Con emoción, compromiso y el mismo espíritu solidario que inspiró su creación, la Escuela de Capacitación Laboral “Raúl Jorge Bueno” abrirá sus puertas hoy desde las 18 hasta las 21.30, para compartir con la comunidad su muestra anual de talleres. La entrada es libre y gratuita, y será una jornada de celebración, reconocimiento y reencuentro con la historia de una institución que nació del sueño de brindar oportunidades de formación y trabajo a quienes más lo necesitaban.
La escuela de Capacitación Laboral "Raúl Jorge Bueno" invita a visitar su muestra anual
Dicha escuela de Capacitación Laboral brinda herramientas para que jóvenes y adultos encuentren a través de la educación una salida laboral y un futuro mejor
Por Vanesa Erbes
El qeuipo directivo y los capacitadores ponen el corazón en lo que hacen
La hija de su creador, Isabel Bueno de Leiva, es la apoderada legal de la escuela, y expresó a UNO: “Esperamos que la gente venga. Queremos que todos conozcan lo que hacemos, porque la escuela ha crecido muchísimo”.
Durante la muestra los visitantes podrán recorrer los distintos talleres, dialogar con los capacitadores y apreciar el trabajo realizado a lo largo del año. “Va a ser una linda oportunidad para ver todo lo que hacen nuestros alumnos. Nos llena de orgullo poder mostrar el fruto de tanto esfuerzo”, comentó Isabel.
Historia de la Escuela de Capacitación Laboral Raúl Jorge Bueno
La historia de la institución se remonta a 1992, cuando Raúl Jorge Bueno, impulsado por su fe y por su compromiso con la comunidad soñó con crear una escuela donde los vecinos pudieran aprender un oficio y tener una salida laboral rápida.
Junto a quienes lo acompañaron en esta iniciativa, buscaban brindarles educación y capacitación en oficios para un futuro mejor. Inaugurada oficialmente en 1994 en honor a su fundador, la escuela ha crecido ofreciendo oportunidades educativas a vecinos del barrio y estudiantes de localidades cercanas, consolidándose como un legado de formación, solidaridad y compromiso comunitario.
Raúl Jorge Bueno fue el alma del proyecto: diseñó los planos, gestionó materiales y soñó con un espacio de capacitación abierto a todos.
“Mi padre daba catequesis en este barrio desde joven. Era un hombre de acción: veía las necesidades y buscaba soluciones. Un día, junto a sus amigos de la Acción Católica y de Cáritas, decidieron comprar el terreno para levantar una escuela. En aquel entonces, esto era puro campo, sin luz ni asfalto”, recordó Isabel.
“Con la colaboración de la comunidad y la parroquia, comenzaron a levantar las primeras paredes. Edificaron los baños, uno para damas y otro para caballeros, la cocina, y tres talleres. Se hizo con la mano de obra de la provincia, pero los materiales fueron costeados por la gente de la parroquia del Sagrado Corazón. Todos los amigos de él ayudaron”, añadió.
Raúl Jorge Bueno alcanzó a ver los tres talleres y el mástil terminados, antes de fallecer el 13 de mayo de 1992, Día de la Virgen de Fátima. “Él no llegó a verla inaugurada. Tenía audiencia al otro día en el Consejo General de Educación para darle forma de escuela, pero partió antes. Fue un golpe muy grande. En la misa de cuerpo presente, sus compañeros pidieron que el lugar llevara su nombre. Así nació la Escuela Raúl Jorge Bueno. Fue un hermoso homenaje”, destacó su hija.
A lo largo de sus 31 años de historia, la institución logró una gran inserción en la comunidad, recibiendo estudiantes no solo de Paraná, sino también de localidades cercanas como San Benito, Colonia Avellaneda y Oro Verde.
A más de tres décadas de su fundación, la Escuela Raúl Jorge Bueno sigue fiel al ideal de su creador. “El orgullo nuestro es poder cumplir con su lema: ´Educar para servir´. Eso es lo que él quería: educar para que la gente pueda salir a trabajar, mejorar su vida y la de su familia”.
Hoy, ese espíritu se respira en cada rincón del edificio, en las manos que aprenden y en los corazones que enseñan. Una escuela nacida de la fe y la solidaridad, que sigue creciendo con la misma fuerza con que fue soñada.
Crecimiento
Isabel rememoró que la institución comenzó hace 31 años con tres talleres: electricidad, peluquería y corte y confección; y hoy cuenta con más de 15 espacios de formación: asistente en belleza integral, peluquería, cocina, panadería, carpintería, refrigeración, modista, marroquinería, carpintero metálico y PVC, auxiliar en carpintería, carpintero en obra fina, montador electricista domiciliario, refrigeración, operador informático para administración y gestión, y asistente en armado y mantenimiento de PC”.
“La escuela creció mucho. Se anexaron nuevos cursos y también se ampliaron los talleres con maquinaria moderna, muchas de ellas donadas. Por ejemplo, este viernes recibiremos nuevas máquinas de coser”, contó Isabel con orgullo.
El equipo está conformado por un grupo humano comprometido y apasionado por enseñar: “Tenemos una directora excelente, Melina Facendini; una gran secretaria, Pamela Thompson; y un personal de capacitadores que pone el corazón en lo que hace. Ellos se han formado, han hecho cursos y se perfeccionan continuamente. Aquí se trabaja con la mente, con las manos, y con el alma”.
Inscripciones abiertas
Los cursos están abiertos a personas a partir de los 16 años, y cada taller tiene una duración anual. La inscripción comenzó el 1° de octubre y, como cada año, se espera una alta demanda debido a la calidad de los talleres, que se dictan dos veces por semana y cuentan con el reconocimiento del Consejo General de Educación, lo que garantiza una formación certificada y valorada en el mercado laboral.
Para inscribirse, se requiere primario completo, salvo el curso de refrigeración, que exige tercer año del secundario. Las clases se dictan dos veces por semana, de 18 a 21.20, y cada grupo tiene un cupo máximo de 15 alumnos para garantizar un buen aprendizaje.
“Hay jóvenes que buscan una salida laboral y también adultos mayores que vienen para aprender algo que siempre soñaron. Algunos hacen dos cursos, si los horarios lo permiten. La cuota y la inscripción son muy accesibles, y siempre tratamos de acompañar las distintas situaciones”, explicó Isabel.
Las inscripciones para el ciclo 2026 ya están abiertas, y quienes deseen sumarse pueden acercarse a la sede de la escuela, en calle Pronunciamiento 512, en el barrio Belgrano, de Paraná, junto a la Capilla María Madre de la Divina Gracia. Los requisitos son fotocopia de DNI, constancia de CUIL, certificado de estudios y pago de inscripción.
Para más información sobre los talleres y las inscripciones, los interesados pueden visitar la página web www.escuelarauljorgebueno.com.ar, escribir al correo electrónico [email protected] o enviar un mensaje de WhatsApp al número 343-5783333.