El exfuncionario provincial e imputado en el megajuicio que se ventila en la Justicia provincial, Gustavo Tamay, testificó este lunes acerca de su intervención en la denominada “causa de la vaca”. En el comienzo de su declaración repasó su carrera en la administración pública, hasta que llegó a asumir como responsable de Certificación de Publicidad en Vía Pública. “No fui partícipe de ningún delito, ni de desvío de fondos públicos, ni de falsificación y certificaciones ficticias. De nada de lo que se me acusa en este juicio”, sostuvo ante los integrantes del Tribunal.
Megajuicio: el imputado Gustavo Tamay dijo ser inocente
En su relato contó que ingresó a la administración pública en 1997, como empleado de la subsecretaría de Turismo. Luego Tamay explicó que luego de haber sido despedido durante el gobierno montielista, se reincorporó a la función pública en 2004. “En 2007 ingresé a la Dirección General de Información Pública, que estaba a cargo del entonces ministro Pedro Báez. “Me dediqué a tomar contacto con los medios de Paraná y del interior de la provincia. Quería saber la cantidad de medios que había”, manifestó durante su comparecencia.
Al hacer mención a la función que cumplía en esa repartición, Tamay indicó que debía observar los carteles publicitarios ubicados en las rutas de la provincia. El testigo refirió que generalmente no advertía irregularidades, salvo en situaciones excepcionales donde los carteles se dañaban por fenómenos climáticos o por intervención de personas para realizar construcciones precarias.
En la continuidad de su alocución, Tamay hizo mención a las fotos de la vaca y al tratamiento mediático respecto de esa imagen en particular. “La foto de la vaca pagaba más en términos de rating y en grandilocuencia en los medios . A mí no me dieron oportunidad de explicarlo”, subrayó. Así las cosas, planteó que “era más importante mostrar la foto de la vaca por todos lados que mostrar lo que había sucedido y que era que estaban los carteles como correspondía. Eran los tiempos en los que la foto de la vaca causaba más repercusión en los medios”.
“Aguilera no tuvo imprentas”
A primera hora había sido el turno del testimonio del apoderado del Partido Justicialista (PJ) de Entre Ríos, Rubén Efraín Cabrera, quien entre sus conceptos más salientes, negó que el imputado Juan Pablo Aguilera haya sido dueño de alguna imprenta. “Aguilera nunca tuvo imprentas, si la hubiera tenido habría sido mucho más fácil el proceso de cotejo de precios para la impresión de boletas”, aseguró.
Cabrera, ante una pregunta de los defensores, rechazó la idea de que haya existido favoritismo en la contratación de empresas que ofrecían servicios de publicidad. Solo recordó que una imprenta de Santa Fe llamada Megaprint “nos daba garantías en la entrega de muchas boletas, y además permitía el ingreso de nuestro personal para controlar que se cumpliera con lo pactado.
Por otro lado señaló que el exgobernador Sergio Urribarri “nunca fue candidato a presidente de la Nación. Hubo interés en posicionarlo a nivel nacional, pero no llegamos ni siquiera a ninguna precandidatura”.
Cuando se lo interrogó por el slogan “Sueño Entrerriano”, afirmó que se utilizó “para una elección legislativa intermedia, pero no tuvo éxito, tampoco tuvo mayor difusión”.
En relación al parador playero de Mar de Plata señaló que se trató de una “promoción turística muy importante para la provincia”, completó el testigo.