Con la participación de 1.000 congresistas de todo el país, finalizó este domingo el VI Congreso Misionero Nacional (Comina6), que se desarrolló desde el viernes en el colegio Don Bosco de la ciudad de San Luis y cuyo lema fue "Argentina, con la fuerza del Espíritu, testigos de Cristo".
San Luis: finalizó el Congreso Misionero Nacional
Representantes de la Arquidiócesis de Paraná formaron parte del espacio de preparación previo al Sexto Congreso Americano Misionero (CAM6) que tendrá lugar en noviembre del 2024 en Puerto Rico.
La delegación de la arquidiócesis estuvo integrada por María Lorena Bargas, Rocío Belén Lencina, Jacqueline Julieta Pérez Albornoz, Luisina María Grili, Daiana Romina Vergara, Felipe Grili, Oriana Guillermina Eberle, Agostina Micaela Heit, Verónica Belén Hasenauer, Alexis Jesús Bravo, Daniel Alberto Maidana y Emanuel del Castillo.
Luego de asistir a la presentación del Congreso Americano Misionero (CAM6), los participantes compartieron las conclusiones del Comina y emprendieron la marcha misionera hacia la catedral de la capital puntana, presididos por la imagen de la Virgen Reina de las Misiones.
Allí, el presidente de la Comisión Episcopal de Misiones, monseñor Fernando Croxatto, presidió la misa de cierre y envío de los misioneros en la puerta de la catedral San Luis Rey, que fue concelebrada por numerosos obispos y sacerdotes.
“No puedo arrancar ninguna misión si no tengo en el corazón el rostro de los hermanos”, aseguró en su homilía el también obispo de Neuquén, señalando que “no podemos irnos de este congreso sin llevarnos a Jesús en el corazón y aprender de Él a mirar a los ojos”.
Refiriéndose a la lectura del Evangelio, recordó que “Dios está preparando una fiesta final para todos sus hijos, a quienes quisiera ver sentados a su mesa disfrutando del banquete de la vida plena”, y destacó que ese banquete “se debería ir preparando desde aquí abajo”.
“Lo único que se necesita para acceder es el vestido nupcial de la fe, que se adquiere con la escucha de su Palabra”, indicó el prelado, asegurando que “no debemos tener ni un momento de descanso sabiendo que no todos han recibido aún la invitación a la cena, o que otros la han olvidado o perdido en los tortuosos caminos de la vida de los hombres”.
Sin embargo, destacó que “nadie va a entrar a gustar de esta mesa fraternal llena de gozo y de paz sino por Cristo, que dijo ‘Nadie va al Padre sino por mí’. Este es el motivo fundamental por el que la Iglesia es misionera”.
Tras recordar que “la primera evangelización fue fruto de la irrupción impetuosa del Espíritu Santo”, sostuvo que no habrá evangelización posible sin la acción del Espíritu Santo, por lo que animó a “dejarse empujar por el viento huracanado del Espiritu, para que encienda nuestros corazones en esta tarea hermosa y urgente”.
Para concluir, monseñor Croxatto invitó a los presentes a renovar sus promesas de confirmación.
Mensaje del Papa
Durante el desarrollo del congreso, el Papa Francisco sorprendió a los presentes con un videomensaje, en el que destacó la misionalidad como una dimensión del corazón cristiano.
“La misionalidad es una dimensión del corazón cristiano. Cuando a vos te bautizan te incorporan a la Iglesia, que es misionera que recibió el mandato de Jesús: ‘vayan evangelicen, prediquen, den a conocer la Buena Noticia”, recordó.
“Una Iglesia en movimiento. Cuando la Iglesia no está en movimiento, se estanca; y no se olviden de que puede pasar lo mismo que con el agua. El agua estancada es la primera que se corrompe. Es decir, una Iglesia que no es misionera, es una Iglesia corrompida, que se corrompe; porque le falta esa dimensión que le da la misión y ese oxígeno espiritual”, advirtió.
El pontífice también planteó: “O somos cristianos católicos misioneros, o somos enfermos. Que la misionalidad no sea la frutilla de la torta; es la torta.
“La misionalidad es esa dimensión que ustedes tienen que ir llevando adelante. No tengan miedo, juéguense y dejen misionar al propio corazón, que Jesús misione en ustedes”, indicó el Papa, invocando la protección de la Virgen para que los acompañe en ese camino.
Octubre mes de las misiones
La Iglesia Católica vive el mes de octubre dedicado mundialmente a despertar el Espíritu Misionero en los fieles, con gestos de solidaridad hacia los 200,000 misioneros que entregan sus vidas por el anuncio del Evangelio en el mundo.
Durante este mes, llamado "Mes de las Misiones" se intensifica la animación misionera, uniéndonos todos en oración, el sacrificio y el aporte económico a favor de las misiones, a fin de que el evangelio se proclame a todos los hombres.