El presidente, Javier Milei, logró que la Cámara de Diputados mantenga vigente el veto a la Ley de Financiamiento Universitario, en una reñida votación en la que incluso decidió expresar su voto el titular de la Cámara Baja, Martín Menem. Con 84 sufragios en contra de la norma aprobada por el Congreso le bastó, ya que necesitaba un legislador más que el tercio de los presentes.
Milei logró mantener el veto a la ley de financiamiento universitario
Con 84 votos a favor de la voluntad del presidente, Javier Milei, Diputados decidió mantener el veto al financiamiento universitario. Incluso Martín Menem votó.
La sesión especial impulsada por Unión por la Patria (UP), la UCR, Encuentro Federal y la Coalición Cívica inició a las 11:18 de este miércoles con la presencia de 145 legisladores.
En los pasillos del Congreso de la Nación se especulaba con que el Gobierno estaba cerca de alcanzar los 84 votos que le permitirían bloquear la insistencia y blindar el veto. Finalmente, los consiguió gracias al apoyo de 35 diputados del PRO, de 4 diputados de la UCR –Martín Arjol, Mariano Campero, Luis Picat y Federico Tournier–, 2 del MID, 3 de Independencia, el monobloque CREO, y de José Luis Garrido (Por Santa Cruz).
Por la positiva lo hicieron Unión por la Patria, la mayoría de la UCR, Encuentro Federal, un sector de Innovación Federal, la Coalición Cívica, el Frente de Izquierda, uno de Por Santa Cruz, dos de Producción y Trabajo, el monobloque Movimiento Popular Neuquino y la exlibertaria Lourdes Arrieta.
Las cinco abstenciones fueron de los cuatro diputados por Misiones de Innovación Federal: Carlos Fernández, Yamila Ruiz, Daniel Vancsik y Alberto Arrúa; y del radical Pablo Cervi, el quinto diputado de la UCR del grupo que se fotografió con Milei.
En la votación estuvieron ausentes Héctor “Tito” Stefani (Pro), Oscar Zago (MID), Fernando Carbajal (UCR), Alejandra Torres, Jorge Ávila, Ricardo López Murphy (Encuentro Federal). Por Unión por la Patria no bajó al recinto la catamarqueña Fernanda Ávila, quien responde al gobernador Raúl Jalil.
Los fundamentos
En el inicio de la sesión, la diputada Vanina Biasi pidió rechazar el veto presidencial y respaldó la toma de universidades en todo el país. “Todos esos estudiantes que están protagonizando vigilias, toma de universidades, son conscientes de que ese veto presidencial no puede pasar porque contribuye en el hundimiento de la educación pública en la Argentina”, enfatizó.
La diputada Lourdes Arrieta, exoficialista, habló de un “debate sin sentido” y se quejó de ser “tacaños” con la educación pública. Pidió atender para dónde va el financiamiento a las universidades: si a la infraestructura o los rectores. Alertó a los argentinos que con el IVA “están financiando a la universidad pública, pero también están financiando la SIDE, están financiando a los ñoquis, están financiando a los trolls, están financiando a la policía del pensamiento. En ese sentido, yo les pido perdón a los argentinos, porque el dinero no está siendo bien administrado”.
Uno de los votos en duda hasta el final fue develado durante esta sesión con el discurso de la diputada del bloque Producción y Trabajo de San Juan Nancy Martínez Picón, que confirmó que el voto de los sanjuaninos (o en su caso las dos diputadas sanjuaninas alineadas con el gobernador Humberto Orrego) sería en el mismo sentido que el 15 de septiembre pasado, cuando apoyó la ley de financiamiento universitario.
“No podemos haber votado hace unos días la esencialidad de la educación y hoy dejar sin fondos a esa esencialidad. Tenemos que ser coherentes con lo que venimos votando. Este bloque desde San Juan siempre va a defender la universidad por varias razones”, y cerró: “El voto de San Juan va a ser a favor de las universidades y de la educación pública”, apuntó.
Desde la Coalición Cívica Maximiliano Ferraro habló de “no darle la espalda a la universidad pública” y abogó por “desandar las mentiras que se han instalado con la ley que este Congreso ha sancionado y el presidente decidió vetar de manera absoluta”.
