La concordiense María Paula Pedrozo dialogó con UNO sobre el segundo puesto obtenido por Las Yaguaretés en Uruguay. "Queremos volver a meternos en la gran final", destacó la capitana.
María Paula Pedrozo: "Pudimos cumplir e ir creciendo día a día"
Por Gerónimo Flores
La Selección femenina de rugby 7 de Argentina demostró todo su potencial en Montevideo (Uruguay) y se quedó con la Medalla de Plata en la segunda etapa del World Rugby Sevens Challenger Series. Las Yaguaretés perdieron la final ante China por 38-7 y, a pesar del trago amargo, mejoraron su performance respecto a la etapa anterior (terceras en Dubai).
Las Yaguaretés, subcampeonas en Montevideo
Las chicas mostraron un nivel superlativo durante la competencia. Le propinaron una paliza a México por 54-0, superaron a Tailandia por 10-7 y a Uganda por 21-5 en sus compromisos del Grupo C. En cuartos de final vencieron a Polonia por 26-15 y en semifinales, 35-5 a Bélgica.
Finalmente, en el duelo decisivo cayeron frente a su par asiático por 38-7, donde Micaela Pallero anotó el único try del conjunto Albiceleste con posterior conversión de Sofía González.
Este segundo puesto dejó buenas sensaciones de cara a la tercera etapa que se jugará desde el sábado 18 de mayo en Polonia, ya que durante sus seis compromisos, el seleccionado argentino marcó un total de 23 tries.
Por otro lado, la noticia más triste que dejó esta nueva etapa fue la lesión de la capitana, María Paula Pedrozo. La entrerriana sufrió una fractura de peroné en su pierna derecha y una luxación interna del astrágalo de su pie en el encuentro de cuartos de final ante Polonia y se perderá lo que resta de la temporada.
UNO conversó con Paula y la misma se mostró orgullosa por el trabajo realizado el fin de semana en suelo uruguayo. A su vez, se refirió a su dura lesión.
—¿Qué balance harías de estas primeras dos etapas?
—Claramente, hablamos de un balance positivo. Nuestros objetivos se fueron ajustando acorde a la realidad que estimábamos tener. En primera fase, meternos entre las cuatro mejores y posteriormente, hacernos camino hacia la gran final. Pudimos cumplir e ir creciendo día a día. El roce internacional era lo que anhelábamos y necesitábamos para seguir en ascenso. Este equipo tiene las herramientas y ganas necesarias para transitar, de ahora en más, con sumo nivel los próximos desafíos.
—Más allá de que el oro les sigue siendo esquivo, ¿es solamente cuestión de tiempo para lograrlo?
—Sabemos que los procesos son largos. Por eso, queremos seguir demostrando que con constancia y arduo trabajo, Argentina puede estar tranquilamente dentro de los mejores equipos del mundo. Para la siguiente fase en Polonia, queremos volver a meternos en la gran final y remediar los errores que nos crearon una gran brecha en el tanteador. Nuestro país fue representado por muchísimas chicas y conducido por variados entrenadores. Además, recibió un apoyo monetario y moral que se fue incrementando. Así que, no solamente necesitamos tiempo, sino también gente comprometida y apasionada que apueste por el futuro del rugby femenino nacional.
—¿Qué aspectos mejoraron respecto al torneo anterior?
—Mejoramos la continuidad del juego en el ataque y el sistema defensivo. Pero, si bien, nos había funcionado presionar velozmente a las rivales para quitarles tiempo y espacio, aún nos faltaba tener una reorganización más efectiva a partir de un punto de encuentro.
—Te tocó ser una hincha más en la final, ¿cómo la viviste?
—Estábamos todos muy nerviosos, aunque sumamente contentos. China demostró tener una velocidad de juego superior, así que para nuestro próximo desafío queremos mejorar eso, anticiparnos y mover más rápido las piernas.
—¿Cómo ves al grupo para los próximos compromisos?
—Este grupo tiene una identidad propia muy pronunciada. Intentamos resaltar que ninguna es indispensable y eso también aplica a la capitana. Las imagino cantando el himno una vez más y mostrando un nivel mejorado.
—Por otro lado, ¿cómo venís llevando la rehabilitación de tu lesión?
—Todavía es todo muy reciente. Me operan el jueves al mediodía y ahí empieza el desafío. La idea es llegar al Repechaje Olímpico en Mónaco, así que con el reloj en contra y la necesidad de acompañar a mis amigas desde el lugar que más me gusta, solamente tengo pensamientos optimistas. Pero con algunas recaídas.