A nivel nacional, la acuicultura terminará el año con una producción récord de más de 8.000 toneladas, según informó la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura de la Nación. En 2022 fue de 6.022 toneladas, un 96,2% más respecto de las 3.069 toneladas que se habían obtenido en 2021, lo que demuestra su crecimiento exponencial.
Acuicultura: en Entre Ríos apuntan a producir a mayor escala
Por Vanesa Erbes
Se trata de una actividad que consiste en el cultivo de especies acuáticas para consumo en criaderos diseñados para tal fin. A nivel mundial, su contribución a la producción pesquera total pasó de representar el 27,2% a principios de los 2000, al 54% en 2022, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
En la Argentina la actividad se sustenta principalmente en la cría de trucha arcoiris y de pacú, que en conjunto explican más del 80% de la producción nacional.
En Entre Ríos existe una producción que se afianza, si bien todavía es a muy baja escala respecto al volumen total registrado a nivel país. “En la provincia hay entre 12 y 15 personas haciendo algo de acuicultura. Sigue siendo muy baja la cantidad de productores. Y en cuanto a volumen, entre los productores que nos compran a nosotros alevines y juveniles, estamos cerca de las 10 toneladas o 12 toneladas de pacú al año, que se destina para consumo interno de Entre Ríos; es venta local para restaurantes de los pueblos principalmente”, señaló a UNO Sebastián Almará, quien trabaja en el tema hace 17 años y es pionero en Entre Ríos, con una importante producción de pacú en Concordia, y de alevines y juveniles que vende a productores de distintas provincias.
A su vez, comentó: “El pacú sigue siendo lo que más se produce y después hay otras especies también que se están incorporando, como el amur, que es un pez herbívoro de una variedad de la familia de las carpas, pero no es la común que se ve en el río; esa especie se produce mucho porque es rústica, entonces no tenés tantos problemas de aprendizaje, tolera diferentes temperaturas, entonces es como un caballito de batalla para el que empieza”.
Con respecto al crecimiento que se registra a nivel nacional, aclaró: “La actividad a nivel país crece por dos empresas grandes que han invertido mucho. Una está en el sur con truchas y está exportando, creo que a Estados Unidos; es un emprendimiento muy grande e invirtieron unos 25 millones de dólares. Y después la otra gran empresa está en el norte, y también tiene mucho capital y exporta”.
Con respecto a la región, Almará explicó por qué en Entre Ríos la actividad avanza a pasos lentos: “Es muy difícil para los productores chicos comenzar, porque es una actividad que lleva tiempo, necesita conocimiento y mucha inversión. Y todavía hay muchas zonas grises en cuanto a la faena y la comercialización. Entonces, por ahí es muy difícil todavía el despegue de más cantidad de emprendimientos de este tipo”.
Por su parte, Pablo Gudiño, coordinador de Pesca y Acuicultura de la provincia, contó que desde el sector público buscan afianzar las bases para que esto se revierta. En este sentido, recordó a UNO que en 2021 Entre Ríos adhirió a la Ley Nacional 27.231 de Desarrollo Sustentable del Sector Acuícola, y refirió: “Hace muy poco tiempo que hemos normalizado la actividad y hay gente que se está incorporando, pero hay todo un trabajo que estamos desarrollando y que hay que continuar para que crezca. Tenemos como referencia el emprendimiento de Sebastián Almará, y después hay estaciones experimentales, pero nos va a llevar mucho tiempo empezar a generar una producción a mayor escala, que esté acorde a lo que produce Chaco, Misiones, el sur de nuestro país”.
En este marco, coincidió en que la producción acuícola y la exportación registra volúmenes importantes sobre todo en el sur del país, con la trucha en Neuquén principalmente. “Trabajan con grandes volúmenes porque ellos ya tenían un mercado, como el europeo. A nosotros como provincia nos pasa también igual que a Santa Fe, que estamos todavía en un escalón de inicio, de pequeños volúmenes, a un nivel prácticamente de producción familiar”, dijo, y observó: “El productor más firme es Almará, porque él está haciendo producción desde el inicio y hace todo el ciclo, desde la reproducción de alevines”.
Asimismo, precisó: “En la provincia hemos logrado generar las condiciones a través de la adhesión a la ley nacional para la normalización de los emprendimientos. Desde la Dirección de Recursos Culturales se está acompañando a los productores, sumándonos a la cadena nacional del Ministerio de Agricultura, trabajando en conjunto. Estas son las bases necesarias para que en las próximas gestiones de gobierno las incorporen como política de Estado y las lleven al nivel de la producción. O sea, que empiecen a invertir desde la provincia con capitales nacionales, tanto públicos como privados, acompañando a los productores”.
A su vez, recordó que a partir de 2020 se comenzó a afianzar la actividad y a poner a la provincia en el mapa nacional, a través de la visión y el trabajo con los productores: “Ya en 2018 se contemplaban las bajantes del río, los cambios climáticos, la denuncia de grupos ambientalistas que advertían que está en riesgo nuestra producción ictícola. Y se empezó a trabajar con los frigoríficos y los pescadores artesanales, con su actividad de pesca extractiva, y procurando buscar el equilibrio se entendió a la acuicultura como una alternativa válida”.
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Sobre este punto, expresó: “A nivel mundial tenemos un 50% de consumo de pesca extractiva y 50% de la acuicultura, según referencia la FAO. Nosotros estamos lejísimos, porque tenemos 99% de pesca extractiva, pero estamos apuntando a dejar las bases para revertirlo. A esto ya lo sabe el sector comercial y los mismos pescadores, y los futuros gobiernos tienen que continuar este trabajo y apuntar a incorporar a la acuicultura en su agenda”.
Por último, destacó que en este proyecto también se trabaja desde el ámbito educativo, formando profesionales en la materia en la carrera tecnicatura en Acuicultura que se dicta en Diamante, que depende de la Facultad de Ciencia y Tecnología de la Universidad Autónoma de Entre Ríos; y con una experiencia educativa que promueve la actividad en la Escuela Agrotécnica N° 2 de Federal. “Queremos que las escuelas agrotécnicas ya tengan el conocimiento y surja desde ahí una nueva generación de acuicultores”, concluyó Gudiño.