Dijo que esta discusión tiene que ver con lo presupuestario, pero “se inscribe en un contexto mucho más profundo, que tiene que ver con la defensa de la división de poderes y el respeto de lo republicano, pero también con lo que hace claramente al financiamiento universitario y la asfixia que hoy está sufriendo la educación superior. Pero también la pretensión de querer instalar un debate peligroso y poco sustancioso de qué hacer y cómo transformar a las universidades”.
En su intervención, Miguel Ángel Pichetto dijo creer sinceramente que en el Gobierno “se equivocan, que me parece que si analizamos además los números del costo fiscal, de lo que significaba el apoyo a las universidades, no llegaba al 0,14%, según la Oficina de Presupuesto del Congreso, una institución de esta casa, prestigiosa”.
Para Pichetto, “lo que hay es una apuesta a la confrontación, a consolidar el conflicto como único eje. A tratar de ganar batallas que en el fondo pierden. Acaban de consolidar el partido del bloqueo y la minoría. Ese no es el escenario que pueda llegar a interesar a los inversores y a mirar a largo plazo con cierto interés”, consignó el portal Parlamentario.
La radical Danya Tavela apuntó contra los “dialoguistas” que apoyan el veto presidencial: “Vamos a poder ver quiénes quieren a la Argentina y quiénes la odian. Quiénes quieren que sea un país para muchos y quiénes quieren que sea para pocos”, y planteó: “Para justificar una decisión política construyeron una nueva Ley Bases de las mentiras y falacias. Los alumnos si existen, las universidades se auditan y lo hace la AGN y con la Sindicatura General de la Nación. Es una campaña de desprestigio absoluta y mentiras y búsqueda de pérdida de valor y no lo han logrado”.
Con un discurso duro contra el presidente de la Nación, Facundo Manes señaló que “no lo dejaremos dormir si usted no permite soñar a nuestros jóvenes”. Asimismo, defendió que el sistema universitario argentino “nos da un propósito en la vida, nos ayuda a ser alguien y a tener empatía”.
El jefe del bloque radical, Rodrigo De Loredo, apuntó contra el Gobierno y lo acusó de “estirar, patear, dilatar y agravar la crisis universitaria”, al tiempo que le reprocho que “no hay una sola propuesta sobre las reformas que seguramente necesitan nuestro conglomerado de universidades argentinas”.
En el tramo final, el jefe de Unión por la Patria, Germán Martínez, observó que el reclamo universitario se enmarca dentro de otras medidas relacionadas con la educación que tuvo el Gobierno. “Si Milei quiere una Argentina con un 80% de excluidos es absolutamente razonable que quiera hacer añico la educación pública”, dijo.
El santafesino enfatizó que “sí hay plata” porque “mientras al conocimiento y a la inteligencia, con mayúscula, que brinda la universidad pública le cortan los fondos, a la inteligencia con minúscula, la de los espías, la comandada por Santiago Caputo y sus seguidores, a esa han llevado el crédito inicial del año 2024 de 65 mil millones de pesos a un crédito inicial el año que viene, en la Ley de Presupuesto, de 350 mil millones de pesos”.
En representación del oficialismo, el diputado nacional José Luis Espert consideró que “es ridículo pensar que un gobierno, que estuvo detrás de la declaración como servicio esencial de la educación, está detrás de la destrucción de la universidad pública”. Sin embargo, se manifestó crítico del actual sistema universitario: “Queremos mejores profesores, graduados y investigaciones, pero lo que no queremos es curros”.
Movilización
El debate en Diputados se da en un contexto de extrema tensión política y con la comunidad universitaria movilizada. Organizaciones estudiantiles y de izquierda se movilizaron al Congreso nacional para respaldar a los bloques de la oposición que buscan anular el veto a la ley de financiamiento a las Universidades Nacionales.
Los manifestantes se concentraron en la esquina de Rivadavia y Entre Ríos en medio de fuerte operativo de seguridad, donde se cerraron las calles adyacentes al Congreso nacional. En la marcha se observan carteles de CTERA, de entidades estudiantiles, del MST, Libres del Sur, del Nuevo Mas, del Partido Obrero y del PTS, entre otras organizaciones.