China o también conocida como Karen Martínez, es una cantante paranaense que desde el 2019 es la voz del grupo de música Made in China. Se trata de un trío de pop y rock integrado además por Matías Lencina (guitarra y coros) y Christian Osuna (bajo y coros) que surgió en 2019 y que se destaca en la escena artística por interpretar hits de los ‘80 y ’90.
"La música me ha demostrado que puedo y que no soy más la chica tímida"
La artista líder del grupo, de 26 años, creció en el barrio Rocamora de la capital provincial y desde que tiene uso de razón tiene una conexión especial con la música. Su padre y hermano también tuvieron o tienen un contacto singular con el mundo de los instrumentos musicales por lo cual el arte siempre ha estado presente.
Las facciones de Karen caracterizadas por ojos achinados dieron lugar al nombre de la banda que hoy encabeza y que tiene diferentes proyecciones para este 2022.
La timidez y el bajo perfil siempre fueron parte de la personalidad de la joven cantante, pero los escenarios le dieron la fuerza suficiente y la experiencia para posicionarse de otra manera y soltarse ante su público y las entrevistas.
En una entrevista con la revista Tuya!, la artista cuenta detalles del grupo, la evolución que han tenido en el tiempo, y los desafíos. Asimismo, hace un viaje en el tiempo a sus inicios como estudiante de canto, sus sueños y la injerencia que ha tenido la música en determinados momentos de su vida.
—¿Cuándo comienza a interesarte la música?
—Siempre me gustó la música. Tengo muchas imágenes y recuerdos de cuando tenía 5 años y cantaba las canciones de Christina Aguilera en inglés sin siquiera tener idea del idioma. De hecho ahora tampoco pero estoy tratando de aprender.
—¿Tu familia apoyó ese interés?
—Sí, mi familia me incentivó siempre porque no les sorprendía que me gustara la música ya que me la pasaba cantando. De hecho, mi papá tocaba la guitarra cuando era chico y estuvo a punto de recibirse de profesor de este instrumento. Y mi hermano, que es varios años más grande que yo, actualmente toca en una banda de cumbia pop. Así que desde mi familia ya viene el gusto por la música.
—¿Tomaste clases de canto en algún momento de tu vida?
—Cuando transitaba mi etapa de la adolescencia quería aprender canto así que fui a unas clases particulares, cuando tenía como 15 años, y gracias a la primera profesora que tuve comencé cantando cumbia y cuarteto con pistas. Luego quise aprender algo diferente y tomé clases con otro profesor donde empecé a interpretar canciones que a mí me gustaran de los 80 y 90. Estamos hablando de baladas y temas románticos.
Tiempo después, surgió la primera formación de Made in China que era diferente a lo que hacemos hoy arriba del escenario. Era un estilo más eléctrico con batería, dos guitarras y era más completo. Con el grupo tocamos dos veces nada más y luego llegó la pandemia por covid-19 y se disolvió la banda.
Después me llamó el guitarrista y me propuso retomar el proyecto pero con el estilo que hacemos actualmente.
—Cuando comenzaste a tomar clases de canto ¿te imaginabas tener una banda en un futuro?
—Siempre soñé con tener una banda pero tal vez no imaginaba que llegaríamos a lograr lo que logramos con Made in China que es un montón.
—¿Qué rescatás de las clases de canto y qué enseñanza te quedó?
—La primera profesora que tuve me enseñó a sacar la voz porque era muy tímida y no me animaba a soltarla. Me enseñó una técnica y luego con el otro profesor aprendí otra. Ambos me aportaron muchísimo.
—¿Qué proyecciones tienen con Made in China para este 2022?
—Para este 2022 estamos trabajando en una nueva lista de temas y proyectos con artistas invitados. Posiblemente se pueda anexar algo más como un instrumento a la banda pero eso aún no lo hemos definido. Ser un trío nos permite trasladarnos y hacer distintas presentaciones sin problemas justamente por lo reducido que es el grupo.
—Cada uno tiene sus obligaciones y responsabilidades ¿cómo logran coordinar los ensayos?
—En mi caso comienzo a las 7.30 a trabajar hasta las 13 y luego a las 16.30 ingreso nuevamente hasta las 20.30 o 21. A veces se complica concretar los ensayos, por ejemplo si tocamos un viernes pero vemos la posibilidad de reunirnos el jueves a última hora del día.
Ahora además se suma que empecé a estudiar inglés para perfeccionarme y poder implementar estos conocimientos a la música.
—Es un desafío aprender un idioma que contribuirá luego a la parte artística.
—Sí, además a mí me cuesta un montón. Si bien el 70 por ciento de las canciones de Made in China son en inglés porque justamente nos centramos en la música retro de los 80 y 90, me sirve muchísimo aprender inglés. Yo canto por fonética pero lo que tengo que reforzar es el conocimiento de qué es lo que estoy diciendo, es decir, conocer bien el significado de esa palabra que se pronuncia. El aprendizaje del idioma me va a contribuir en transmitir mejor emociones y mensajes.
—¿Qué evolución has evidenciado con Made in China?
—Hemos tenido en un mes 10 presentaciones y a eso le sumás las notas y entrevistas con los medios. al principio golpeábamos puertas nosotros y ahora nos llaman y tenemos que hasta rechazar algunas oportunidades porque no nos dan los tiempos.
también creo que es muy importante el espacio que me dan los chicos de la banda a la hora de opinar, decidir y sobre todo me cuidan en todo momento arriba y abajo del escenario. Se podría decir que los considero como mis amigos y mis hermanos mayores.
—¿Cómo te definirías como artista?
—Como arriesgada. Yo mucho estudio en relación a la música no tengo pero doy lo mejor en cada show y cada ensayo.
—¿Qué te ha dado la música y en qué te ha aportado?
—He pasado por momentos de la vida que he estado mal y la música me ha hecho salir de ese pozo y los que han estado son Matías Lencina y Christian Osuna que son mis músicos como así también Malvina Giglione que es nuestra representante. Ellos son mi segunda familia por elección. La música me ha demostrado que puedo y que no soy ya esa chica sumisa que era antes. Agradecer a la música que me ha presentado estas personas increíbles.