Se desarrolló una nueva audiencia en Concordia del debate oral y público que tiene en el banquillo de los acusados a quien fuera funcionario provincial, en ejercicio de la presidencia de la Corporación para el Desarrollo de Salto Grande (Codesal), Luis Mazurier. El debate que tuvo su punto de partida el 25 de septiembre, lleva varias audiencias, con la participación de testigos vinculados a la actividad política. La acusación pública le adjudica la autoría material de delitos tales como Peculado, Administración fraudulenta en perjuicio de la administración pública, Omisión de deberes de funcionario público y Abuso de autoridad. El juicio oral que comienza es la culminación de un interminable recorrido, que comenzó el 18 de octubre de 2010 con la apertura de causa, oportunidad en que el entonces fiscal Aníbal Lafourcade dio los primeros pasos de la investigación. Una vez que fue designado juez, tomó la posta el fiscal José Arias.
Luis Mazurier: testigo contó que le "dieron un papel con lo que debía declarar"
El acusador solicitó para Mazurier una pena superior a los 10 años de prisión y las inhabilitaciones que correspondan. Además de Mazurier, que condujo la Codesal entre 2005 y febrero de 2016 –durante las gobernaciones de Jorge Busti y de Sergio Urribarri–, también están imputados por diversos delitos Cintia del Rosario Mengeon, Alberto Jesús Villanueva, María Florencia Lauria y Teresita Jesús Itatí Bordón.
En la lista de testigos aparecen el actual gobernador, Gustavo Bordet y el exmandatario Sergio Daniel Urribarri. También figuran el ministro de Economía, Hugo Alberto Ballay; el senador nacional Edgardo Kueider, el fiscal de Estado Julio Rodríguez Signes.
Giro inesperado
En la continuidad de las audiencias el lunes ocurrió un hecho que modificó la rutina del proceso: uno de los testigos reveló una situación que involucra al acusado. Sucede que el deponente –exempleado de la Codesal– cuando declaró en el juicio hizo mención a que Mazurier en 2018 le entregó un papel con lo que tenía que declarar cuando fue citado por la Fiscalía.
Cinco años después la maniobra se volvió a repetir con los mismos protagonistas. Esta vez, el testigo se comunicó con el fiscal Arias para comunicarle que el viernes le había entregado otra anotación con lo que debía declarar. En base a esta situación, la Fiscalía, sumado al antecedente de 2018 solicitó la prisión preventiva por instigación al falso testimonio y un acto de entorpecimiento del juicio, para evitar que el tribunal acceda a la verdad.
La solicitud del fiscal fue evaluada en audiencia ante otro tribunal, presidido por el juez Mariano Caprarulo. El magistrado, tras escuchar a las partes, anunció que hoy, a las 12, anunciará su decisión.
Según trascendió, el testigo en cuestión trabajaba para la Codesal cortando el paso en el perilago, en las Termas bajo jurisdicción del organismo, y también en el hotel Ayuí. El testigo no obedeció a la presión del director del diario El Sol, mantuvo su declaración original en la que daba cuenta de que, siendo empleado de Codesal, había efectuado tareas para el hotel. No conforme con ello, al salir de la audiencia mostró al fiscal el nuevo papel que –dice- le había hecho llegar Mazurier.
En cuanto a los hechos y delitos que se le imputan, el Ministerio Público Fiscal asegura haber reunido pruebas contundentes que demuestran que Luis Mazurier se apoderaba del dinero que se cobraba por canon de ingreso de vehículos, embarcaciones, instalación de carpas, alquiler de parrillas, alquiler de cabañas, alquiler de servicio de Directv y otros emolumentos en La Tortuga Alegre, en el Complejo Termal Perilago de Salto Grande y en el Camping Las Palmeras, Península Gregorio Soler y Balneario Punta Viracho.
También se lo acusa por haber incumplido con la obligación de inscribir en la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) a la Corporación del Desarrollo de Salto Grande (Codesal). Por último, basándose en testimonios de empleados del hotel Ayuí y del exgerente, Enrique Oscar Bacigaluppe, Fiscalía asegura que Mazurier es su verdadero dueño y su administrador, realidad ocultada mediante la utilización de prestanombres, como Alejandra Isabel Cáceres, ahijada de Mazur.