Bullying: poco se hace en las aulas para prevenirlo y concientizar
Un brutal ataque, dentro de una escuela y en reiteradas oportunidades, a un chico de 4º año se viralizó en las redes sociales. El caso desnuda la falta de acción y reacción, y de políticas de trabajo, de los responsables de Educación
14 de octubre 2016 · 06:10hs
Un alumno de 4º año resultó brutalmente agredido por otros alumnos de la institución, aparentemente en distintos momentos y lugares, aunque siempre dentro del ámbito escolar. Ayer, ante la repercusión social generada por la difusión del video, los directivos del centro educativo adelantaron que trabajan en charlas con los alumnos de todos los niveles, y a la par se iniciará un abordaje sobre el hecho con los chicos involucrados y también los testigos y sus padres.
En diálogo con LT 14 la directora, Verónica Clivio, indicó que siguen el protocolo del área de supervisión del Consejo General de Educación (CGE). En el marco de un proceso de evaluación, que conlleva distintos pasos previstos en el Código de Convivencia de la institución, se adoptarán las medidas y sanciones correspondientes, explicaron.
Lo que emerge ante la reiteración de estos casos, es la ausencia de estrategias de prevención en las escuelas y la escasa atención e interés que propina el CGE para que las comunidades educativas estén más preparadas para enfrentar las nuevas modalidades del acoso escolar, cada vez más crueles en las redes sociales.
Hay estadísticas de todo tipo acerca de la realidad de esta problemática, aunque no existen estudios rigurosos. Sin embargo, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) sostuvo meses atrás que Argentina es el país con más altos niveles de bullying en Latinoamérica.
Para Santiago Resett, investigador del Conicet y especialista en la materia, es poco lo que se hace en las escuelas como política pública. Por caso, citó que en Entre Ríos el CGE a veces recurre a la distribución de cuadernillos sobre qué es el bullying, se programa algún encuentro en una institución, una charla, pero quedan como acciones aisladas, sin continuidad en el tiempo ni tampoco, sin evaluar los niveles de bullying previos y posteriores a determinadas acciones de difusión y prevención.
"Tampoco hay un protocolo de actuación. No hay en el país una legislación, y lamentablemente muchos docentes quieren actuar, pero no tienen las herramientas ni estrategias", indicó Resett, que es doctor en Psicología, licenciado y profesor en Ciencias de la Educación y licenciado en Psicología.
"En realidad las escuelas tratan de ocultar el problema, y decir que allí no pasa. Entonces siempre trabajamos sobre los hechos consumados, nunca en la prevención. Por otra parte, hacemos un taller, charlamos con los chicos, pero hay serias deficiencias de evaluación sobre lo realizado, porque para mejorar y saber cómo actuar, se debe saber qué nivel de bullying había antes y cuánto después", remarcó.
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Nuevas características
Lo que se está profundizando en los últimos años es el ciberbullying, es decir, la agresión a través de las redes sociales. Este fenómeno suele ser aún más cruel, ya que los agresores se amparan en el anonimato para masificar aún más las agresiones
"Hay responsabilidades compartidas, tanto de la comunidad educativa como de los padres. Distintos estudios recomiendan que la exposición a las nuevas tecnologías, en chicos de 3 a 16 años, no debe ser superior a una hora y media o dos horas por día. Hay un uso malicioso e irrestricto de las TIC", graficó.
Consultado sobre la responsabilidad de los medios de comunicación al viralizar estos videos –que pueden favorecer mayor bullying y agresión al exponer aún más a la víctima, como suele ser el propósito de los agresores–, Resett sostuvo que la exhibición de estos materiales dependerá del modo en que se aborde el tema. "Si la difusión del video sirve para visibilizar el problema y tratarlo adecuadamente, seriamente, ayuda a trabajar en la concientización", indicó.
Finalmente, insistió en la necesidad de encarar propuestas de trabajo en el tiempo, y citó que una experiencia innovadora se desarrolla en una escuela de Salta. "Allí se comenzó a aplicar un programa finlandés, a través de videojuegos, donde los chicos deben defender a la víctima. Está en pleno desarrollo, y falta luego medir el impacto real en la escuela. Tenemos que insistir que las autoridades educativas propongan políticas de trabajo, porque hasta ahora no se ha hecho nada", sintetizó.