La Facultad de Ingeniería (FI) de la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER), está ubicada a las afueras de Oro Verde, sobre la ruta provincial 11. En esta institución, que se creó el 31 de octubre de 1984, se dictan dos carreras de pregrado que son las tecnicaturas universitarias en Medicina Nuclear y en Producción de Medicamentos. Respecto a las carreras de grado, se dictan tres: Bioingeniería, Bioinformática e Ingeniería en Transporte, sin descartar las maestrías y los doctorados, los cuales son muy importantes para el establecimiento. De esta manera, resulta que en este edificio, a diario se forman cientos de profesionales en ingeniería, informática y demás, para que con sus ideas innovadoras puedan solucionar los problemas tecnológicos y sociales que se presentan en el siglo XXI.
La Facultad de Ingeniería de la UNER, una institución que lleva la innovación en su ADN
Por Lucila Tosolino
Gerardo Gabriel Gentiletti, quien es decano de la FI-UNER y vicepresidente del Consejo Federal de Decanos de Ingeniería (CONFEDI), junto a Pedro Tomiozzo, secretario de Extensión de la FI-UNER, responsable de vinculación tecnológica de la institución y titular de la cátedra Emprendimientos tecnológicos, hablaron con UNO acerca de la última oferta académica de la Facultad: Ingeniería en Transporte. Además, bien predispuestos, dialogaron sobre la formación de los estudiantes, el campo laboral y la ola tecnológica en la que estamos inmersos.
Innovación en el ADN
Tanto Gentiletti como Tomiozzo coincidieron en que en la FI-UNER no se dictan carreras tradicionales sino "carreras que son del futuro, que van más allá". Así lo indicó el decano, quien agregó: " Bioingeniería es una carrera del futuro, que busca la innovación permanente. Y lo mismo pasa con la Ingeniería en Transporte y con Bioinfomática. Las tres carreras hacen a esta facultad protagonista en la tarea de innovar constantemente, de hacer todo el tiempo cosas nuevas".
"Nosotros como facultad nos autodefinimos como innovadores en las propuestas de educación que hacemos", apuntó Tomiozzo e indicó: "La propuesta y filosofía de esta facultad no es pensar en carreras tradicionales y en las necesidades que tenemos hoy, sino que siempre que se piensa o hace algo, se lo hace con una visión a futuro, con el punto fijo en las necesidades que se van a presentar de acá a los próximos 10 o 15 años porque estamos inmersos en un cambio constante y uno todo el tiempo tiene que actualizarse e ir por más. Tenemos que pensar en los problemas que se nos vienen, tenemos que formar gente que piense a futuro".
Mientras que el decano dijo: "Desde esta facultad tenemos una impronta social muy importante. En todo lo que es tecnología, tenemos varias motivaciones de que el desarrollo tecnológico se articule con un impacto y desarrollo social el cual sea sostenible y cuide lo ambiental".
"Nosotros tenemos que preguntarnos constantemente para qué hacemos lo que hacemos y cuál es su finalidad, su objetivo, y por eso nuestros ingenieros tienen una formación que tiene que ver con un compromiso social y actitudinal", amplió el vicepresidente del CONFEDI.
Al respecto, Tomiozzo contó: "Nosotros planteamos distintas estrategias educativas para la formación de quienes serán profesionales el día de mañana. Siempre nos estamos preguntando si los profesionales que preparamos para el mundo del trabajo es para que sean empleado o alguien que puede ser un empresario. Y es ahí en donde nosotros apuntamos, a que ellos sean emprendedores, que puedan formar su propia empresa y de esta manera puedan generen fuente de trabajo a otras personas".
"Lo que buscamos es que los estudiantes busquen cambiar el entorno en el que están. Nuestro alumnos tienen la particularidad de querer cambiar y sumar a la sociedad y es por eso que nosotros buscamos darles las herramientas necesarias para que identifiquen y solucionen problemas", aseguró Gentiletti, mientras que el secretario de Extensión de la FI-UNER dijo: "Además de formarlos muy bien en ingeniería, también les damos herramientas para que se desempeñen laboralmente. Estas herramientas tienen que ver con el liderazgo, el trabajo en equipo y que si se les presenta un problema, se motiven a buscar la solución y así haya un impacto social positivo".
El decano aseguró que buscan que lo estudiantes "vayan por más, que inventen, busquen soluciones y respuestas". "Somos una institución transformadora que busca generar impacto social y resolver conflictos del futuro. Queremos que la facultad dé servicios de alto nivel tecnológico y genere nuevos conocimientos a través de investigaciones e invenciones que surgan en nuestros laboratorios", indicó Gentiletti, quien es Titular de la cátedra de Robótica de la carrera de Bioingeniería.
"Nuestros estudiantes tienen actitud innovadora, buscamos que ellos rompan con los paradigmas establecidos y generen nuevos. Como docentes debemos motivarlos a que sean creativos e innovadores. Queremos que generen nuevas cosas", apuntó Tomiozzo al tiempo que señaló: "También buscamos que la facultad se alíe con los estudiantes y empresas para crear cosas nuevas y que cuando se presente un problema, haya una necesidad, entre todos se pueda buscar una solución. Siempre hay que apuntar a que el conocimiento se pueda volcar y sumar a la sociedad".
Ola tecnológicas
Actualmente, como sociedad estamos inmersos en una revolución tecnológica que cada vez será más fuerte. Al respecto, el decano señaló: "Hay una ola tecnológica que se impone y que tiene que ver con muchos cambios que están ocurriendo y de los cuales nosotros estamos al tanto es por éso que nuestras carreras permanentemente están actualizando sus contenidos y estrategias a nivel educativo y comunicacional".
