Gracias, Gracias, Gracias. Gracias por esta indescriptible alegría. Se pasaron muchachos!!!. Es mucho más de lo que uno podía soñar como amante del balompié. La consagración fue mágica, emocionante, apasionante, única, como el fútbol mismo. Para el INFARTO!
Gracias Selección
Por Andrés Martino
La Selección Argentina de Fútbol se consagró en el Mundial de Qatar 2022 luego de vencer a Francia en los penales y el estallido Albiceleste se replicó en cada rincón del territorio nacional. Fue realmente impresionante y no es para menos.
Venimos de dejar atrás una pandemia, la economía no es la óptima, hay desempleo, inseguridad y muchas irregularidades más en un país que parece no encontrar un rumbo acorde a las necesidades que se tienen.
Es por eso que era injusto llegar a estas fiestas sin, al menos, una alegría como semejante. Y una vez más fue este apasionante deporte el que nos regaló este extraordinario momento que seguramente se extenderá en el tiempo. No se borra más.
También es cierto que el Mundial no arreglará lo que se hizo mal políticamente, pero si es cierto que le entregó al pueblo una felicidad gigante y que por muchos momentos hizo olvidar de lo mal que se la pasa en este suelo. Un reflejo de ello fue cómo salió la gente a la calle. Fue imponente el marco en cada ciudad del este suelo.
Pasaron 36 años y si bien era chico todavía tengo frescos los recuerdos de México 86. Yo saltaba en la cama, entre mis padres (Viviana y José), celebrando la copa, cantando, alentando, festejando. Maradona, Valdano, Burruchaga, Bilardo y compañía. Un equipazo, con huevos, fútbol y sentido de pertenencia. Como lo es este, el que dentro del campo comanda Messi y Scaloni fuera de el. La frase que dice “somos un gran grupo” a este plantel le calza como anillo al dedo. No hay egos, todos entendieron que había que tirar para adelante para alcanzar el objetivo. La sangre joven contagió a los viejitos (Lionel, Otamendi y Di María), el ánimo luego de tantas frustraciones cambió y finalmente se les dio. Justicia. No le debían nada a nadie, pero se lo merecían más que cualquier otro seleccionado. Y ni hablar de Messi. Este extraterrestre ganó lo que tenía que ganar, lo que es de su patrimonio. Nadie en este planeta lo merecía más que él. El fútbol se lo debía, pagó y ahora están a mano.
Pitazo final y ahí sí. Cataratas de sensaciones. Se me vino a la cabeza mi viejo que está en el cielo, mi familia (la de acá y la de Concepción del Uruguay), mis hermanos (Silvio y Emanuel) mis amigos del barrio (Aaatra III o el Brooklyn) con los que íbamos a patear al campito durante horas soñando con ser Maradona, mi club Los Toritos de Chiclana (lo más grande que hay), los amigos actuales, que gracias a Dios son muchos, con los que comparto esta pasión.
Se me vinieron muchas emociones juntas, muchas imágenes, muchos recuerdos, que son difíciles de explicar.
En la previa parecía que el corazón se me salía, no podía más. Lo vi con Vale, mi mujer y de a poco los nervios fueron mermando y más con semejante exhibición. Nos pusimos 2-0, tranquilos, pero la película se puso tensa. El guion tenía un poco más para dar en el final. Empate y penales. Sufrimos, lloramos y festejamos.
Por todo eso, gracias, gracias, gracias Selección. Somo campeones del mundo carajo!!!