Hoy se cumplen tres meses del asesinato de Octavio Clari y sus familiares y amigos se movilizaron ayer nuevamente, sumando al reclamo de justicia y condena al acusado, el pedido de protección a los testigos de la causa y sanciones para quienes amedrentan la investigación.
Caso Octavio Clari: “Nosotros tampoco vamos a tener piedad con ellos”
Nuevamente marcharon desde el barrio San Roque hasta la puerta de Tribunales, donde permanecieron hasta el mediodía sosteniendo pancartas y carteles con la imagen de la víctima y consignas con los reclamos.
Carina Scherlipe, madre de Octavio, dijo a UNO: “Hay un procesado que es Exequiel Rodríguez, pero ahora siguen amenazando a los testigos. Hace dos semanas pasaron por la puerta, y llamaron por teléfono a las testigos para que retiren las denuncias, que no hablen más”. Según Carina, fue el propio Rodríguez quien desde la Unidad Penal Nº 1, donde se encuentra alojado, llamó por teléfono a las jóvenes que presenciaron el asesinato y lo incriminan en la causa.
La hipótesis del crimen es que el 6 de abril, cerca de las 7, Exequiel Rodríguez estaba estacionado en su Peugeot 206 gris en la rotonda de la Plaza de las Colectividades, en la Costanera de Paraná. Adelante estaba Octavio Clari, en una moto. Tras un breve malentendido verbal, el acusado arrancó el auto, le apuntó con el arma y gatilló varias veces. Una bala impactó en Clari, quien murió poco después. Rodríguez enseguida aceleró y huyó del lugar.
“Están las cámaras, no se qué están esperando, se ve que fue él el autor del hecho. También queremos que el juez procese a los que estaban adentro del auto que serían: el discapacitado Jorge Marote Lemos y Raúl González, que tienen mucho que ver en esto”, afirmó Carina, y agregó: “Le faltaron el respeto en vida, y se lo siguen faltando en la muerte, porque siguen amenazando, no sé qué quiere esta gente, ¿no pagar lo que hicieron? Una persona que sale con dos armas tiene un instinto asesino, no pueden andar por la calle matando gente como si nada. Ese es el pedido y que de una vez por todas apuren el juicio, porque es un desgaste el dolor que uno tiene al levantarse todos los días y seguir, y tener que seguir escuchando a esta gente que sigue amenazando, que sigue haciendo lo que quiere”.
Por último, la mujer afirmó: “Mataron a mi hijo, no tuvieron ni un poquito de piedad, y nosotros no la vamos a tener con ellos. Agradecemos a toda la gente, a todos los amigos que nos siguen acompañando, y a los que no están que nos mandan su afecto, muchas gracias a todos”.
Pedido de detención
Dos hermanas son testigos presenciales del crimen y fundamentales en la causa, en cuanto a la incriminación del detenido, Exequiel Rodríguez. Pero esto les ha salido caro, ya que ellas y su padre, Néstor Neto, han tenido que soportar amenazas y tiroteos de parte de allegados al imputado.
Por esto, el juez Héctor Villarrodona libró el pedido de detención para los sospechosos de haber amedrentado a las testigos para que reviertan sus declaraciones, y de esta manera generaron una traba para la investigación y para llegar a la verdad.
El personal de la División Homicidios se encontraba abocado a la búsqueda de estas personas para su traslado a la Alcaidía.