La tormenta que comenzó en Paraná el lunes a las 19 y concluyó el martes a la mañana nos dejó a los paranaenses un tremendo daño en el bolsillo. Una obra que según dicen las notas periodísticas publicadas en 2017 costó más de 13 millones de pesos se dañó. Con menos de tres años de uso (el 2020 tuvo un tránsito vehicular diezmado por la pandemia) se cayó una parte del puente ubicado en calle Moreno de la capital entrerriana. Y si miramos para atrás solo soportó una gran lluvia: la trágica de diciembre de 2019.
¿Quién arregla el puente?
Por Marcelo Medina
Buceando en los archivos de UNO encontramos que el puente ubicado en bulevar Moreno, entre Salta y San Luis ya fue reparado dos veces: una en 2009 (gestión del peronista José Carlos Halle) y otra en 2017 (gestión del radical Sergio Varisco). Según las notas publicadas por UNO en 2009, para el puente nuevo sobre el arroyo La Santiagueña se destinaron 2.121.000 pesos. Menos la pavimentación, todo estuvo en manos privadas. Lo que era hasta esta semana la última obra de reconstrucción del puente, se encaró en los años de Cambiemos al frente de la Municipalidad.
También como en 2009 una lluvia importante a fines de 2016 provocó una erosión. En enero de 2017 comenzaron los trabajos por parte de la empresa adjudicataria de las tareas, Norvial Servicios, con un presupuesto de 13.321.632,73 pesos, y tras cinco meses de trabajo, en junio se habilitó el paso. Se decía en ese momento que la obra no estaba concluida y que faltaban algunas tareas por realizar. La principal voz opositora a la obra era la del arquitecto Rodolfo Borini, a quien escuché en más de una oportunidad pedir que la Municipalidad no reciba la obra. Parece que esa advertencia nadie la escuchó.
¿Quién se hará cargo del arreglo de la estructura? ¿Será la Municipalidad de Paraná la que tendrá que hacerse cargo o habrá una investigación para ver si la obra se hizo bien? ¿Qué responsabilidad le cabe a la empresa? Estaría bueno que un especialista del Estado haga un descargo público para que los ciudadanos sepamos qué paso en realidad. ¿Faltó mantenimiento? ¿Se utilizó la cantidad de hierro adecuado? ¿Se hicieron los trabajos correctos para estabilizar la zona? ¿Debería intervenir de oficio la fiscalía anticorrupción? No digo ya, porque están descansado, pero una vez que concluya la feria judicial se podrían dar una vuelta por la Municipalidad y pedir la documentación de la obra y llevar un ingeniero para inspeccionar el lugar.
Me parece que es tiempo de aclarar las cosas, porque muchas veces los paranaenses vemos cómo obras viales inauguradas con bombos y platillos duran poco tiempo. Es más, muchas veces están más tiempo cortado el lugar para la construcción que lo que duran los trabajos en sí. Y lo más indignante es que jamás escuchamos que un empresario sea obligado a reparar algo que no está bien. Este podría ser el comienzo de demostrar que por lo menos hay intenciones de cambio. Tal vez el desmoronamiento era inevitable, pero tal vez no y terminamos recuperando un poco de los 13 millones de pesos que salieron del bolsillo nuestro para un obra sumamente importante.