Este sábado, en su sede la sede de Yrigoyen 593, en Paraná, el club Talleres dejará inaugurada su pileta climatizada. Tal como lo vienen haciendo hace tiempo otras instituciones deportivas de la región, como Estudiantes, Rowing, Echagüe, Paracao, sumará esta propuesta para que sus socios puedan disfrutar de distintas disciplinas en el agua durante todo el año, atento a los múltiples beneficios que este tipo de actividades brinda a personas de cualquier edad. Pero además de los clubes, en la capital entrerriana también funcionan desde hace años gimnasios que presentan esta alternativa de las piscinas climatizadas, y sus referentes afirmaron a UNO que la demanda viene registrando un crecimiento en los últimos años y es constante.
Piscinas climatizadas: se multiplica la oferta en Paraná
Por Vanesa Erbes
Gentileza: Gimnasio Vértigo
Más gente elige las piscinas climatizadas para hacer actividad física todo el año
Gentileza: Gimnasio Vértigo
En Paraná crecen las opciones en piscinas climatizadas
Concurren quienes quieren aprender a nadar; o también aquellas personas que buscan tener un estilo de vida saludable, y que muchas veces por determinadas cuestiones no se siente cómoda con otro tipo de gimnasia y optan por el acuaerobic, una disciplina que, entre sus bondades, favorece la circulación sanguínea, contribuyen a alcanzar un peso más saludable; disminuye la frecuencia cardíaca en reposo; mejora la actividad de las articulaciones y el tono muscular, así como también la capacidad respiratoria, los reflejos y la coordinación.
Adriana, secretaria de un gimnasio de calle Yrigoyen en el que hace tres décadas cuentan con piscina climatizada para realizar actividades acuáticas, contó a UNO: “Tenemos clases de natación para cualquier edad, desde bebés de tres meses en adelante, hasta adultos mayores. También contamos con acuaerobic, y en Paraná somos los únicos que tenemos una actividad que se llama acuabike, que es con bicicletas y step como elementos principales dentro del agua. También contamos con un espacio de rehabilitación con un kinesiólogo”.
A su vez, sostuvo: “Una de las cosas principales características por la que eligen este tipo de disciplinas es porque se trabaja con menos peso en el cuerpo. Por eso es ideal para quienes tienen problemas de sobrepeso o en las articulaciones, ya que es una actividad física en la que no hay impacto. Ese es uno de los tantos beneficios que tiene y por eso los médicos lo recomiendan. Además, el agua es muy relajante”.
Por otra parte, subrayó: “En invierno la gente concurre igual que en el verano. En general lo ven como algo que contribuye a su salud. Y para muchas personas que viven solas o con su esposo es un espacio en el que pueden interactuar, el gimnasio es parte de su vínculo social”.
En el lugar se trabaja con cupos para poder brindar un servicio más seguro y personalizado, y Adriana aseguró que muchas personas van a aprender a nadar, a cualquier edad: “La edad es una limitación. Cada persona tiene sus tiempos. Y si aprender a nadar es una materia pendiente que tienen, pueden venir tranquilos. Tenemos una pileta que es de un solo nivel, lo que a muchos les da mayor seguridad, igual que la escalera que brinda un fácil acceso al agua. Hay gente que viene con miedo porque tuvo una mala experiencia y a eso hay que trabajarlo, otra que llega simplemente para aprender. Hay quienes piensan que nunca lo van a lograr y lo hacen en poco tiempo”, destacó.
Por su parte, Mariela Suárez, propietaria de un gimnasio de calle Marangunich que funciona hace 34 años y desde el 2000 tiene una sede con piscina climatizada, contó a UNO: “Tenemos rehabilitación y acuaerobic; además de natación para bebés, niños, adolescentes, adultos, adultos mayores. Considero que la actividad física en el agua es la gimnasia del futuro, porque la gente tiene un gran beneficio muscular y físico en general. Quienes tienen sobrepeso, en el agua pesan la mitad, entonces pueden correr, saltar y demás. Muchas veces llegan al salón personas imposibilitadas de hacer otro tipo de actividad por problemas en la rodilla, la cadera, el tobillo, la columna, o con sobrepeso y esta es una opción ideal”.
En este marco, afirmó con entusiasmo; “Tengo vivencias como para escribir un libro sobre los beneficios del agua. Muchos se tratan con kinesiólogos y llegan acá como última instancia, pero después de percibir los beneficios de hacer actividades en la pileta me dicen ´cómo no vine antes´. Pasa tanto con mujeres como con hombres, porque llegan incluso matrimonios a compartir las clases. También vienen chicos de todas las edades con broncoespasmo y esto los ayuda a recuperarse. Realmente la pileta es maravillosa”.
Según mencionó, el frío no desalienta la asistencia de quienes encontraron en esta alternativa un modo de vida más saludable: “Tenemos un cañón que tira aire caliente y todo eso para que el lugar esté templado. Incluso en los días de lluvia y mucho frío, como hubo esta semana, hay señoras mayores que no faltan, tienen asistencia perfecta tanto en verano como en invierno. Vienen a acuaerobic a las 8 y a veces se reúnen antes, a las 7.15 o 7.30, a festejar algún cumpleaños. Se hacen amigas y salen a tomar el té; es un espacio de encuentro para mucha gente”, destacó.
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Pese a los costos de funcionamiento de la caldera y demás, buscan ofrecer una tarifa accesible: “Si tuviésemos que considerar el índice de inflación, tendríamos que cobrar muchísimo más, pero somos un gimnasio de barrio y queremos que la gente pueda disfrutar de estas actividades. Por ejemplo, tres clases de acuaerobic por semana cuestan este mes 7.300 pesos. Hay quienes vienen dos veces a natación y quieren pagar cuatro días para venir más seguido, porque advierten lo bien que les hace”, indicó.
Que más gente que anhela aprender a nadar pueda hacerlo es una alegría compartida, y sobre este punto, Mariela concluyó: “Siempre publico en redes sociales que no dejen asignaturas pendientes en su vida. Hay gente mayor que jamás se puso malla; hay quienes sueñan con aprender a nadar y lo logran: han venido señoras de 80 años que las vemos llorar de la emoción cuando cumplen esta meta y nos piden que las filmemos par mandarles el video a su familia y eso es muy gratificante. Realmente es una experiencia para destacar”.