Se inicia una nueva semana sin colectivos urbanos en Paraná. La prolongación de la ausencia de un servicio vital aún en tiempos de restricciones para la circulación por la pandemia del coronovirus no deja de sorprender por la imposibilidad de encontrar márgenes de soluciones para atravesar las dificultades en medio de una crisis estructural.
Paraná: Los mismos olvidados de siempre inician otra semana a la espera de colectivos
En lo que va del año ya se acumulan casi 50 días sin unidades en las calles. Varias retenciones de servicios se produjeron incluso antes de la pandemia.
En ese contexto, hay miles de usuarios procedentes de sectores de bajos recursos que dependen de esta prestación para movilizarse, sea por trabajo, trámites o problemas de salud. Recurrir a otras modalidades de transporte los obliga a afrontar otros y más altos costos económicos e inconvenientes.
El conflicto por la falta de recursos de las empresas de transporte de todo el interior del país inicia una nueva semana con situaciones dispares en el país, ya que varias jurisdicciones lograron acuerdos y compromisos locales para resolver transitoriamente la medida de fuerza que realizan los choferes, y así impedir que los usuarios se queden sin servicio. Santa Fe, Corrientes, Tucumán, Mar del Plata, son algunas de ellas.
En Paraná, sin ámbitos de diálogos abiertos en las últimas horas, la expectativa se centra en la posibilidad de que las empresas puedan abonar una parte más de los salarios -el miércoles solo depositaron 10.000 pesos de los haberes correspondientes a junio-, a partir de la acreditación de subsidios, y que con un compromiso para cancelar el saldo restante, la Unión Tranviarios Automotor (UTA) acepte y levante la protesta a última hora del día o mañana.
O en caso contrario el conflicto seguirá hasta mañana, cuando se realice una nueva audiencia entre UTA, los empresarios de la Federación Argentina del Transporte Automotor (Fatap) y el Ministerio de Transporte de la Nación
Con escasos recursos propios disponibles, sin las acreencias de parte de los subsidios mensuales, las empresas Mariano Moreno y ERSA depositaron 10.000 pesos a cada trabajador, correspondiente al pago del sueldo de junio. Pero les adeudan el Sueldo Anual Complementario cuyo plazo para su cancelación expiró a fin de junio; a eso se suman diferencias salariales de diciembre y del aguinaldo de 2019, y el bono de 4.000 pesos dispuesto por decreto nacional desde febrero,
El actual conflicto se había iniciado el jueves 2 de julio, tras el fracaso de una audiencia nacional.