En Paraná se vienen realizando desde hace más de dos décadas campañas para crear conciencia sobre la importancia de la castración de los animales, en el marco de su tenencia responsable. El gran esfuerzo lo llevan adelante principalmente los y las proteccionistas de animales, que son muchas veces quienes se ocupan de proveer los recursos cuando debido la falta de insumos en organismos estatales peligra la continuidad de esta práctica, que ofrece en forma gratuita la Municipalidad.
Paraná: crece la población animal al reducirse castraciones
Cada vez más gente toma conciencia de que es fundamental evitar la reproducción descontrolada y, en consecuencia, que haya gran cantidad de perros y gatos abandonados en la vía pública, con el riesgo que implica el contagio de enfermedades transmisibles del animal al hombre. Y si bien actualmente se están realizando unas 60 castraciones diarias en la Dirección de Bienestar y Salud Animal del municipio, la demanda es mucho mayor.
Las esterilizaciones y la atención se llevan adelante exclusivamente con turnos que se otorgan con antelación, y las solicitudes son cuantiosas, de acuerdo a lo que mencionó Silvia Aruga, proteccionista independiente consultada por UNO, quien manifestó: “Hoy (por ayer) fui a castrar al ex-Hipódromo y en este momento se están atendiendo 30 animales por día ahí y en República de Siria. Los turnos son muy demandados, y creo que hasta el 10 de septiembre está todo cubierto”, indicó.
La mujer, que habitualmente colabora con los vecinos de los barrios para que puedan acercarse hasta estos centros habilitados y que sus mascotas accedan a este tipo de cirugía, indicó que se están haciendo, en promedio, 30 intervenciones diarias en calle República de Siria al 500, y unas 30 más en el ex-Hipódromo, un segundo punto que se habilitó a principios de junio ante la importante demanda de la comunidad.
A su vez, mencionó: “Antes de la pandemia se estaban haciendo pocas castraciones por día, unas 20 como mucho. En la gestión anterior se concretaban 30 en Salud y Bienestar Animal y alrededor de 30 más en los operativos barriales, pero estos se dejaron de hacer por falta de insumos, y bajó la cantidad de animales esterilizados. Son cantidades que siempre van fluctuando”.
Sobre las consecuencias de suspender o reducir durante un tiempo las esterilizaciones diarias, advirtió: “Es evidente la cantidad de animales que hay, y de perras pariendo. Cada vez que se suspenden las castraciones o que disminuyen, la población animal aumenta exponencialmente. Esto se nota sobre todo en los barrios, donde hay muchísimos cachorros abandonados todo el tiempo. No pasa igual con los gatos, porque el celo en estos animales no es tan continuo: se da más en verano y en invierno las gatas entran como en un letargo”.
Los animales urbanos desamparados en las calles es una preocupación constante, ya que están a merced del contagio de enfermedades que pueden producirles la muerte, y en el caso de los perros callejeros, muchas veces están expuestos a inexplicables actos de crueldad.
Al respecto, Aruga observó: “No hay una política pública seria que aborde este tema. Las autoridades tienen que entender que es una cuestión de salud pública, ya que la superpoblación animal crea problemas de todo tipo. No es solo el tema de los cachorros abandonados, sino además la contaminación que se genera, los problemas zoonóticos que traen. Hay toda una problemática que pocos consideran”.
Por su parte, Adriana Pacheco, otra de las proteccionistas independientes de Paraná, alertó que las consecuencias de la interrupción del servicio durante un tiempo desde que se declaró la pandemia “todavía no se notan” y aseguró: “Las perras van a entrar ahora en celo y va a venir un gran problema por todos los animales que no fueron castrados. Estimo que en diciembre va a haber cachorros como nunca”.
A su vez, comentó que en una visita que hicieron para llevar donaciones a un vecino de Puerto Viejo que rescata animales, vieron que en una perra no castrada de la casa de al lado tuvo cachorros, y ahora necesitan encontrarles un hogar: “Son cachorros de un mes y medio y se dan en adopción responsable. Para más información, pueden llamar a Paula Pérez, al (0343) 155339597”, indicó.
Insumos
Fue justamente un grupo de proteccionistas las que expusieron, que en Paraná habían cerrado el acceso a la Salud Animal pública y gratuita debido a la cuarentena, a mediados de abril, dejando desprovisto de atención veterinaria al sector más vulnerable y sin recursos para afrontar situaciones extremas de padecimiento y enfermedades y otras problemáticas, como es la reproducción masiva de animales urbanos”.
Según advirtieron en esa oportunidad, previo a la problemática sanitaria por el Covid-19, la Dirección de Salud y Bienestar Animal “ya venía trabajando con dificultades, por falta de insumos, de personal veterinario y sobre todo la falta de cumplimiento de la cantidad en números de castraciones estipulada por la Ordenanza Municipal Nº 8678”.
Sobre este tema, Pacheco evaluó que este año se ha castrado muchísimo menos y señaló: “A esta altura del año debería haber por lo menos 7.000 animales castrados. Pero el servicio estuvo suspendido, y si bien se reanudó ahora, va todo como en cámara lenta, con el agravante de que en la Municipalidad suelen quedarse sin insumos. Los tenemos que llevar las proteccionistas. Hay quienes, como Silvia (Aruga), llevan a castrar los animales en forma gratuita de todos lados, y tiene que ir con anestesia, antiinflamatorios, antibióticos, porque no hay”.
Sobre este punto, Aruga manifestó: “Desde octubre del año pasado, más o menos, no había nada. Recién hace dos meses llegó partida, y trajeron descartables y otros elementos, pero todo ese tiempo se siguió trabajando gracias a la colaboración y las donaciones que consiguen las proteccionistas. Lo que temo es que esa partida se acabe pronto y el periodo de reposición es lento, hay burocracia en esto. Por eso hacemos colectas y aportamos”, concluyó.