Moisés Roitman, vecino de la ciudad de Mendoza, se convirtió en protagonista de una historia singular al presentarse en la sede municipal para renovar su licencia de conducir. Con 100 años recién cumplidos, cumplió con todos los requisitos exigidos por las autoridades locales y tendrá su carné habilitado hasta los 103. La noticia generó revuelo y dividió aguas entre quienes valoran su vitalidad y quienes consideran que es un riesgo otorgarle el carné a una persona longeva. Consultada por UNO sobre la cuestión, María Lucrecia Escandón, directora de Emisión de Licencias de Conducir de la Municipalidad de Paraná aclaró, a pesar de las percepciones sociales y el debate sobre los reflejos y la edad, no existe tope de edad para obtener la autorización correspondiente para manejar.
Paraná: no existe tope de edad para obtener carnet de conducir
Moisés Roitman, un mendocino de 100 años renovó su licencia de conducir el lunes y desató el debate sobre los reflejos y la edad. Cuál es el criterio en Paraná
Por Valeria Girard
La normativa vigente en Argentina, regida por la Ley Nacional de Tránsito N° 49.449 y las reglamentaciones de la Agencia Nacional de Tránsito no establece un impedimento o un límite máximo de edad para que una persona pueda renovar u obtener su licencia. Según Escandón, el criterio fundamental para mantener la licencia de conducir radica en la aptitud del individuo y si una persona de 100 años cumple con las condiciones establecidas en su evaluación psicofísica, puede renovar su carnet sin inconvenientes.
Evaluaciones rigurosas y complementarias
Las regulaciones nacionales establecen que los conductores deben poseer todas las aptitudes físicas necesarias para el manejo. Todos los ciudadanos se someten a las mismas evaluaciones, incluyendo pruebas de visión, audición y psicomotricidad. "En caso de que los médicos evaluadores observen la necesidad de profundizar, pueden solicitar evaluaciones médicas complementarias, como interconsultas con profesionales particulares, especialmente si el conductor declara alguna afección (como problemas cardíacos, diabetes o depresión).
Además de la evaluación psicofísica, si se presenta una situación visible, como un temblor, el médico puede requerir una pericia de manejo. En Paraná, esta prueba se realiza en el parque Varisco, donde se toma el examen práctico como a cualquier otro contribuyente. Si la persona lo cumplimenta, puede seguir manejando.
Cortes de edad y vigencia de la licencia
Aunque no existe un límite de edad superior, la normativa sí establece cortes temporales que modifican los requisitos de vigencia:
- Menores de 65 años: la licencia de conducir se otorga por cinco años.
- A partir de los 65 años: la vigencia de la licencia se reduce a tres años.
- A partir de los 71 años: la vigencia de la licencia se reduce a un año. A partir de esta edad, los conductores tienen la obligación de presentarse anualmente para realizar el control psicofísico.
Anteriormente, la norma exigía que las personas mayores que venían a renovar su licencia anualmente se sometieran, además del examen psicofísico, a los exámenes teórico y práctico. Sin embargo, la Agencia Nacional de Conducir modificó esta disposición.
Actualmente, en Paraná (bajo el régimen de la licencia nacional), los mayores de 71 años acuden anualmente a hacer su control de salud y el control psicofísico. Una evaluación más exhaustiva y el cobro de la tramitación se realizan recién cada tres años.
Contraste generacional
Sobre la idoneidad de los adultos mayores al volante, la funcionaria consideró que si bien pueden tener otros tiempos de manejo (manejar más lento o necesitar más tiempo para estacionar), los adultos mayores involucrados en la accidentología general son una minoría en Paraná. "Muchas veces los adultos mayores son muchísimo más responsables frente al volante", aseguró la consultada, en contraste con situaciones de irresponsabilidad más comunes en jóvenes, como conducir bajo los efectos del alcohol o sin casco reglamentario en caso de motociclistas.
Desactualizada
Escandón indicó además que a pesar de la extensión natural de la longevidad y la mejora en las condiciones de salud, existe una anomalía en la legislación: la Ley Nacional de Conducir actualmente no permite que una persona de 65 años obtenga por primera vez un carnet profesional. Esto genera inconvenientes, por ejemplo, para personas que se jubilan a los 65 y desean trabajar como taxistas o transportistas. "Es una norma que quedó obsoleta si tenemos en cuenta la nueva realidad de vida de las personas de 65 años", consideró.
El caso mendocino
Moisés Roitman se presentó el lunes para renovar su licencia de conducir. Con 100 años recién cumplidos, cumplió con todos los requisitos exigidos por las autoridades locales y tendrá su carnet habilitado hasta los 103. El hombre, quien trabaja medio día en una farmacia del centro de la ciudad como cajero, mantiene desde hace décadas una rutina activa.
Aprendió a manejar a los 14 años. Esta semana solicitó la renovación y se sometió a las evaluaciones establecidas por la Municipalidad de Mendoza y la Agencia Nacional de Seguridad Vial.
El proceso implicó varias instancias. De acuerdo a lo explicado por Carina Vicario, Subsecretaria de Atención y Cercanía de la comuna, primero se le efectuó la correspondiente prueba de idoneidad conductiva. Roitman aprobó la prueba en el circuito sin ningún tipo de dificultad. Además del examen práctico, el procedimiento incluyó evaluaciones médicas de tipo físico y psicocognitivo. Luego de obtener la aprobación en cada instancia, la Municipalidad le otorgó a Roitman la renovación de su licencia con un período de vigencia de tres años más.
Su primer auto fue un Renault Gordini hace más de 80 años. "Eran los primeros importados que llegaban al país; después me pasé a la línea Ford", contó. Con su licencia podrá seguir al volante de su Honda Accord de caja de cambios automática, como durante los últimos 20 años.
Nació en Mendoza en julio de 1925 y estudió la primaria y la secundaria en Córdoba hasta que regresó para radicarse definitivamente. En Estados Unidos, detalla, aprendió a conducir vehículos con caja automática, gracias a su hijo.
Roitman trabaja en la industria farmacéutica desde los 18 años y fue propietario de las históricas Aconcagua y Del Águila. Cada tarde, como desde hace varios años, trabaja, puntual, a partir de las 17 como cajero en la farmacia Sevilla, que es propiedad de una de sus hijas.
Como vive en pleno centro a veces va caminando a la farmacia, otras en su Honda pero en variadas ocasiones lo lleva o lo pasa a buscar la esposa, Sara, que tiene 95 años y también maneja su propio automóvil, un Honda Fit. "Ella maneja un poco mejor que yo, sobre todo en la ruta", confiesa entre risas.