Los números hablan por sí solos. Entre Ríos con más de 185.000 turistas se consolidó –durante Semana Santa– como el tercer destino nacional y logró un movimiento económico directamente ligado al turismo de cerca de 2.000 millones de pesos.
El turismo es trabajo
Por Miguel Zuttión
Los datos ratifican, una vez más, que la provincia tiene potencial y lo esgrimen las cifras difundidas en estos días.
Con una variada propuesta y con condiciones meteorológicas ideales los visitantes disfrutaron de cuatro días de descanso y recreación.
El saldo, evidentemente, es altamente positivo y alentador para la recuperación que sufrió el sector por la pandemia y la crisis económica nacional.
No hay dudas de que la provincia está entre las preferencias como destino turístico y habrá que continuar por esta senda para consolidar una plaza que tiene grandes atractivos.
Según los datos arrojados, en 2019 Entre Ríos tuvo para Semana Santa la visita de 135.000 personas, esto significa un aumento significativo del 35%.
El impulso logrado por la apertura de los tres pasos fronterizos con la República Oriental del Uruguay ha sido determinante, tal es así que se estima que unos 20.000 uruguayos pernoctaron por estos días. También llegaron desde Brasil y Paraguay en menor número.
Si nos detenemos a desglosar, hay que decir que la mayor cantidad de visitantes fueron provenientes de la provincia de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y de provincias del norte del Litoral. Además de los propios entrerrianos que aprovecharon para hacerse una escapada.
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El corredor del río Uruguay sigue siendo el más elegido y tuvo un alto porcentaje de viajeros extranjeros, sobre la costa del río Paraná, que también tuvo un enorme ingreso de turistas.
El sector hotelero, gastronómico y otros vinculados estrechamente al turismo tuvieron un enorme movimiento económico que se traduce en 1.743.286.373 pesos aproximadamente.
Fueron cuatro días de grandes satisfacciones para la industria del turismo y al mismo tiempo un mayor compromiso para el futuro.
El gobierno provincial junto a los distintos municipios y los emprendimientos privados deben capitalizar este fenómeno y traducirlo en el tiempo, para catapultar a Entre Ríos como destino turístico.
No es nada sencillo, pero se va por el buen camino. Las termas, las inmensas bellezas naturales, viñedos, historia, ríos, pesca, deportes, actividades náuticas, carnavales y las fiestas populares transformar a la provincia en un lugar ideal para volver a visitar.
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La consolidación de una plaza turística genera puestos trabajo y nuevas oportunidades que hay que valorar con inversión del Estado y del sector privado, además de políticas públicas que acompañen el desarrollo en todos los ámbitos.
No me canso de decir que Entre Ríos tiene todo para ser una seria propuesta durante todo el año. Falta crecer y apostar para que el turismo se transforme seriamente en un motor para el desarrollo económico a lo largo y ancho de la provincia.















