El déficit habitacional en el país genera un universo cada vez más nutrido de personas que deben alquilar para contar con una vivienda, y esto impacta en la oferta de inmuebles, que en Paraná se profundiza en la actualidad con la demanda de estudiantes que están cursando o van a comenzar una carrera universitaria.
Alquilar un departamento es una odisea ante la escasa oferta
Muchas ya lograron cerrar contrato en noviembre o diciembre, o incluso antes, ya que se volcaron a la búsqueda de un departamento o monoambiente con anticipación con tal de asegurarse un lugar para vivir, atentos a la escasez de propiedades disponibles en la capital entrerriana. Los que se demoraron, hoy enfrentan el desafío de poder encontrar algo.
Numerosas inmobiliarias aseguran que los más solicitados son los departamentos de un dormitorio, pero la oferta de este tipo de inmuebles es casi nula. “No hay disponibilidad, y cuando ingresa alguna unidad, enseguida se reserva. Tenemos listas de espera de gente que se anota para que le avisemos cuando se desocupe algo”, confirmó a UNO Matías, de una inmobiliaria local, quien afirmó: “Ya desde diciembre y enero había faltante de productos, porque es mucha la demanda, y todavía quedan afuera muchos estudiantes que no encuentran qué alquilar. Hay gente del interior que por ahí venía a ver si había algo disponible y si encontraban un lugar, enseguida definían y lo dejaban reservado, porque si te demorás un día y te lo reservó otro”.
Asimismo, manifestó: “Listas de espera hubo prácticamente todo el año pasado, porque no hay tanto recambio de inmuebles, y se da que los inquilinos que ya están alquilando algo, prefieren renovar. Por otro lado, la oferta se restringe al no haber obras nuevas. Hay algunas en construcción que no se han terminado todavía y esto también afecta la oferta”.
Mauro Maidana, corredor inmobiliario, concordó: “La demanda de alquileres para estudiantes en esta época del año es alta, y cabe señalar que la oferta es muy baja. Hay escasez de disponibilidad”.
María Paula Armándola, presidenta del Colegio de Corredores Públicos Inmobiliarios de Entre Ríos, explicó que el hecho de que los contratos duren tres años en la actualidad impacta en la disponibilidad de departamentos para alquilar, y sostuvo: “Además de la falta de rotación, se nota la ausencia de construcción de unidades nuevas. Eso está muy relacionado a la macroeconomía. Construir es un proyecto a largo plazo y tiene lo costos atados al dólar: en este contexto hay muchos materiales, como el hierro por ejemplo, cuyo valor que está relacionado a la divisa, y cuando hay que estimar un costo de un edificio que va a llevar más de 12 meses construirlo, es complicado, porque no sabés a cuánto va a estar el dólar mañana”.
A su vez, analizó: “El panorama es complejo para los inquilinos, ya que sigue habiendo faltantes, y por otra parte para quienes ya están alquilando, porque están sujetos al Índice para Contratos de Locación (ICL), que tiene en cuenta en partes iguales las variaciones mensuales de la inflación y los ingresos”, dijo, en referencia al cálculo de aumento anual que se hace de acuerdo a lo estipulado por la Ley de Alquileres, que hasta ayer era del 88,27%: por ejemplo, si alguien estaba pagando 40.000 pesos mensuales de alquiler, al cumplirse un año pasa a abonar 75.307 pesos.
Sobre este punto, Armándola reflexionó: “Si bien el índice se actualiza con este promedio entre la inflación y los salarios, los precios de los alquileres no se actualizan al ritmo de la inflación. Para los inquilinos sigue siendo alto el incremento si consideramos el poder adquisitivo, y para el propietario es ingrato que sus ingresos permanezcan fijos durante un año en un país con inflación”.
Costos
Acerca de los valores actuales del mercado, corredores inmobiliarios consultados por UNO señalaron que un departamento céntrico de un dormitorio arranca en los 50.000 pesos en adelante, dependiendo de la ubicación, los metros cuadrados y las particularidades de la construcción.
Para ingresar, el inquilino debe afrontar el mes de alquiler, el sellado y el contrato. Si por ejemplo alquila una unidad que sale 50.000 pesos mensuales, debe contar con 165.200 pesos en total: para calcular el sellado se considera este monto por la duración del contrato, que es de tres años, y de 1.800.000 pesos que es el resultado, se estima el 1,4% de sellado, o sea que abonará 25.200 pesos por este concepto; más un 5% de honorarios de la inmobiliaria, que suman otros 90.000.
Ante la falta de disponibilidad de unidades habitacionales, cumplir con los requisitos para celebrar el contrato es clave para ingresar, y Armándola comentó al respecto: “Hay lista de espera y la inmobiliaria debe muchas veces decidir a quién llamar para avisarle que entró un departamento, y generalmente se llama a quien cumple mejor todos los requisitos desde el vamos. Si yo estoy buscando alquiler prestaría atención a este tema y si encuentro algo, cerraría. Porque por ahí la gente está acostumbrada a definir con tiempo una operación de este tipo, pero hoy al haber tanta escasez los tiempos son mucho más acelerados. Mi recomendación para los inquilinos que estén buscando es que vayan ya con toda la carpeta armada con los garantes y demás”.
En el caso de los estudiantes que optan por una residencia estudiantil por no conseguir departamento, la situación es similar y también les está costando hallar lugares disponibles. En una residencia céntrica contaron a UNO que tienen cubiertos los cupos desde noviembre y también tienen una extensa lista de espera: “Cobramos 17.400 pesos la habitación compartida pero no tenemos nada disponible. Habitación individual tampoco tenemos y sabemos que no hay desocupadas en ninguna de las residencias Paraná, porque mucha gente me llama y me pregunta”, aseguró a UNO la responsable del espacio, quien concluyó: “Hoy en día para los estudiantes está muy difícil conseguir un lugar para vivir”.