En cada sociedad, las imágenes de los billetes y las monedas revelan modos de ser de una época, al ponerse en circulación con los rostros de los próceres o personajes que se aprecian en determinado tiempo, o de los símbolos que se consideran importantes para reflejar la identidad de una nación o el devenir de su historia. Y más allá de su valor nominal, tienen el valor de transformarse en testimonio de una era. En Entre Ríos son muchos los coleccionistas de billetes y monedas, quienes atesoran parte de la historia. Algunos de ellos se inclinan por determinada época o por sumar billetes con ciertas características; otros simplemente guardan monedas que son una reliquia: las posibilidades son inmensas en el mundo de la numismática.
Numismática: la pasión de coleccionar billetes y monedas
Por Vanesa Erbes
Juan Ignacio Pereira / UNO.
Mario Chajud es un apasionado por la numismática
Juan Ignacio Pereira / UNO.
La numismática apasiona a multitudes
Juan Ignacio Pereira / UNO.
En la provincia muchos coleccionistas están nucleados en el Centro Filatélico y Numismático Entrerriano
Juan Ignacio Pereira / UNO.
Billetes de otras épocas son testimonio de una era
En Paraná, Roberto Catalano es uno de sus fundadores del Centro Numismático Entrerriano, hace unos 25 años, que más tarde también unió a los filatélicos y pasó a llamarse Centro Filatélico y Numismático Entrerriano. Varios de sus integrantes se reúnen al menos dos veces por mes para intercambiar información o presentar algo de su colección. En su caso, se especializa en billetes entrerrianos, aunque también guarda varios de Argentina y otros países. Su colección incluye desde piezas de mediados del siglo XIX, hasta federales, que marcaron una época más reciente. “Me dedico mucho a los billetes entrerrianos porque son los que más me gustan. Fue en un período comprendido entre los años 1857 y 71 cuando se le autorizó a las provincias hacer billetes, respaldados por los comercios, los bancos y el gobierno”, contó a UNO, y comentó: “A los federales los tengo a todos, hacen a mi colección. Hace poco anduve por Buenos Aires y me lo querían comprar y bien pagos, pero no los puedo vender porque me especializo en billetes de la provincia”.
A su vez, mencionó: “A muchos de los que tengo, los conseguí en Buenos Aires, donde hay gente que se encarga de comprarlos y venderlos. Si conseguís a buen precio los billetes, aprovechás y los incorporás a tu colección para enriquecerla”, dijo, y confió: “Por Internet los reconocés, los estudiás. Hay quienes directamente los compra en Estados Unidos, porque hubo una colección grande de billetes entrerrianos que se vendió allá; a eso lo sabemos por los catálogos que hay. Nosotros andábamos detrás de eso porque tenían billetes importantes, pero hay que puede pasar toda la vida y uno no las va a tener nunca”.
Sobre sus inicios, rememoró que gracias a su trabajo como secretario general de los Telefónicos de Entre Ríos y en Secretaría nacional se conectó con muchos coleccionistas de Buenos Aires. “Me fui interesando en el tema. Lo primero que uno hace es juntar, y después clasificar. Me aboqué a eso, pero de igual manera, siendo secretario viajaba a otros países, llevando las monedas que tenía y comprando lo que me interesaba”.
Sobre los precios en el mercado de los billetes que interesan a los coleccionistas, comentó que existen catálogos, y que el estado del billete o alguna particularidad pueden incrementar su valor. “Se caracterizan por distintas situaciones. Depende de la tirada, de las firmas que llevan y el estado de las monedas. Hay algunos billetes en buen estado y otros no, depende del circulante. Si el billetes es viejo, lo transitaron muchas manos, requieren mayor cuidado. Hay que hacer un proceso con agua tibia, limón, un poco de sal, y después plancharlos como para volverlos a reactivar con talco industrial. Es todo un proceso”, explicó.
También contó que algunos billetes y monedas llegan a sus manos de manera inesperada: “Nos pasa que hay carritos que juntan basura y muchos de los muchachos saben que compramos y nos traen lo que van encontrando. Y hay gente que no sabe o no se fija y tira hasta euros y dólares en monedas, que si bien no circulan acá, se coleccionan”, subrayó.
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Mario Chajud también forma parte del Centro que nuclea a los numismáticos de la región y recordó: “Desde chico me gustó esto, así que tenía algunas monedas y algunos billetes guardados. Y hace unos 20 años se hizo una muestra en Paraná, a la que vino personal del Banco Central y me vinculé con varias personas que estaban más adelantadas que yo con este tema y empecé a dedicarme más a la numismática”.
“Me gusta más el tema billetes, tengo más de 2.000, varios del siglo pasado. Pero como la actividad está vinculada también con las monedas y con las medallas, tengo de todo un poco, billetes y monedas extranjeras y nacionales”, añadió.
Asimismo, precisó: “Lo que más me costó conseguir son ejemplares de las décadas entre 1860 y 1870, cuando había provincias que emitían sus propios billetes, que por ahí no eran tan apreciados porque a la gente que viajaba a caballo se le deterioraban y preferían las monedas, pero tengo algunas piezas de La Rioja, de San Juan. Después se creó la Caja de Conversión y para hacer una única moneda nacional y unificar los billetes provinciales. Uno tiene que conocer mucho de historia por los billetes, estamos obligados a eso. No soy un experto, pero busco bibliografía, consulto en Internet y demás”.
En su caso, tiene escaneada su colección para mostrarla, porque a los originales los preserva de la luz y demás. “Para quienes coleccionamos, es una satisfacción personal tener los billetes que queremos conseguir. Algunos tengo pendientes todavía, porque son muchos más de los que uno imagina y hay alguno que es difícil de hallar, pero seguimos en el camino”, concluyó.