró y de ese modo se formalizó la prueba en el legajo de investigación.
Mientras tanto, se sigue avanzando con otras medidas de prueba, como las pericias psicológicas y psiquiátricas de Figueroa, y buscando rastros sin perder las esperanzas de conocer cuál fue el destino de Pinter.