El consumo de carne vacuna en Argentina cae a niveles sin precedentes. Los clientes preguntan precios, combos y promociones y en muchos casos recurren a la carne picada como opción económica que además les permite diversificar el menú. Según el empresario Alberto Samid el hecho de que por primera vez en la historia se venda más pollo que carne de vaca responde a un cambio de hábitos forzados “por una economía que golpea directamente el bolsillo de los consumidores”. En diálogo con UNO aseguró: "Mes a mes vendemos menos. Que a los argentinos les falte para comer es el límite y el problema no es el precio del producto, son los salarios".
Caída del consumo de carne: comerciantes advierten que el problema son los salarios
La situación económica del país impactó de lleno en el consumo de carne vacuna. "El día 15 los jubilados ya no tienen más plata", dijo el empresario Alberto Samid
Por Valeria Girard
Foto: Archivo UNO
El empresario fue categórico y aseguró que la tendencia a la baja del consumo se observa incluso en sus "mercados de abaratamiento", que ofrecen ventajas como el descuento del 40% de la Cuenta DNI de la provincia de Buenos Aires. "Si nos pasa a nosotros, se imagina los otros negocios que no tienen esa ventaja", reflexionó y describió un panorama desolador para el comercio minorista.
El problema de fondo, según Samid, no es que la carne esté cara en sí misma, sino que "los salarios son miserables en nuestro país". Sostuvo que con los ingresos actuales de trabajadores y jubilados, todos los alimentos son caros, desde la carne hasta el azúcar, la yerba o la fruta. "No es la carne que es un problema y lo demás está todo bien, está todo mal", afirmó y lo atribuyó a la crisis a la política económica del gobierno actual.
La situación económica del país impulsa a las familias a buscar alternativas más económicas que la carne vacuna, incluso al reemplazo por carne de pollo o cerdo.
El drama en las carnicerías y en la mesa de los jubilados
La crisis se manifiesta en escenas cotidianas. En las carnicerías, lo único que se vende con cierta regularidad es la carne picada, ya que la gente la utiliza para "solucionar el día a día". Sin embargo, ni siquiera este recurso está al alcance de todos durante todo el mes. Samid describió una realidad cruda: "El día 15 los jubilados ya no tienen más plata".
Pasada la mitad del mes, un pedido como "dame 1.000 pesos de picada" se vuelve común, una cantidad que "no es absolutamente nada".
Este desplome del consumo interno ocurre en un país que es el tercer productor de carne del mundo, solo por detrás de Estados Unidos y Brasil. La paradoja es evidente: una potencia alimentaria con capacidad para alimentar a una población diez veces mayor, donde los jubilados no pueden llegar a fin de mes comiendo adecuadamente.
Más cara que en París
Leonardo Rafael, presidente de la Cámara de Matarifes, en una entrevista con Radio Rivadavia habló del desfase de los precios respecto al mercado internacional. Citó un ejemplo reciente: "El kilo de buen asado acá vale entre 12.000 y 15.000. ¿Cómo puede ser que en el país de las vacas la carne la paguemos más cara que en París?". El presidente de la Cámara atribuyó esta distorsión al estado de la moneda local, argumentando que "acá tenemos un problema. Estamos caros nosotros internamente, no es solamente la vaca, estamos la moneda, la moneda nuestra". Además, el escenario de "incertidumbre tremenda" de los últimos meses generó una corrección a la baja en las ventas, llevando a los consumidores a ajustar drásticamente el presupuesto destinado a la compra.
Rafael confirmó la fuerte disminución del consumo de carne vacuna, impulsada por la búsqueda de productos más accesibles y en coincidencia con Samid dijo: "La realidad que el bolsillo... hace que no quiera comer carne o que haya adoptado otro consumo totalmente diferente... Hay muchas carnes hoy que acompañan como la carne del cerdo, la carne del pollo, que sabiendo que no rinde lo mismo, pero que es más barato, es un punto de nutrición en la mesa".
Un futuro incierto
El panorama a futuro no es alentador. Además de la caída en el consumo, Samid advirtió que el stock ganadero del país está en retroceso, habiendo pasado de 55 a 50 millones de cabezas, mientras que los países limítrofes como Uruguay, Paraguay y Brasil aumentan su ganado año a año.
Con esta perspectiva, el empresario sentenció con una frase lapidaria que resume el sentir de muchos: "Estamos mal y vamos peor". Según él, la salida no vendrá de un gobierno que "no habla de trabajo, no habla de producción, habla solamente de pedir plata", sino de un cambio de rumbo político en las próximas elecciones
"El carnicero que vendía tres reses por día, hoy no vende una. Es impresionante como bajó la venta. No hay dinero en la calle. La gente te pide por montos exactos, de 3.000 4.000 pesos y lleva carne picada, aguja o puchero. Los cortes más baratos salen, los otros no", contó a UNO Fabián Girard, carnicero de Paraná y trabajador de la Cooperativa de Provisión de Carniceros de Paraná
Precios en Paraná
- Asado: $13.000
- Carne Picada: $9.500
- Aguja por kilo: $7.500
- Puchero: $7.500
- Pulpa por kilo: desde $12.000