Los otros sobrevivientes son el periodista radial Rafael Henzel y dos tripulantes bolivianos. El partido contra Palmeiras, campeón del Brasileirao, comenzaba a las 16H30 locales (18H30 GMT). En el minuto 71, el locutor del estadio pedirá a los espectadores levantarse y aplaudir, en homenaje a las 71 víctimas de la tragedia. Ese ritual debería repetirse en todos los partidos que el Chape juegue de local.
La ciudad de Chapecó se identifica plenamente con su equipo, pero el estadio, con un aforo de 20.000 espectadores, no estaba lleno, probablemente a causa del elevado precio de la entrada: 80 reales (25 dólares), en un país golpeado por la crisis y el desempleo.
La mitad de la recaudación se destinará a las familias de las víctimas y la otra mitad a la reconstrucción de club, que contrató a 22 jugadores para recomponer sus filas.
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