"Tanto Ingeniería en Transporte como Bioinformática y Bioingeniería son carreras que en un punto se relacionan entre sí y tienen que ver con la innovación y el concepto de buscar soluciones del futuro", agregó el bioingeniero recibido en la FI-UNER y quien posee un Máster en Ingeniería Biomédica de la UAM, México.
"Desde la tecnología se puede solucionar todo, es por éso que nuestras carreras son fundamentales para el futuro. Con el tema de las impresoras 3D y las prótesis, ya podemos hablar de una solución médica y su impacto social. A ésto también se le puede sumar que ya se están imprimiendo órganos. Hay muchas cosas que están pasando y de las cuales tenemos que estar atentos a lo que se viene para así ir por más", contó Tomiozzo y dio como ejemplo los cambios que está atravesando el mundo automotriz, el cual incluye las motos eléctricas y autos eléctricos.
Respecto a los laboratorios de la FI-UNER, esos espacios de conocimiento, aprendizaje e innovación que son una cápsula creativa, Gentiletti contó que son veinte. "Tenemos el Laboratorio de Bioimplantes, de Bioelectricidad, de Biomecánica, de BioMEMS, de Cibernética, de Ensayo y calibración de Equipamiento Médico, de Fisiología y Biofísica, de Ingeniería en Rehabilitación e Investigaciones Neuromusculares, de Microscopía Aplicada a Estudios Moleculares y Celulares, de Ondas y Fotones, de Prototipado Electrónico y 3D, de Señales y Dinámicas no lineales y Laboratorio de Sistemas de Información".
Ingeniería en Transporte
Gentiletti contó que "la Ingeniería en Transporte es una carrera que dura cinco años, en 2016 se aprobó el plan de estudio y este año empezó a dictarse la carrera. Ya están abiertas la inscripciones para quienes quieran ingresar a estudiar el año que viene".
"Esta carrera surge desde el CONFEDI en 2014. Actualmente se está dictando en tres facultades de la Argentina; en la nuestra y en dos más", señaló Gentiletti y agregó: "La idea de esta carrera es que integre todas las modalidades del transporte que van desde su logística, su construcción y demás".
Resulta que esta carrera tiene el objetivo de aplicar los principios tecnológicos y científicos para la planificación, diseño, operación y administración de todos los modos de transporte con el fin de proveer un movimiento seguro, conveniente, económico y compatible con el medio ambiente de bienes y personas.
"Es por éso que la decisión de traer esta carrera acá es porque además de ser una ingeniería y porque esta facultad es de ingeniería, es porque de alguna manera Ingeniería en Transporte tiene mucho de las otras dos carreras de grado que damos acá, que son Bioingeniería y Bioinformática", apuntó el decano de la FI-UNER y agregó: "Si bien con Ingeniería en Transporte estamos empezando, ya avanzamos bastante en muchos ámbitos. Nos reunimos con la gente de Ingeniería Civil de la UTN, quienes se volvieron socios estratégicos en el desarrollo de esta carrera. Además hemos trabajado en jornadas de problemáticas del transporte en la región, ya que sabemos que hay muchos problemas que atender a nivel transporte tanto en el país como en la provincia".
"En Entre Ríos tenemos muchos problemas que solucionar debido a que es una provincia sumamente transitable tanto por tierra como por agua, ya que está entre ríos. De esta manera, que se dicte en la Universidad Nacional una carrera como Ingeniería en Transporte se vuelve muy importante", aseguró Gentiletti y es así que queda a la vista lo fundamental que se vuelve contar con profesionales formados para planificar las infraestructuras que contribuyan al crecimiento territorial con una visión estratégica, un enfoque integral, complejo y multidisciplinar de escala ampliada debido a que en la actualidad, el desarrollo tecnológico avanza muy rápido y su evolución está íntimamente ligada con la actividad del transporte.
Bioingeniería y Bioinformática
Además de Ingeniería en Transporte, en la FI-UNER se dictan dos carreras de grado: Bioingeniería y Bioinformática.
Al respecto, el decano de la casa de altos estudios explicó: "Bioingeniería se empezó a dar en 1985 y el plan de estudio fue actualizado en 2008. Esta facultad cuando empezó era la única que dictaba esta carrera en la Argentina y ahora son unas 12 facultades del país que la dan. Lo bueno, es que con esta carrera tenemos más de cien ingresantes por año, de los cuales se reciben más de la mitad, lo que representa todo un desafío universitario".
"Respecto a los graduados, tenemos más de 1.000, lo cual es muchísimo porque en el país habrá unos 1.600 bioingenieros y más de 1.000 son nuestros", agregó Gentiletti y continuó: "Hay mucha demanda local y extranjera de bioingenieros. Hay profesionales nuestros trabajando en Chile o países de Europa".
Sobre Bioingeniería, según informa la página web de la FI-UNER, esta es una de las disciplinas más jóvenes de la ingeniería en la que los principios y herramientas de la ingeniería, la ciencia y la tecnología se aplican a los problemas presentados por la biología y la medicina.
Respecto a Bioinformática, el decano de la FI-UNER contó que esta carrera se creó en 2006 y el plan de estudio se actualizó en 2013. "Esta carrera sólo se dicta en dos facultades de todo el país y actualmente tenemos unos 25 ingresantes por año", contó el profesional.
La página web de la FI-UNER, explica que la Licenciado en Bioinformática interviene en problemáticas relacionadas con las ciencias biomédicas aplicando la informática en el análisis, modelado y simulación de las estructuras y fenómenos observados en los seres vivos en los distintos niveles de organización.
Además de estar asociada a los programas de secuenciación y análisis de genomas de distintas especies, esta especialización cumple un importante papel en el análisis de cualquier tipo de datos biológicos, ecológicos, sistemáticos y bioquímicos con el soporte principal de programas informáticos (software).