Uno de los árboles que más abundan en la capital entrerriana es el lapacho. Y por estos días se pueden ver algo florecidos de manera adelantada debido a las temperaturas altas presentadas en este agosto. El color de un árbol con flor de estación invade las calles entrerrianas.
El calor de agosto adelantó a los lapachos
Es clásico durante la primavera, se puedan ver en varias calles de la capital entrerriana las flores del lapacho en todas sus tonalidades. Estos árboles son originarios del norte argentino y su nombre es tabebuia, de origen brasileño. Las variedades de lapacho son rosado, amarillo y blanco y son autóctonos de Corrientes, Misiones, Chaco y Formosa, en cuyas selvas florece en primavera.
Uno blanco, que quizás es el único en la ciudad de Paraná, se puede ver en avenida Ejército y que todo el mundo para a tomarle fotos por su llamativa belleza.
Estas especies llegan a ser árboles frondosos de hasta 30 metros de altura, copa redondeada y hojas caducas, sólo que, al ser de origen tropical, la caída de sus hojas se produce entrando la primavera. Tienen tronco recto y limpio desprovisto de ramas de 8 a 12 metros de su base. El lapacho rosado es requerido por su madera dura y está en peligro de extinción. La sociedad Amigos del Árbol lo eligió Árbol Notable en 2002. Es una especie autóctona y sus raíces son un biorremediador natural de los suelos contaminados, el extracto que se obtiene a partir de la cocción de sus hojas funciona como un potente cicatrizante y antimicótico. Su follaje es verde oscuro y sus flores tubulares son color rosa brillante con centros amarillos. Florece desde fines del invierno hasta la primavera, dependiendo de las condiciones.
El lapacho rosado se ve muy bien en la noche con una iluminación adecuada y es hermoso en todo momento del año, con flores y sin ellas. En avenida Alameda de la Federación se pueden ver algunos rosados.
El árbol necesita que el suelo sea fértil y bien drenado, además de mucho sol. Es muy sensible al frío, por eso se aconseja plantarlo en primavera. Durante los tres primeros años hay que colocar una protección en el tronco y la base durante los meses de más frío. Recién da flores desde los siete años.
Tiene una floración muy intensa durante la primavera y el verano. Las flores pueden ser blancas, amarillas o rosas. Es apto para plantar en jardines, ya que tiene un tamaño mediano y sus raíces no son agresivas. A partir de la decocción de la corteza o de las flores “el lapacho podría prevenir el crecimiento de tumores, aunque los resultados de las investigaciones aún no son precisos ya que en humanos hubo una gran variabilidad de respuestas”, dijo María Inés Isla, doctora y profesora en la facultad de Ciencias Naturales de la provincia de Tucumán y miembro del Conicet. También asegura que está comprobado que actúa como antiinflamatorio y cicatrizante.
Esta especie se desarrolla exclusivamente a plena exposición solar, en climas cálidos y templados, sobre suelos fértiles, porosos y de buen drenaje. Se considera una planta muy resistente a la incidencia de plagas y enfermedades, que no tolera las heladas y requiere riego frecuente.
Su madera compacta, dura y resistente tiene alto contenido de taninos y se utiliza principalmente para la construcción. Por otra parte, posee diversos componentes activos que le proporcionan propiedades medicinales como analgésico, astringente, antiinflamatorio, antioxidante, antiparasitario, antimicótico, diurético o laxante.
Sus raíces ayudan a estabilizar y consolidar terrenos erosionados, así como causes hídricos o fluviales, evitando la saturación hídrica del suelo. Además, se emplea regularmente para la restauración de áreas intervenidas o degradadas, así como para proteger mantos acuíferos.
El calor que se presentó en lo que va de agosto hizo que florezcan antes y ya en las calles de la capital entrerriana se pueden ver. Las altas temperaturas adelantaron todo para el lapacho, uno de los árboles más bellos por estos lados.