El déficit de personal de salud se viene arrastrando desde hace tiempo, mucho antes de la aparición de la pandemia del coronavirus, y es un reflejo de la falta de políticas públicas de salud, no solo en la provincia, sino en todo el país. Ello, junto a la falta de estímulos, deja como consecuencias pueblos y salas sin profesionales. Médicos y enfermeros son los profesionales más demandados y más escasos, y aún así, con muy baja remuneración, en comparación con otros empleos incluso no calificados.
De la UNER egresan cada año unos 1.000 profesionales de la salud
La pandemia de Covid 19 expuso mucho más visiblemente esa realidad. Entre Ríos no escapa a esa situación nacional, en la que incluso se recurre en forma polémica a traer profesionales de otros países, como Cuba. Sin embargo, la provincia tiene a la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER) como una fuerte promotora de egresados.
Por año, entre 900 y 1.100 egresados salen de la institución, para nutrir las demandas en Medicina, Enfermería, Obstetricia, Instrumentación Quirúrgica, Diagnóstico por Imágenes, Laboratorio, Fisiatría, y hasta Salud Ambiental.
“Se habla mucho de respiradores, pero lo fundamental es tener personal capacitado que trabaje en ese instrumental. No valen nada los equipos si no hay profesionales que trabajen en la promoción y prevención de enfermedades, y luego ante los problemas, que estén capacitados para el manejo de ese equipamiento”, reflexionó a UNO el decano de la facultad, Jorge Pepe.
Entre su sede central en Concepción del Uruguay, y en subsede como Villaguay, asisten unos 6.000 estudiantes, a cursar sus carreras. “Tenemos un gran potencial para dar respuestas a los problemas de salud, o enfrentar imponderables como la actual situación, planteó.
Acerca de cómo impacta la pandemia en la formación de profesionales, y fundamentalmente si afecta la salida de nuevos egresados, Pepe aclaró que hace tiempo que la institución venía llevando implementando la educación a distancia, en todas sus carreras, mediante una plataforma en la que estaban incorporadas las aulas y cátedras, materiales y foros, y herramientas de la virtualidad.
“No nos resultó difícil pasar de lo presencial a lo virtual. Incluso, con los ingresantes habíamos empezado en febrero, así que nos tomó varias semanas de cursado
Medicina, carrera que comenzó a dictarse en forma total desde 2016, tiene unos 500 estudiantes en el 1ª Año. El año pasado se recibieron los primeros tres médicos, y este año se podrían graduar unos 20.
“No alteramos el calendario académico. En cuanto a las distintas etapas del aprendizaje, aquellas cuestiones procedimentales tendrán recuperatorios cuando se retomen las clases, tanto desde lo virtual o presencial”, explicó, aunque aclaró que se desarrollan con normalidad todo el resto de las actividades cognitivas.
“Las materias se van a regularizar cuando volvamos. Habíamos hecho las mesas de marzo, y las próximas serán en junio, por lo que nadie perderá en recibirse ni retrasarse en su carrera”, indicó.
En ese sentido, explicó que en el caso de la carrera de Medicina, por la pandemia, no se pueden realizar las prácticas hospitalarias. “Hay varias estudiantes que tenían que empezar y no pudieron, pero están trabajando lo cognitivo y virtual. Eso si tardará en concluir”, indicó.
Cada año, de la institución egresan entre 900 y 1.100 graduados. Además de los primeros médicos, hay profesionales de la Enfermería, Obstetricia, Instrumentación Quirúrgica, Diagnóstico por Imágenes, Laboratorio, Fisiatría y Salud Ambiental.
En el caso de Enfermería -carrera declarada prioritaria por Nación debido al déficit de personal-, son unos 90 graduados por año.
“El problema de déficit de recursos humanos es en todo el mundo, para atender la pandemia, y de una gran fragilidad y exposición al virus, del 20% del personal, que inhabilita servicios y equipos de salud, porque al contagiarse uno o dos, el resto tiene que entrar en cuarentena”, explicó sobre lo que sucede en la actualidad, pero aclaró: “En nuestro país, y en la provincia, esta crisis de salud viene de antes. Los intendentes nos piden por favor por profesionales; tenemos varios convenios y dispositivos para que estudien Enfermería y Medicina, chicos de pueblos con el compromiso de que al ser becados, vuelvan a esos lugares porque no tiene médicos cercanos a las grandes ciudades”.
Sobre ello, reiteró que la falta de profesionales en los pueblos es un problema de larga data, y tiene varias factores. Por un lado, el económico, ya que los profesionales de salud, “de médicos para abajo”, ganan realmente muy poco, y entonces “los obliga a trabajar en hospitales, y luego en consultorios y clínicas”. Incluso, hizo referencia a las residencias, que se han transformado en “mano de obra barata”.
Pero en lugares despoblados o alejados, afecta a los profesionales la imposibilidad de acceder a la capacitación o actualización permanente. “Nuestro conocimiento es el capital más grande. Las universidades tenemos el gran desafío y compromiso, de llegar a todos los lugares”, dijo. Y justamente, sobre la cercanía de las instituciones educativas, sostuvo que hay una idea de abrir unidades docentes en Paraná, Concepción del Uruguay, Gualeguaychú y Villaguay, para atender la demanda o seguir los procesos de formación de los estudiantes. “La mayoría de nuestras carreras exigen al final la realización de prácticas profesionales obligatorias, que se hacen en toda la provincia, inclusive en hospitales de Paraná, y para ello tiene que haber docentes que supervisen”, explicó.
Ahora, médicos cubanos; antes, venezolanos
“Lo de los médicos cubanos, nosotros como facultades públicas de Medicina, lo vemos con preocupación, porque si a nuestros estudiantes argentinos los sometemos a muchas exigencias para darles el título, con trabajo de investigación, rendir examen intensivo, ¿quién evalúa a estos médicos?”, se preguntó.
Pepe es vicepresidente del Foro Argentino de Facultades y Escuelas de Medicina Pública. Al respecto, dijo que el tema será tratado la semana próxima: “Porque nos preocupa mucho, y queríamos tener más precisiones. Es un tema complejo, porque no es por 20, 40 o 200 médicos, sino qué hace un Estado presente como rector de políticas públicas. En la provincia hay médicos venezolanos que han venido y no sabemos con quién han revalidado sus títulos”, cuestionó.