El jueves 14 a las 20 en Casa Boulevard (Ituzaingó 80) se llevará a cabo el conversatorio "Poder, Amor y Dinero: tres líneas insoslayables. Análisis e intervención". Esta actividad estará coordinada por el reconocido psicólogo, analista institucional, grupalista e investigador rosarino Marcelo Dobry.
"Poder, Amor y Dinero: Tres líneas insoslayables. Análisis e intervención"
Marcelo Dobry, analista e investigador rosarino, brindará el conversatorio "Poder, Amor y Dinero: Tres líneas insoslayables. Análisis e intervención"
Por Fernanda Rivero
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"Poder, Amor y Dinero: Tres líneas insoslayables. Análisis e intervención"
El propósito es poner en tensión los temas fundamentales que afectan las dinámicas sociales, económicas y emocionales dentro de las instituciones. También analizar la compleja relación entre el poder, el amor y el dinero; que influencian desde las relaciones interpersonales hasta las decisiones institucionales. La actividad es organizada por la Secretaría de Extensión y Derechos Humanos de la Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales. A propósito de tu visita a la ciudad, el reconocido analista pasó por la redacción de UNO y brindó detalles del encuentro.
—Poder, Amor y Dinero. ¿Qué puede adelantarnos sobre el conversatorio?
—Hablo de conversatorio porque lo que pretendo es conversar. No es una exposición magistral sobre un tema sino conversar sobre de qué manera nos atraviesa el tema del poder, el tema del amor y el tema del dinero. Tres cuestiones que no podemos soslayar, no podemos hacernos los tontos, y aunque quisiéramos, no podríamos. Lo que quiero plantear es que todos tenemos una cuota de poder. Y a veces le adjudicamos a otros un poder que sólo lo detectan porque nosotros se lo otorgamos. El otro tiene lo que yo le adjudico. El tema de los amores es, por ejemplo, en cómo trabajamos mejor cuando nos sentimos bien con los compañeros. Cómo un ambiente amoroso facilita las dinámicas de trabajo y el ambiente laboral, la calidad de vida en el trabajo. Podría decir que el afecto nos afecta. Nosotros somos afectados por los afectos. Pero es algo complicado porque es un intangible, no aparece en ningún lado. No es una radiografía que nos habla de cómo estamos de los afectos. Sin embargo, generan muchos efectos en el trabajo, en nuestra vida cotidiana, en la pareja, en la relación familiar, y en los lugares donde nosotros nos movemos habitualmente, en un club, en un grupo de amigos. El poder, los afectos, yo le llamo amor porque me parece más provocativo. Y por último, lo innombrable, lo tangible y que produce muchos efectos intangibles, malestar, bienestar, incomodidades, competencias que a veces no remite solamente al dinero sino que también habla de reconocimientos, de prestigio. Y, además, te da una cuota de poder ser reconocido por otro. Pareciera que no es suficiente reconocerse uno, sino también es necesario que los otros nos reconozcan.
Conversatorio
—¿A quiénes está dirigido el encuentro?
—Al público en general, economistas, filósofos, artistas, pedagogos, psicólogos, educadores, trabajadores sociales, arquitectos, trabajadores artísticos y culturales, porque no hay persona que no sea tocada por estas tres líneas. Entonces nos enriquecemos con las temáticas y las preguntas que trae cada uno de los que vienen, porque yo suelo preguntar cuáles son las preguntas o los temas que lea preocupan en relación a esto. Entonces aparecen las preguntas más frecuentes de su vida, de su trabajo, de sus cuestiones y eso hace que vayan surgiendo nuevos temas.
—¿Qué lo hizo psicólogo?
—Podría decir varias cosas, pero es un misterio porque, tal vez, cuando era más joven venían, me contaban cosas y entonces me decían “vos tenés que ser psicólogo”. Y la verdad no tenía otra cosa que me pareciera interesante y dije bueno, voy a entrar a la psicología y luego descubrí que de la psicología me gustaban algunas cosas, no las comunes, no me gustaba tener pacientes, pese a que trabajo también en eso. Los tengo, siempre los tuve, pero yo no vendo consultorio, tengo pacientes porque vienen pero no es lo que yo vendo. Yo trabajo en mis materias, soy titular de la cátedra de Psicología Institucional, en Comunicación Social en la UNR, soy titular de una cátedra que se llama Institución y Sociedad, y también trabajaba en la supervisión de las prácticas de pregrado en Educación. Siempre he trabajado con los malestares, con los interrogantes de la gente y la verdad que más que apasionarme me entusiasma, me da alegría.
—¿Qué es lo que más le apasiona de su trabajo?
—Un día me llamaron para dar una charla, un grupo encantador que se llama Techo, que se ocupan de hacer en todo el país instalaciones precarias en barrios marginales. Son instalaciones, casas que superan lo que tienen la gente en las villas, pero son precarias. Entonces me preguntaban después cómo me había ido y dije ah, fracasé, pero yo insisto. Creo que debemos insistir y preguntarnos cómo es que estamos acá, por qué llegamos aquí, qué responsabilidad nos compete, qué no, qué culpa, cuál es la responsabilidad que nosotros tenemos en las cosas que suceden y qué podríamos hacer para que sea diferente. Hoy insisto en preguntar, pero en que la pregunta sea hacia mí, hacia uno. Insistir en que cada uno se dé cuenta, se lea, se haga responsable de su lugar. No la revolución, sino pequeños gestos. Hoy voy a tratar bien a la gente con la que trabajo, voy a pensar cómo hacer para trabajar con el otro lugar mejor. Cómo voy a hacer para vivir mejor con mi pareja. Pequeños gestos, hacerme cargo. Yo decía en una época como chiste que había que casarse, tener pareja para hacerlo culpable de las cosas que yo no puedo. No adelgazo por culpa de ella, no engordo por culpa de él, no me va bien porque ella no me deja, porque ella es un lastre en mi vida, porque los políticos son esto, siempre hay otros. Y hoy lo que intento por todos los medios es decir, miren, los otros son los otros. Nosotros es lo más cerca que tenemos. Y esto es lo que tendríamos más a mano para modificar, para transformar. Sin embargo, él tiene que cambiar, ella tiene que cambiar, ¿por qué?, ¿y vos?, ¿y yo? Es importante trabajar en esos aspectos.
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Quienes deseen participar del conversatorio pueden comunicarse al 3434526527 con Marita Cortes y aprovechar la oportunidad de ser parte de un espacio que genera debate y riqueza para el conocimiento y el saber colectivo. La actividad es abierta a todo público interesado en la temática y el costo de la entrada general es de 3.500 pesos, mientras que para estudiantes es de 2.000.