El anuncio de la presidenta Cristina Fernández en Tucumán sobre la producción de alconafta reabrió una vieja polémica sobre su implementación. No es nueva, hace 30 años se vendió en unas 12 provincias del país y una de ellas fue Entre Ríos. Mecánicos sostienen que en aquella época la experiencia fue complicada al principio: se fundieron y derritieron todas las gomas y los diafragmas de los tanques y de los carburadores; luego encontraron soluciones. Aparecen dudas y algunas respuestas sobre las posibilidades de este combustible en motores con sistema de inyección.
La iniciativa de hacer alconafta volvió a abrir una vieja polémica
En el acto por el 197º aniversario de la Declaración de la Independencia, la Presidenta anunció la posibilidad de comenzar a producir alconafta de caña de azúcar al registrarse una sobreproducción de esa materia prima en un contexto de precios internacionales muy bajos. El hecho abrió una vieja polémica porque trajo el recuerdo de mecánicos de Paraná que en esa época, debieron abrir “hasta los domingos”.
El mecánico Hugo Albornoz, del barrio La Floresta, dijo a UNO: “La solución se encontró en aquella época, pero todo lo derivado del caucho era contraído, no aguanta. Sobre todo unas gomas en la bomba de nafta, el diafragma. Se tenía que cambiar todo lo que era de goma y se ponía un sintético especial; una especie de material gris en su lugar”.
Por su parte, José Comar, mecánico desde los 17 años -hoy tiene 58- dijo sobre su experiencia con la alconafta: “Cuando llegó a Paraná había que cambiarle el diafragma a la bomba de nafta y al carburador porque se deshacían; se derretían. No sé ahora con los materiales que hay, creería que los coches nuevos lo aguantarían porque se ha superado mucho esa tecnología”.
En los nuevos
Consultados por los autos de motor a inyección las opiniones son similares: deberían andar bien, pero se debe probar para estar seguros.
De todos modos uno de los mecánicos que trabaja en el taller de Albornoz sostiene que en los vehículos que provienen de Brasil hay una especie de ficha, que es un convertidor de nafta a alconafta para el motor. “Lo das vuelta y anda. Produce un avance automático en el motor, es por el octanaje”, aseguró Albrnoz frente a un Corsa con el capó abierto.
“Los autos nuevos no tienen porqué tener problemas con la alconafta, aunque son más refinados. Habría que probar qué efecto hace la combustión adentro, yo diría que va a andar, pero hasta que no se prueba no se sabe. Todo lo que sea a carburación se le cambian las gomas y listo”, agregó.
Como sea, los mecánicos consultados trabajaron con vehículos desde antes de la década del 80 y conocen la experiencia del uso de alconafta. Sin embargo, en sus propias palabras, habrá que probar primero en los autos nuevos para conocer los resultados.
Un valor agregado
En el anuncio realizado en Tucumán, la Presidenta dio cuenta de que el Estado nacional destinará unos 60 millones de pesos para ayudar a unos 6.000 pequeños productores de caña de azúcar de menos de 15 hectáreas.
“Vamos a necesitar agregar más valor al azúcar, porque del azúcar, si no, nos van a manejar el precio desde afuera, es un precio que no lo podemos poner nosotros”, dijo Cristina Fernández en la ocasión. Fue en ese marco que instó a este sector a sumar valor agregado para superar las dificultades que atraviesa. “Nos va a exigir también acuerdos con la industria automotriz, que ha ganado y gana mucho dinero también en la República Argentina”, destacó.
A unos cuatro autos por día les hacían un service completo
El plan de producir alconafta tuvo su origen en 1978 con la idea de adicionar etanol a la gasolina, pero su producción comenzó tres años más tarde. En 1981 generó un corte del 15% de alcohol etílico y el resto era nafta común. Aquellas provincias que se sumaban se beneficiaban con una exención del impuesto al combustible y tuvo durante el gobierno de Alfonsín su época de esplendor, aunque luego se dejó de producir y vender en forma gradual, en esa misma época.
Para los mecánicos no eran momentos fáciles pero sí de mucho trabajo, sobre todo durante los primeros meses de implementarse porque no todas las provincias vendían este tipo de combustible. “¡Lo que se rompían los autos de los porteños o de los cordobese! Era permanente. Te estoy hablando de Falcon, Renault 12, un Chevrolet; se les cambiaba el diafragma y después andaban”, dijo José Comar. “Además había que hacerles un service medio completo del sistema de nafta, te hablo de una época en que no había auto a gas y solo algunos vehículos se las bancaban de una”, agregó.
Contó también que durante los primeros meses se hacían cuatro o cinco autos por día.
“Laburábamos los sábados y los domingos. Había una vecina que le golpeábamos la puerta los domingos y vendía el repuesto de lo que necesitábamos. Estábamos hasta las 21. Para que tenga una idea, en una casa de repuestos hacíamos cola para sacar número, vendían todo lo que era carburación”, contó Comar.
De todos modos sostiene que un combustible con alcohol tiene un octanaje diferente, pero con el tiempo se encontraron que rendían lo mismo. “Seguro que si se hace esto hoy, alguna complicación va a traer. A lo mejor andan pero no como tienen que andar, por ejemplo a la computadora del auto va a haber que modificarla si el combustible no es correcto, lo mismo la potencia. Es todo cuestión de probarlo. Cuando salió la alconafta hubo meses en que no se conseguía de la común”.