El sistema científico argentino pisa el acelerador a fondo para neutralizar al coronavirus. En esa búsqueda, se abrió una convocatoria de “Ideas -Proyecto” con fecha de cierre el próximo 10 de abril.
Buscan adaptar la plataforma de diagnóstico del chagas al Covid-19
Un jurado ad hoc seleccionará entre las propuestas, “las de mayor interés, orientados a mejorar la capacidad del país a responder a la pandemia provocada por el Covid- 19”. La letra de la convocatoria dice, “para mejorar el diagnóstico, el control, prevención, tratamiento y monitoreo de casos ya tratados y cualquier otro aspecto relacionado”.
Dentro del rubro tratamiento y monitoreo no se descarta el descubrimiento de una vacuna.
Para la tradición científica, los proyectos seleccionados —y luego financiados—, que deberán desarrollarse como máximo en un año, se trata de una carrera contra el tiempo. Se priorizarán aquellos que se comprometan a resultados en dos meses, luego en seis meses y finalmente en un año.
Se destinarán cinco millones de dólares. Cada proyecto puede presupuestar hasta un máximo de 100 mil dólares.
La clave para calificar estará dada por “interés” que defina el comité de expertos que los analizará a partir del próximo 10 de abril.
Alejandro Schijman, biólogo, Investigador Superior del Conicet, director del Laboratorio de biología molecular de la enfermedad de Chagas en el Ingebi, conduce uno de los equipos que presentará una propuesta con la pretensión de ayudar a la derrota de la pandemia.
Schijman, que pasó por todos los escalafones del Conicet desde su época de estudiante en la facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA hasta la categoría máxima, investigó y desarrolló —durante años— en el campo del diagnostico molecular, y con éxito, la lucha contra el Chagas. Ahora propone adaptar las mismas plataformas utilizadas para el Chagas, al coronavirus.
En exclusiva para La Capital, el investigar explicó: “Estamos trabajando en proponer un método de diagnóstico alternativo a la PCR en tiempo real, que requiere personal entrenado en biología molecular, infraestructura y equipamiento muy costosos, lo que limita la cantidad centros que pueden realizarlo”.
Luego agregó, “el método propuesto mantendría la sensibilidad y la certeza, pero implicaría mayor rapidez y menor infraestructura para el laboratorio. Podrá realizarse en laboratorios de baja complejidad, con equipamiento simple”. ¿La ventaja?, transferir la metodología a centros periféricos, ampliar el diagnóstico, y evitar el traslado de muestras a los laboratorios específicos.
Si bien en los últimos días las autoridades sanitarias consiguieron entrenar y derivar hasta un máximo de 35 centros en el interior, sin embargo, “por caso en el Chaco, podrían instalarse laboratorios en el interior de la provincia sin necesidad de llegar hasta Resistencia. Con más diagnóstico se consigue una idea más cabal de la pandemia. Y mas allá de lo sintomatológico”, abundó el científico argentino.
Entre tanto, el Ministerio de Ciencia y Técnica constituyó la Unidad de Coronavirus Covid 19 que tiene como objetivo coordinar todas las capacidades del sistema científico tecnológico para diagnóstico. “Pretendemos diseñar un kit de diagnóstico rápido con la inclusión de empresas de base tecnológica nacional que nos evitaría importarlo”, amplió Schijman.
La Unidad tiene como objetivo poner a disposición los centros científicos —Conicet, Universidad entre otras—, el equipamiento y recursos humanos calificados para desafiar la complejidad tecnológica que plantea el diagnóstico del coronavirus.
Schijman, porteño, del barrio de Coghlan y ex alumno de Escuela Carlos Pellegrini, tiene su lugar de trabajo en el Instituto de Investigaciones en Ingeniería Genética y Biología Molecular, Ingebi, fundado en 1983. Allí abrevan distintos grupos de investigación dedicados a la enfermedad del Chagas, a biotecnología vegetal, microbiología ambiental y neurobiología.
El Ingebi es Unidad Ejecutora del Conicet, quien se encarga de financiar los salarios de los investigadores, los estipendios de los becarios y los gastos de mantenimiento de los edificios.
Los proyectos de investigación en el Ingebi —con más de 100 profesionales, y edificio propio de tres plantas en el barrio de Belgrano, en Buenos Aires—, en cabeza de sus investigadores principales, obtienen financiación de la Agencia Nacional de Promoción de Ciencia, Tecnología e Innovación, y también de entidades privadas, fundaciones (Bunge y Born y Roemmers, entre otras), de organismos internacionales.
Un parásito
“Aunque nosotros no somos virólogos, sino que trabajamos en parasitología molecular , y la enfermedad de Chagas es causada por el parásito, Trypanosoma cruzi, nuestra justificación se basa en la experiencia acumulada en el diagnóstico molecular de esta enfermedad endémica. La idea es adaptar el diseño de nuestras plataformas tecnológicas a la información genética del virus. Los métodos para validar los resultados del desarrollo de los ensayos moleculares también son similares”, explicó Schijman a La Capital.
"El virus no es un organismo vivo, es un conjunto de moléculas que requieren obligadamente de un “hospedero” para propagarse, se meten en nuestras células.
El parásito, en cambio, tiene un ciclo de vida, que requiere un vector —la vinchuca—, y un “hospedador” mamífero, incluyendo el humano. En el Chagas no hay contagio de persona a persona, excepto en los casos de Chagas congénito, en los cuales el parasito puede pasar a través de la placenta e infectar al bebe, que ocurre en alrededor del 5% de las mujeres embarazadas infectadas o excepcionalmente al compartir jeringas en casos de drogadicción endovenosa”, completó.
Fuente: La Capital