Jugó en Primera de LPF en Atlético Paraná y Ministerio y en Litoral de María Grande en Paraná Campaña, pero su carrera la edificó en el fútbol independiente donde hasta hace poco seguía destilando magia. Lamentablemente tuvo que parar la pelota por una enfermedad que le impide seguir disfrutando de su gran pasión. Es líder, talentoso, buena gente. Diego Escoubue, de 41 años, es un tipo conocido en el ambiente y querido por sobre todas las cosas que padece amiloidosis y tuvo que decir basta. Para frenar este padecimiento necesita de unos medicamentos que cuestan carísimos (1.000.000 de pesos para el mes). Como no tiene trabajo justamente por su estado, esta historia se complica horrores. En consecuencia y con el fin de difundir este achaque, en primer lugar, y además recaudar algo de dinero para que colabore con su vida diaria, en segundo lugar, es que Diego hará un torneo de fútbol senior.
Diego Escoubue y una enfermedad que lo dejó afuera
Por Andrés Martino
Todos los detalles de su presente, en una charla con UNO. “Jugué en Primera hasta las 22 años nada más porque después mi vida está acercada al fútbol amateur. Hice una carrera de fútbol amateur que en realidad la disfruté más que el fútbol con compromisos que igualmente es amateur. Siempre en el fútbol amateur fue la misma banda, fuimos cambiando de nombre porque fuimos Gimnasio Epefi, Agrupación Graciani, Ferretería Oro Verde y Farmacia Abril ahora, pero la verdad es que siempre fue un grupo de amigos de una base de 10 a 15 chicos que estamos hace más de 18 años juntos. Puede haber cambiado algún nombre pero la base es la misma”, sentenció el jugador paranaense dejando en claro su pasión por el amateurimo.
Luego sí se metió de lleno en su dolencia, esa que realmente le cambió la vida. “Tengo una enfermedad genética llamada amiloidosis que tiene sus variantes y en mi caso es hereditaria. Es una enfermedad con la cual nací, pero no se despertó hasta que empecé a sentir los primeros síntomas a los 38 años. Sentía adormecimiento en los pies, empecé a tener poca sensibilidad. Para que tengas una idea como fue que yo termino por descubrir la enfermedad fue cuando me estaba curando de un esguince de tobillo y puse el pie en agua caliente con sal muera y sin darme cuenta saqué agua excesivamente caliente y no me di cuanta. Fue ahí que la piel empezó a quemar y cuando lo levanto la piel se estaba despegando. Se dio cuenta mi pareja y ese fue el clic”, narró y prosiguió: “Luego fui a una dermatóloga que es una amiga que se portó muy bien conmigo, Gisel Patriarca y ella fue la que me dijo esto no es normal y de ahí empezamos a hacer unos estudios en profundidad y ella me deriva con un neurólogo que es Marcelo Chávez y el la descubre por un examen genético que no es fácil porque no sale en cualquier análisis. Me puedo hacer los análisis tradicionales y me salen perfectos. Se hizo un estudio de sangre en Buenos Aires, no se hacen en Entre Ríos. Demoró 60 días y a los dos meses me llamó al hospital en diciembre del 2021 y ahí me diagnosticaron, es decir hace un años y dos meses que estoy diagnosticado y que soy consciente que la tengo”.
