Lunes 16 de Mayo de 2022
Se trata de Joaquín Octavio Viñabal, de 25 años, alias “Gololo”, quien está acusado por el delito de "homicidio calificado por el concurso premeditado de dos o mas personas y por femicidio" en perjuicio de Nieto, por lo que podría recibir una pena de prisión perpetua.
Durante la primera jornada se leyó la requisitoria fiscal de elevación a juicio y se inició la recepción de pruebas testimoniales. Luego de ser identificado, le preguntaron si iba a declarar y, asesorado por su defensor, dijo que se abstenía de hacerlo, informó Télam.
El hecho ocurrió el 10 de noviembre de 2018, en el barrio San Benito, de la ciudad de Salta, cuando la joven concurrió a una construcción abandonada donde se encontraba Viñabal con otras personas no identificadas. Allí, alrededor de las 7 de la mañana, estrangularon a Nieto, según señala la elevación a juicio.
La etapa de testimoniales del juicio comenzó con los relatos de dos hermanas, un hermano y un primo de la víctima, que contaron a qué se dedicaba Agustina y quiénes eran sus amistades. Además, se refirieron a su problema de adicción a drogas y relataron de qué manera se enteraron de su muerte.
La ronda de testimoniales continuó con la declaración de la vecina de barrio San Benito que encontró el cuerpo de la víctima y la de un policía de la comisaría 10°.
Una de las hermanas de la damnificada contó que, al momento del hecho, Agustina trabajaba en una casa, haciendo tareas de limpieza, y tenía un hijo de un año.
Luego, dijo que por lo general residía en el domicilio de otra hermana, en San Luis, pero el día previo a su muerte había llegado a su casa con un bolso y le manifestó que sus intenciones eran quedarse, aunque los días previos había estado en la calle.
La testigo contó que Agustina consumía pasta base y que había períodos en que estaba bien y luego recaía, se ausentaba por días y sus hermanos tenían que salir a buscarla.
Uno de ellos, que declaró a continuación, precisó que él sabía dónde podía encontrarla, ya que usualmente estaba en los barrios Norte Grande o Fraternidad, y sostuvo que sabía que la casa deshabitada de San Benito, donde la encontraron sin vida, también funcionaba como “aguantadero”, pero nunca había ido a buscar a su hermana allí.
En tanto, la vecina que encontró el cuerpo de Agustina precisó que la mujer estaba boca arriba, semidesnuda, y apuntó que salió gritando del lugar y les avisó a unos vecinos, que luego llamaron a la policía.
El juicio está a cargo del juez Federico Diez, mientras que por el Ministerio Público interviene la fiscal Mónica Poma y a la defensa del imputado la ejerce Roberto Adrián Reyes.
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