Desde este viernes se llevará adelante un nuevo juicio contra el represor Luis Abelardo Patti, esta vez por el asesinato de un exdiputado nacional perpetrado en Entre Ríos durante la última dictadura cívico-militar. Se trata de Diego Muniz Barreto, quien fue arrojado a un arroyo en las inmediaciones de Villaguay, en 1977, para simular un accidente de tránsito.
Juzgan a Luis Patti por el asesinato de un exdiputado en Entre Ríos
El Tribunal Oral Federal 2 de San Martín, provincia de Buenos Aires, juzgará al excomisario de la Policía Bonaerense por estar acusado de ser partícipe necesario del homicidio del exdiputado peronista y del intento de homicidio de su secretario, Juan José Fernández. La audiencia se realizará de manera virtual desde las 11 y podrá seguirse en Youtube.
Muniz Barreto y Fernández fueron secuestrados el 16 de febrero de 1977 y privados de su libertad en una comisaría de Escobar, Buenos Aires, para luego ser trasladados al centro clandestino de detención que funcionó en Campo de Mayo. Tras dos semanas de cautiverio, el 6 de marzo fueron llevados hasta la provincia de Entre Ríos y arrojados dentro de un auto al arroyo Moreyra, en la ruta nacional 18 y en la zona de Villaguay. La intención era fraguar un accidente.
En ese lugar murió Muniz Barreto –integraba del Grupo de los Ocho que en 1974 se distanciaron del presidente Juan Domingo Perón– pero Fernández logró salir del vehículo y escapar.
El excomisario bonaerense ya fue condenado en 2011 por el secuestro y los tormentos que sufrieron Muniz Barreto y Fernández en Escobar, pero no fue juzgado por homicidio, ya que había sido sobreseído por ese delito durante la instrucción de la causa. "Luego de un largo proceso judicial, se revirtió esa decisión en la Corte Suprema de Justicia y ahora deberá responder por su responsabilidad en el asesinato", sostuvieron desde la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación.
Durante la dictadura, Patti fue jefe de la Comisaría de Escobar de la Policía Bonaerense, desde donde comandaba grupos operativos de la Unidad Regional de Tigre. En democracia, se desempeñó en varias dependencias policiales y, tras su retiro de la fuerza, se volcó a la política con "un discurso basado en la mano dura y la represión", señalaron desde la cartera encabezada por Horacio Pietragalla Corti mediante un comunicado.
También fue intendente de ese partido del norte del conurbano bonaerense entre 1995 y 2003 y luego fue electo diputado nacional en 2005, aunque su asunción fue impugnada por la gran mayoría de la Cámara por las denuncias sobre su accionar durante la dictadura.
En 2008, la justicia federal pidió su desafuero y luego quedó detenido por crímenes de lesa humanidad. Desde ese momento fue condenado en tres juicios por graves violaciones a los derechos humanos durante el terrorismo de Estado y en todos recibió la pena de prisión perpetua.
El crimen
Muniz Barreto y Fernández fueron trasladados a Entre Ríos desde "El Campito", donde se encontraban secuestrados desde febrero, el 6 de marzo de 1977 a la madrugada.
En el kilómetro 126 de la Ruta Nacional 18, los integrantes del grupo de tareas que realizaban el operativo les aplicaron un tranquilizante a los detenidos con el fin de adormecerlos, Luego los introdujeron en un Fiat 128 propiedad de Fernández y arrojaron el vehículo al arroyo Moreyra para terminar con sus vidas, simulando un incidente de tránsito.
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Muniz Barreto murió ahogado. La dosis inyectada a Fernández, de gran contextura física, no llegó a dormirlo, aunque la víctima simuló hacerlo. De esta forma, logró escapar del auto y sobrevivir. Luego fue hallado por la policía, a quienes contó que había sufrido un accidente para evitar caer nuevamente en las manos de quienes lo habían secuestrado, torturado e intentaron matarlo.
Fernández declaró todo lo que había ocurrido ante un escribano en Argentina y luego se exilió en Europa, donde murió años después. Su declaración es parte de las pruebas que existen sobre este caso.