Gloria Camacho Colmenarez tiene 53 años y hace siete meses que vive, trabaja y sueña en Paraná. Llegó junto con su esposo desde Puerto Ordaz, sede de empresas mineras, siderúrgicas e hidroeléctricas de Venezuela que, según contó, hace años atraviesan una crisis terminal. Su compañero de vida, Francisco, es ingeniero metalúrgico que vio poco a poco cómo su salario se fue esfumando. El ahogo económico, la inseguridad y las restricciones a las libertades individuales fueron motivos centrales para salir del país de Simón Bolivar y trasladarse más de 6 mil kilómetros hasta Paraná.
De Venezuela a Paraná: la travesía de una familia en busca de un nuevo futuro
La familia Colmenarez emigró desde Venezuela a Paraná debido a la crisis económica, inseguridad y restricciones a las libertades en su país natal.
Por Gonzalo Núñez
En el marco de la jornada de protesta global contra el dictador Nicolás Maduro y por resultados electorales transparentes en Venezuela, Gloria y su familia se congregaron en la Plaza 1 de Mayo al grito de "libertad". Fueron poco más de 20 personas, de los cuales 13 son parte de la familia Colmenarez. La mayoría llegó a estas costas antes que ella. Los primeros en pisar suelo paranaense lo hicieron en 2017.
Su hija, Franshesca Colmenarez, tiene 31 años, es casada y tiene dos hijos nacidos en estas tierras. La mujer llegó a la localidad hace seis años y se dedica al maquillaje profesional. Este sábado fue una de las voces en la manifestación. Allí, dijo: "Nos duele un montón nuestra gente y nuestra tierra. Le pedimos que no paren de orar por los que sufren, mueren y están peleando. Damos gracias por todo el amor que nos han estado dando. Si no fuera por Argentina, muchos países hubiesen callado. Gracias argentinos por el apoyo, el amor y el recibimiento".
Gloria, su madre, contó a UNO cómo surgió la idea de emigrar a Paraná. "Fue a mi a quien le presentaron la oportunidad de venir a Paraná. Fue una amiga. Me dijo: 'Vénganse, no quiero que ustedes sufran'. En ese momento veía a mis hijas y sus esposos trabajar desde muy temprano para sólo satisfacer una pequeña necesidad, como era comprar un pedacito de queso. Eso me ocasionada dolor y tristeza. En una oportunidad, mi hija me dijo: 'mami, no sé qué hacer'. Estaba desanimada completamente. Ahí dije que era preferible que salgan ellos".
Y continúo: "Salieron ellos y luego le dimos la oportunidad a mi otra hija, junto con su esposo y sus dos bebés muy pequeños. Le apoyamos económicamente. Nos quedaba otro hijo. Él deseaba quedarse para acompañarnos. Con mucha tristeza, el año antepasado lo impulsamos a salir. Le dijimos que allí no había nada y que nosotros podíamos aguantar, que habíamos realizado parte de nuestros sueños, pero ustedes y sus niños no tienen futuro en este país. Con el dolor de nuestra alma, vimos partir a nuestros hijos con sus esposos y nuestros nietos. Finalmente, decidimos irnos también".
A pesar de la distancia, Venezuela está muy presente en Gloria, que es oriunda de Barquisimeto, ubicada en la zona centro-occidental del país. Gran parte de su familia aún se encuentra allí y por ello sigue de cerca los acontecimientos en torno a las elecciones presidenciales. "La situación venezolana es más fuerte que lo que les han contado. Hemos superado muchísimas etapas. El venezolano se hizo presente en el mundo, porque el mismo Dios nos ha sostenido. Realmente seguimos orando para que en algún momento el pueblo de Venezuela goce de libertad", expresó.
También comentó que no tiene dudas de que hubo fraude electoral por parte de Nicolás Maduro, en perjuicio del candidato opositor Edmundo González Urrutia. "La victoria era segura. Sin embargo, la gente en Venezuela es amenazada a votar por el gobierno. De lo contrario es despedida de sus trabajos. El pueblo salió a manifestar su voto y aún así está totalmente dolido porque ve su futuro sin esperanzas", lamentó.
LEER MÁS: Muchos venezolanos eligieron Paraná para forjar su futuro
Enamorados de Paraná
En Paraná, la familia Colmenarez impulsa un emprendimiento de comida venezolana que es un éxito en cada feria en la que participan. "Nuestra hija empezó un emprendimiento de comida venezolana. Fue poquito a poco. Nosotros llegamos como impulsadores. Yo tengo experiencia en comercio. En las ferias nos encuentran en todo momento; siempre andamos todos juntos. Gracias a Dios nos ha ido bien y hemos cubierto nuestras necesidades también y nos alimentamos totalmente diferente", contó Gloria.
"Estamos enamorados de Paraná. Nosotros somos una familia cristiana. No llegamos buscando riquezas, sino poder estar con nuestra familia y salir a algún parque con tranquilidad. En Venezuela tú andas con un teléfono y, en cualquier momento, se para un motorizado y te quita todo. A partir de las seis de la tarde, corrés riesgo de que cualquier persona te dé un tiro. Nosotros vivíamos en estado de zozobra. Es por eso que aquí nos sentimos bien. Paraná nos abrió las puertas y su corazón", destacó.
Y agregó: "Hemos visto la satisfacción de salir tranquilos y tener derechos a cualquier comida que nos gusta. La gente nos dio muchísimos cariño y eso se lo agradecemos profundamente".
Una travesía de cinco días
La idea de emigrar a Paraná rondaba todos los días en la mente de Gloria y Francisco. Sus hijos ya habían echado raíces en Paraná y era el momento de ellos. Hacerlo no fue fácil. Vendieron sus pertenencias y abandonaron sus trabajos. "El dinero que juntamos nos alcanzó para los pasajes", reveló Gloria.
Fueron cinco días de viaje. Exactamente recorrieron 6.200 kilómetros. Partieron desde Puerto Ordaz en colectivo hasta Brasil y de allí hasta Argentina. "Nosotros vinimos rasguñando, juntando de a poquito el dinero. Salimos de Puerto Ordaz, que es donde vivíamos, agarrando un colectivo hasta Boa Vista, Brasil. Desde allí, agarramos un avión que hace escala en varias partes. Es un avión más económico. De allí llegamos a Foz de Iguazú y de ahí pasamos la frontera. De Puerto Iguazú nos vinimos en colectivo hasta aquí. El trayecto es de unos cinco días. De hecho, nuestras maletas se partieron todas y muchas cosas que traíamos se perdieron. Nosotros aquí nos vinimos sin nada".
Finalmente, Gloria reflexionó sobre los beneficios de Argentina: "Muchas veces el pueblo de Argentina no sabe todas las bendiciones que tiene. Aquí se puede comer y para nosotros era difícil. En Venezuela, por lo menos, mi esposo tenía un trabajo. Como profesional ganaba cierta cantidad. Pero hay mucha gente que no tiene, es decir, su comida es una olla de arroz para todo el día".