El Gobierno de Entre Ríos y la Cámara Entrerriana de Turismo (CET) aseguraron que "todos los actores" de ese sector entrerriano destacaron y presentaron su "reconocimiento" a las modificaciones que plantea el proyecto de Ley "Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos".
Turismo: apoyo crítico entrerriano a la Ley Ómnibus
El proyecto de Ley que se debate en el Congreso "deja sin efecto leyes del siglo pasado y abre la posibilidad a que vengan regulaciones nuevas y más modernas, allanadas a los tiempos y tecnologías de hoy", resaltó ante Télam el secretario de Turismo de Entre Ríos, Jorge Satto.
Los sistemas "estaban obsoletos y no se cumplían", dijo a Télam y señaló que para habilitar una agencia de viajes "se demoraba dos o tres años, cuando tendría que ser de una semana para la otra".
Satto aseguró que el proyecto de ley plantea una "revisión" y se enmarca como un "interesante desafío para cada provincia", que ante los nuevos debates deberá tener en cuenta "siempre al privado, que es el que va a ser regulado".
Si bien el funcionario provincial recordó que "está en tratamiento y no hay una ley definida", se reunió con los diferentes actores turísticos para iniciar "etapas de estudio y un trabajo en conjunto" porque está de acuerdo con las modificaciones pero "no se sabe cómo sería el comportamiento del mercado en esa nueva realidad".
Consultado sobre una posible regulación diferente en cada provincia, y no una establecida a nivel nacional, manifestó que "sería lo más justo y lo más inteligente" porque "no hay la misma realidad en Entre Ríos que en Salta o en una zona de cordillera".
Desde la CET coincidieron en que las reformas que plantea el presidente Javier Milei refieren a "leyes vetustas, que son inaplicables hoy en día y que no afectan" al sector.
Sin embargo, manifestaron su posición contraria a que no exista una regulación a los agentes y agencias de viaje, cuya Ley Nacional N° 18.829, de 1970, fue derogada a través del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 70/2023.
"Dar de baja esta ley puede dar lugar a que cualquier persona comience a vender sin saber de turismo ni tener las herramientas, puede dejar colgado al cliente y eso genera un boca en boca perjudicial para el turismo que hace perder calidad de la oferta turística", dijo a Télam el presidente de la CET, Juan Acedo.
En ese sentido, explicó que se busca que la calidad del servicio "sea de excelencia", por lo que "se debería derogar" la norma pero pidió una nueva regulación para mantener la calidad y establecer "un control o sanción ante la mala actividad".