—¿De qué equipo sos hincha?
—No me gusta el fútbol, pero si tengo que elegir, Patronato.
—¿Y de sóftbol? —
De Patronato.
—¿Un club?
—Patronato, fue mi lugar de la infancia.
—¿Un triunfo?
—El de la final del Mundial ante Japón. Fue algo incomparable.
—Y en ese partido hay una jugada clave de la que fuiste protagonista. Dos out en la misma jugada que sacaron de la cancha a Japón. ¿En qué lugar ponés ese momento?
—No caigo, fue una doble. Si en esa jugada no salía un out, perdíamos. Cuando veo las fotos del recibimiento recuerdo la gente que me decía ‘qué doble play hiciste’ y la verdad que me emociono.
La Selfie: Federico Eder
—¿Un equipo?
—Este que salió campeón es inevitable. Sacando ese equipo, voy a poner el Patronato campeón 2008 del Argentino de Clubes. Estaban los Godoy, Pablito Montero, Bruno (Motroni). Un equipazo.
—¿Un jugador con el que compartiste vestuario?
—Bruno (Motroni) porque es un referente. Es un amigo que conozco desde que empecé a jugar.
—¿Un técnico?
—Son varios, pero te lo nombro a mi viejo que me retaba bastante y me ha sacado por mala conducta, je. Y otro, el Mono Godoy.
—¿Una cancha?
—El Estadio Nafaldo Cargnel, es como una segunda casa para nosotros.
—¿Cuál fue la carrera que más gritaste?
—El homerun de Bruno contra Nueva Zelanda en el Mundial. Había primera y segunda y con ese batazo pasamos al frente.
—¿Un torneo?
—El Mundial siempre primero. Y después el Argentino de Clubes de acá en 2015.
—¿Cuáles son tus cuatro deportistas argentinos?
—Emanuel Ginóbil, Bruno Motroni, Gustavo Godoy y Lionel Messi.
—¿Qué es lo que mejor te sale?
—Imitar a la gente, ja.
—¿Cuál fue tu primer sueldo y en qué lo gastaste?
—Mi primer trabajo fue en un cyber y lo gasté en algo para tomar o alguna salida. Eran dos mangos.
—¿A qué cosas le tenés miedo?
—Ja, a Dragon Ball Z y Pokemón. Cuando veo los dibujos, me cago entero. No sé de dónde viene, pero no los puedo ver.
—¿Qué cosas te sacan?
—Cuando son mala leche para jugar, te tiran a romper.
—¿Cuál fue tu peor compra?
—Son varias. Pero una vez compré unas zapatillas para Thiago en República Dominicana que era recién nacido y cuando las pudo usar porque creció, una era más grande que la otra. O sea, no las pudo usar.
—¿Una comida?
—Las milanesas a la napolitana, me gustan las de mi vieja. —¿Un postre? —Budín de pan de mi tía.
—¿Qué música escuchás?
—De todo, desde los más lento a lo más rápido. Folclore, pesado, rock nacional y cuando voy en el auto canto como loco.
—¿Una película?
—Posdata, te amo.
—¿Una serie?
—No miro muchas series, pero hace poco vi una que me gustó que se llama Shooter.
—¿Un viaje?
—A Europa. Fui a jugar la temporada allá y pude recorrer varios lugares. Me gustó mucho ese viaje.
—¿Una ciudad?
—Paraná.
—¿Un lugar para vivir?
—Paraná.
—¿Un barrio?
—Los Aromos. No nací ahí, pero me crié en ese lugar. Pero mis viejos se juntaban a comer asados y nos llevaban a nosotros. Ahí estaba Peque Carril, Bruno, Javier Martínez. Estaban todos ahí.
—¿Un hombre?
—Mi viejo.
—¿Una mujer?
—Mi vieja y mi señora.
—¿Cuál es el contacto más groso que tenés en el teléfono?
—Después del Mundial tengo varios. Pero me quedo con mis compañeros de equipo. O con el de Bruno, que ahora es el representante Mundial de los jugadores de Sóftbol.
—¿Cuántos grupos de WhatsApp tenés y cuál es el mejor?
—Hay un millón, je. Pero el mejor es el grupo que se llama Morbo. Mucho humor negro, sangre y tiros. Están varios del grupo de la Selección.
—¿Con quién te gustaría tener una selfie y en dónde?
—Con Ginóbili.
LA SELFIE RECARGADA
—¿A quién te gustaría meterle un caño y decirle oleeee..?
—A Layo, estuvo todo el Mundial intentando tirarme uno y no pudo.
—¿Qué te hubiese gustado ser si no hubieras sido lo que sos?
—Diseñador gráfico.
—¿Con quién no te sentarías a tomar un café?
—No guardo rencor con nadie.
—¿A quién le sacás la roja? —A nadie, podría ser el que me pegó la patada, pero no. Ya nos vamos a cruzar, je.
—¿Qué camiseta nunca te pondrías?
—La de Estudiantes.
—¿Cuál fue el peor partido de tu vida?
—Tuve varios, pero recuerdo un partido de béisbol en Venezuela que hice varias cagadas seguidas, una al lado de la otra, ja.
El campeón del mundo que quedará en la historia
Federico Eder nació el 5 de septiembre de 1988 en Paraná. A los 4 años comenzó a jugar al sóftbol en Patronato heredando la pasión de su familia. Hizo su infancia y preadolescencia en el club. Creció, se formó, y a los 20 años se fue del país durante tres años y medio para jugar al béisbol. Estuvo dos años en República Dominicana y un año y medio en Venezuela, donde vistió la camiseta de los Rays. Regresó al país y jugó en ATSA durante tres años y luego volvió a Patronato, su casa. Fede fue multicampeón en los argentinos de clubes, argentino de selecciones y torneos locales. En 2007 fue convocado a la Selección Argentina y debutó en Oklahoma en el American Challenge, donde participaron las selecciones de Estados Unidos, Japón y Canadá. Con la llegada de Julio Gamarci fue una fija en el equipo nacional. Desde 2015 hasta la fecha integró todos los equipos que participaron del proceso más exitoso de la historia del deporte. Fue campeón Sudamericano en Panamá, logró la Medalla de Plata en República Dominicana y en Colombia. Disputó dos Mundiales. En 2017 jugó la Copa del Mundo en Whitehorse, Canadá, donde logró el cuarto puesto y el domingo 23 de junio fue uno de los jugadores que tocaron el cielo con las manos al lograr el primer título Mundial de la historia. Fede, con un plantel excepcional, jugó un campeonato brillante. La Selección Argentina venció a Japón por 3 a 2 en una final apasionante. El paranaense fue una de las figuras de la final disputada en República Checa. Hoy se prepara en Estados Unidos y luego jugará el Panamericano de Perú.