Con más de 50 años de profesión, José María Armándola es una figura destacada en el ámbito inmobiliario de Entre Ríos, conocido por ser un impulsor clave de la colegiación de corredores inmobiliarios en la provincia y en el ámbito nacional. Estuvo al frente durante casi 30 años, y su participación en la consolidación de institutos modernos a nivel nacional.
José María Armándola: "Les diría a los colegas que vivan sin miedo a arriesgarse"
José María Armándola desempeñó un papel fundamental en la creación y consolidación del Colegio de Corredores Públicos Inmobiliarios de Entre Ríos.
José María Armándola: "Les diría a los colegas que vivan sin miedo a arriesgarse"
José María Armándola: "Les diría a los colegas que vivan sin miedo a arriesgarse"
José María Armándola no se considera una persona inactiva en su actividad. Le gustan los desafíos y eso lo fue formando a lo largo de su vida. Hace cinco años atrás quedó viudo pero muy bien acompañado de sus hijos con quienes formó una sociedad.
Comienzos
El empresario paranaense José María Armándola comenzó sus estudios en el Colegio La Salle de la capital provincial. A los 11 años ya sabía sobre el precio de cotizaciones en los espacios del Centro, Parque Urquiza y la zona de Cinco Esquinas. Armándola fue criado por su abuela y sus tíos: "Mi lugar de juego era la Escribanía de mi tío. Si no estaba ahí, estaba en la peluquería de mi tia 'Matilde. El lugar donde iban la mayoría de las mujeres de Paraná". Y así comenzó su fascinación por los negocios inmobiliarios, con la enseñanza de su tía para hacer relaciones sociales y la forma en la que su tío desempeñaba su trabajo. Luego empezó a estudiar abogacía, realizó el 50% de la carrera pero su corazón estaba en la Escribanía: "En ese momento, los negocios inmobiliarios y los préstamos de dinero pasaban por la escribanía. La gente en vez de hacer plazos fijos, pedía hipotecas. Pero eso no me interesaba, me dediqué a la parte inmobiliaria". Allí sucedió lo que suele ocurrirle a los jóvenes al comenzar un trabajo: empezó a ganar dinero trabajando con su tío y decidió dejar los estudios. Sin embargo, siempre quiso incluir el trabajo práctico con el intelectual, así que con mucho esfuerzo estudió Escribanía y luego comenzó la carrera de Auxiliar de Comercio (lo que hoy se conoce como corredor inmobiliario): "Dediqué gran parte de mi vida a esa transformación. Respecto al nombre, no era una actividad comercial, era una actividad profesional".
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Colegio de Corredores Públicos Inmobiliarios
"Trato de no estar involucrado en el Colegio; de todas maneras siempre alguna relación tengo, pero lo doy como una etapa totalmente cumplida", comentó Armándola en diálogo con Radio La Red Paraná (88.7). Dejó la conducción del colegio tras casi 30 años, aunque su hija, María Paula Armándola, lo sucedió en el cargo: "Me genera mucha satisfacción de que continuara ella con la parte institucional y que consiguió darle una renovación al exigir la carrera de grado en Entre Ríos". Es así que la provincia es la única del país que tiene este requisito, el cuál es considerado por el sector una forma de conseguir la jerarquización y profesionalización que se ha buscado durante todas las décadas de trabajo en el Colegio.
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Gran familia
En ese sentido, el empresario inmobiliario más reconocido de la región, dijo que en su momento hubo mucha gente que no se quería colegiar porque "les gustaba estar en un ámbito de libertad", pero finalmente y con mucho esfuerzo lograron que sea necesaria una matrícula para ejercer. Sin darse cuenta, instituyeron uno de los logros más importantes en la región. Armándola reflexionó sobre la relación entre los colegiados y dijo que prevalece la lealtad comercial: "Tratan de hacer negocios, pero sin pisarle el palito del lado y si le pueden dar una mano se la dan". Es por eso que considera que el Colegio también sirve para que los colegas se reúnan, se acerquen y trabajen en conjunto.
Una larga trayectoria
Armándola lleva más de 50 años en la profesión que tanto ama. 50 años en los que se han vivido diversas crisis con sus respectivas variantes económicas. Él no se considera una persona "retirada" del rubro aunque toma sus recaudos para poder llevar una vida más tranquila. "Hoy les diría a los colegas que sigan sus pasiones, que se arriesguen, que vivan con libertad, que no tengan miedo de lo que pueda pasar", reflexionó respecto al área económica que tiene sus vaivenes en la Argentina: "Los logros económicos no son los mejores recuerdos que nos quedan, sino todo aquello que hicimos aun con miedo. Porque te ayuda a seguir la pasión con mucho control mental". El empresario considera que los corredores inmobiliarios son "a todo terreno" por esta gran virtud que los caracteriza: "Cada movida es una apuesta porque hay que aconsejar para un desarrollo inmobiliario realmente. El análisis que vos podes hacer hoy, no tenes la menor idea si va a ser la verdad de mañana", explicó a UNO y dijo que aunque los profesionales tengan gran cantidad de estudios en el tema, el país tiene inestabilidad económica y por eso es todo un desafío.
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"Hasta el último día de mi vida voy a sentir pasión por esto que hago. Me gusta mucho una reflexión que tiene un amigo mio que dice que la muerte me encuentre vivo. No hay que morirse antes de tiempo porque quien dice 'No tengo más nada que hacer', '¿Para qué voy a salir con mis amigos? o '¿Para qué voy a tener una pareja o buscar el amor?' En mi caso, gracias a Dios lo encontré. Creo que eso es la vida. Vivo hasta el último segundo", finalizó.














