La Escuela de Educación Técnica (EET) N° 1 Doctor Herminio Juan Quirós es uno de los establecimientos educativos que participa en Entre Ríos del programa Construir Inclusión en la Educación Técnico Profesional, que se gestó a través de un convenio celebrado entre el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) y el Instituto Nacional de Educación Tecnológica (INET). En este marco, los estudiantes de 4° Año construyen sillas posturales para integrar el aprendizaje de los diferentes talleres y las dos que hicieron a lo largo de este año fueron donadas a instituciones que trabajan con personas con discapacidad.
Alumnos solidarios construyen sillas posturales y las donan a instituciones
En la EET N° 1 de Colón están terminando su tercer dispositivo de este año. De gran utilidad, será entregado a una escuela integral de San José
31 de octubre 2018 · 06:53hs
El primer dispositivo que terminaron fue entregado a la escuela integral N° 2 Rayos de Luz, de Colón. El segundo tuvo como destino el Centro Integral N° 1 de Paraná, con el que se contactaron durante el Encuentro Internacional organizado por la Asociación del Magisterio de Enseñanza Técnica (AMET) en la capital entrerriana a principios de septiembre.
Ya están terminando la tercera silla postural y la idea es donarla a una institución de San José a la que asisten chicos con discapacidad. Si bien todavía no tienen una fecha precisa y desde la EET N° 1 prefirieron no revelar aún cuál será la destinataria –ya que deben cumplimentar antes cuestiones formales–, ya tuvieron una charla con sus referentes.
Nicolás Lascano, el jefe de Taller de la EET N° 1 aclaró a UNO que el objetivo primordial del proyecto es aplicar los conocimientos y aprendizajes adquiridos por los alumnos en las aulas y talleres. No obstante, destacó el compromiso de ayudar a mejorar la calidad de vida de quienes pueden utilizar la silla. "Como escuela podemos dar una mano y esa es nuestra intención. Ahora estamos terminando la tercera silla de este año. Falta hacer el pulido final, colocarle la mesa de apoyo y el culminar el lijado y el barnizado", dijo, y explicó: "Todo debe ser al agua, sin solventes que puedan ser contaminantes, porque los chicos con una discapacidad motriz rozan mucho las partes de su cuerpo en la silla y un material con solvente puede llegar a resultar perjudicial para la piel".
"Ya la tenemos apalabrada para una entidad de San José, que todavía no podemos dar a conocer porque necesitamos que antes no presenten un pedido formal de la Dirección Departamental de Escuelas para concretar la entrega", indicó.
Sobre las particularidades de este elemento que resulta de suma utilidad, comentó: "Una silla postural sirve para trabajar la motricidad de alguien con discapacidad motriz. Cada uno de los chicos que va a una institución para personas con discapacidad tiene por lo general su propia silla de transporte con ruedas que les da su terapeuta, con los anclajes para sus riñones, para su torso, porque por ahí no tienen dominio del tronco. Ahora, en la escuela especial se necesita una silla que sea móvil y totalmente articulada, que permita trabajar la motricidad fina del chico y su motricidad manual".
"Por eso la que construimos tiene una mesa para poner arriba de los apoyabrazos, donde el chico apoya sus codos y puede dibujar, apretar una pelota, comer. Esa es su principal función", acotó.
Por otra parte, el docente recordó que reciben un kit que les envía el INTI para el armado, y según contó, con los alumnos han determinado hacerle mejoras para garantizar una mayor durabilidad. La inversión que realizan oscila los 5.000 pesos, cuando en el mercado una silla de ese tipo vale alrededor de 30.000: "Nos entregaron el material para esta última silla por un proyecto que hicimos en conjunto con el INTI, el Consejo General de Educación (CGE) y el Instituto Provincial de Discapacidad (Iprodi). El INTI nos mandó dos juegos para hacer las silla, pero nosotros tenemos nuestra punto de vista como técnicos y hay algunas cosas que le modificamos, no en lo postural sino en lo estructural, para que la silla le dure más", sostuvo.
En este sentido, manifestó: "Una silla postural es algo delicado, es algo personal para cada chico. No le cambiamos por ejemplo la forma del asiento, pero sí nos atrevemos a modificar una corredera, un pie de apoyo, y en esos casos las hacemos metálicas para que tengan más durabilidad".
A su vez, subrayó: "Queremos que nuestros alumnos salgan con la idea de que por más que sea un trabajo para una escuela, hay que hacerlo bien. Con el proyecto que recibimos del INTI vemos que hay detalles que se pueden mejorar y decidimos hacerlo".
Lascano aclaró que si bien los alumnos se reciben con el título técnico mecánico tornero y se especializan en los trabajos con metal y no con madera, en el último año dan Carpintería, por lo que acceden a esta colaboración de parte de sus compañeros: "Se dan trabajos de madera, arranque de viruta y tareas relacionadas con la parte de dibujo. Y respecto a 4° Año, son tres cursos y en total unos 80 chicos los que trabajan en el proyecto, aunque no lo hacen de manera exclusiva, sino que van rotando para participar de cuatro talleres distintos en el año y así adquirir las destrezas necesarias para responder a las incumbencias que tiene el título", refirió.
Aporte
Lascano recordó que hace dos meses la EET N° 1 fue sede de un encuentro con varias escuelas técnicas de la provincia para compartir conocimientos y trabajar en la construcción de sillas de ruedas y posturales, en el marco del programa nacional que promueve la inclusión y en el que participan numerosos estudiantes, y destacó que detrás de la iniciativa que ellos llevan adelante hay todo un equipo de la comunidad educativa trabajando.
Respecto a las donaciones que ya hicieron, expresó: "Cuando hicimos la entrega a la escuela Rayos de Luz, de Colón, fue con un acto muy emotivo. Nos conmovimos y nos quebramos todos, porque vimos la recepción que tuvieron y poder ayudar es algo que llevamos muy adentro".
La otra institución beneficiada fue el Centro Educativo Integral Nº 1 de Paraná. "Esta silla nos es de gran ayuda y beneficia a nuestros alumnos y sus familias. Nos permite trabajar con más autonomía y como ellos se merecen", concluyó al recibirla Margarita Sueldo, la coordinadora de la institución, quien se mostró agradecida.