Una vez que supo lo que tenía, Escoubue tomó la dura determinación de dejar de jugar al fútbol, algo que ama profundamente. “Realmente empecé a sentirme muy pesado dentro de la cancha y hubo momentos hasta los que me sentí ridículo y si hay algo que nunca me gustó es hacer el ridículo dentro de la cancha. Me asusté y las primeras palabras con mis amigos de fútbol fueron parece que me olvidé de jugar al fútbol y en realidad no fue así. Pasa que esta enfermedad avanzó tanto que perdí la sensibilidad total de los pies. Esto avanza poco porque es una enfermedad que en general avanza lentamente. Con la medicación uno la frena. El problema mio es que en estos momentos estoy medicado, pero no se hasta cuando porque no depende de mi porque es una medicación muy cara que varía según el mercado y quien la tase. Puede vales más de un millón los 30 comprimidos. Yo a eso lo consumo en un mes entonces claramente estoy en un ida y vuelta con la obra social que tengo en estos momentos que claramente no me la da y tengo que tener recursos de amparo mensualmente donde un juez dictamina que me la tiene que dar y ellos apelan y todo se estira. Es un sufrimiento constante esperar y para hacer un promedio de este año y dos meses creo que tuve cuatro o cinco cajas de medicación, no más que eso”.
Está claro que con este panorama, su vida cambió radicalmente y no sólo por dejar el fútbol. “La vida me cambió en un 200%. El primer golpe fuerte que sufrí, más allá de lo deportivo y que costó mucho asimilarlo porque era mi pasión y mi estilo de vida, fue dejar el fútbol. Hoy soy DT, aunque realidad no recibido. Me paro afuera y los acomodo a los chicos. Ahora uno de mis objetivos este año es empezar el curso ya lo decidí y en marzo arranco. Los chicos me ayudan mucho porque me respetan y me aceptan. Son todos amigos y todos jugadores de fútbol con su carácter. No es fácil pararse delante de los 20 personajes, que ellos estén callados y que acepten mis indicaciones. Pero como me quieren y respetan yo me siento bien”.
El torneo
Diego está armando un torneo que tiene dos finalidades, la difusión de la enfermedad y recaudar algo de dinero para su vida cotidiana. “Nosotros hace unos años con este grupo empezamos a salir a jugar afuera, a otras provincias y eso fue una puerta de entrada para no parar más. Fuimos a todos lados y disfrutamos mucho y la pasamos bien. Pero vimos que lo organizativo dejaba que desear en algunos lugares y encima que son torneos caros. Entonces dije porque ese servicios que salimos a pagar afuera no lo podemos brindar en Paraná y hacerlo con todas las letras. Nosotros vamos a corregir esos puntos y a todos los equipos que vengan a jugar este torneo que estamos organizan se los vamos a mejorar para que disfruten como tener una can cha en condiciones, buenos árbitros, pelotas nuevas, puntos de hidratación, mesas de control y de informe. La idea es que vengan y disfruten. Ahora estamos abocado en eso y queremos que sea bien federal. Vendrán de todos lados, del país y de la provincia. Y con esto la la realidad es que haremos mucho hincapié en la difusión de la enfermedad. Lo hago para mejorar mi calidad de vida porque tengo gastos todo el tiempo. La difusión puede ayudar a otras personas y a mi se me pueden abrir puertas. Siempre, desde mi humilde lugar, intenté dar una mano, entonces toda esa gente que no conoce mi situación me puede dar una mano a mi. Y no digo con dinero, sino con puertas abiertas”.
“A mi me ayuda mucho mi pareja Adriana. Ella se pone la capa y la espada con esto. Es más ella está en un grupo y de ahí chupamos info. Es en el país. Después en lo deportivo agradecido a mi amigo Mariano Toffolini que me abrió las puertas en San Benito. Y estoy feliz, por otro lado, porque Benicio mi hijo se copó de manera increíble con el fútbol y esto me vino de arriba. Así que lo voy a acompañar”, cerró.
¿Qué es?
Acumulación de proteína amiloide en el corazón, los riñones, el hígado y otros órganos. La proteína amiloide es una proteína anormal que generalmente se produce en la médula ósea y que puede depositarse en cualquier órgano o tejido.
Los síntomas dependen del órgano que esté afectado. Pueden incluir hinchazón, fatiga, debilidad, dificultad para respirar y entumecimiento, hormigueo o dolor en las manos y los pies.
Según el tipo de amiloidosis, los medicamentos, la quimioterapia o el trasplante de células madre pueden ser las opciones de tratamiento.