Se celebró ayer el Día Mundial del Veganismo, un principio ético que promueve el respeto a los animales, el no uso de productos que provengan de ellos, y que se terminen en el mundo su explotación y las prácticas que les causan sufrimiento o la muerte. A diferencia de otras corrientes similares, como el vegetarianismo, sus cultores no comen nada que proceda de un animal, como por ejemplo, huevos, lácteos o miel. Pero además, no utilizan prendas de vestir hechas con cuero o lana, ni cosméticos u otros productos que tengan ingredientes extraídos de animales en su elaboración, o en cuyo proceso de fabricación se haya experimentado con ellos. Tampoco los consideran un entretenimiento.
Veganismo en expansión: promueven respetar los animales
La expansión de este estilo de vida en la Argentina ha sido notable: se calcula que el 12% de la población hoy en día es vegana. Esta tendencia también se da en Paraná, donde son cada vez más las personas que se suman a estas premisas, y a la par hay un mercado que se amplía para ofrecer alimentos que sean de origen vegetal. María Luz Barón, licenciada en Nutrición, es vegetariana, pero desde su experiencia en el consultorio confirmó a UNO: “Totalmente hay cada vez más veganos. Y el mercado también ha crecido y ha ido evolucionando en este sentido, por suerte. Lo que tienen como desventaja son los precios muchas veces. En este sentido, conviene hacer todo casero, pero ocurre que ahí es cuando la gente cae con que no tiene ganas y se complica”.
Para llevar adelante este estilo de vida y sobre todo que este tipo de alimentación sea saludable, se debe cumplir con un equilibrio nutricional e incorporar vitamina B12: “La vitamina B12 no se puede obtener a partir de la alimentación vegetariana o vegana, y sí o sí hay que tomar una suplementación, dependiendo de cómo esté previamente en sangre. Lo ideal es consultar a un nutricionista para hacer esta transición, y con un médico también, porque él es el encargado de hacer los pedidos de análisis de sangre, que nosotros, los nutricionistas, no podemos”, aclaró Barón.
Ramón Francisco Caviglioli y su esposa María Sonia eligieron esta opción hace 11 años. “Somos veganos desde 2012, prácticamente. Decidimos dar ese paso y hacer esa apertura de conciencia por respeto y justicia por los animales. Primero militamos en la calle, y después terminamos haciéndolo desde la parte gastronómica”, dijo él a UNO, en referencia al emprendimiento gastronómico de la pareja, en el que ofrecen una vasta oferta de menúes y productos que demuestran que “se puede vivir sin usar a los otros animales”, según refieren en su Fanpage.
“Específicamente en lo que es la alimentación, que es por el lado que más se identifica al veganismo, no es difícil ser vegano. Se puede veganizar cualquier comida, ya que hoy en día hay grandes avances, sobre todo a nivel internacional, y de a poco se van aplicando acá en la Argentina”, afirmó Francisco, y contó que “un huevo de gallina se sustituye con un huevo vegano, que es en base a la harina de garbanzo más una sal, llama sal negra, por ejemplo”.
“Después con cualquier producto en la actualidad se van haciendo distintas variedades. Hay empresas nacionales y también hay otras que tienen franquicias internacionales que se están asentando en nuestro país, con lo que hoy en día la alimentación no es un problema para cualquier persona que decida ser vegana”, añadió, y aseguró: “Conseguir productos veganos es más accesible hoy en día. Las grandes cadenas, incluso los supermercados, están poniéndose a disposición del consumo de las personas que eligen este principio, acercándoles productos que eran en un tiempo sustitutos de los de origen animal, como hamburguesas, e incluso cosméticos también; y hay grandes empresas que se han dedicado a vender directamente los productos que son veganos. Además, hay cadenas de lácteos de primera marca que están haciendo la sustitución de a poco y ya elaboran leche vegetal”.
Asimismo, subrayó: “En Paraná va creciendo también este mercado. Se ven muchos chicos que son emprendedores de productos veganos, porque es más fácil hoy en día desde joven hacer el cambio en el sentido de una apertura de conciencia a partir del cual realmente uno dice que no debemos usar a los animales, no utilizar los productos que tienen para sus hijos, como la leche, por ejemplo. La industria es la única que está poniendo trabas para que le cueste más tomar la decisión sobre todo a la gente que está en el rango etario de 40 años en adelante”.
Francisco señaló que “muchas veces la industria agroalimentaria pone el cliché de que la comida vegana es cara”, y aclaró: “Hoy en día ya se ha equilibrado mucho el tema de precios. Al principio quizás costaba mucho porque había que buscar habitualmente productos importados. Pero hoy en día ya es algo que es común encontrar de todo al alcance prácticamente de cualquier persona el consumir productos veganos. Nosotros en nuestro negocio muchas veces les indicamos, les hacemos tips para que vayan haciendo platos en sus casas. Hay comidas que ya vienen prácticamente deshidratadas, que las puede preparar uno mismo, como por ejemplo un risotto que tranquilamente está hecho con productos veganos, que lo único que hay que hacer es agregar es un poco de agua caliente y tenés una comida lista para tres o cuatro personas”.
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Por último, reiteró que el veganismo alcanza otros consumos, como el calzado, la vestimenta y los productos cosméticos. “En todo eso se va avanzando y hoy en día hay muchas opciones para reemplazar el cuero o la lana, con cuero ecológico y distintos acrílicos. Esto evidencia que es posible una vida sin usar animales. Y en cuanto a los cosméticos, ya prácticamente hay sustitutos veganos. La tecnología ha ayudado muchísimo en este sentido”, destacó.
“El veganismo es respeto, es justicia. En la Declaración de Cambridge sobre la Conciencia, que es el primer manifiesto escrito en 2012 por científicos, entre los que estaba Stephen Hawking, se reconoce que los animales son conscientes, que sienten, que sufren o son felices. Debemos respetarlos y no usarlos”, concluyó.