El genocida Cosme Ignacio Marino Demonte, integrante del grupo de tareas de la Policía Federal que actuó en Paraná durante la última dictadura cívico militar, fue beneficiado con la prisión domiciliaria por una resolución del juez federal de la capital entrerriana, Leandro Ríos. Al respecto, desde la agrupación H.I.J.O.S. repudiaron la decisión y advirtieron que el expolicía federal, condenado por homicidio, secuestro y torturas, podría fugarse.
Advierten por peligro de fuga del genocida Cosme Demonte
Como informó UNO este martes, Demonte fue condenado a prisión perpetua en el marco de la causa Área Paraná. En reiteradas oportunidades planteó sin éxito el beneficio de la prisión domiciliaria, hasta que una reciente internación en el hospital San Martín, más el hecho de haber cumplido 70 años, hizo cambiar de opinión al juez. No obstante, ya había recibido el alta médica.
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En comunicado difundido durante la tarde, dese H.I.J.O.S. Regional Paraná relataron que "entre gallos y medianoche, este viernes 19 de agosto el juez Leandro Ríos cedió al pedido de prisión domiciliaria del genocida Cosme Ignacio Marino Demonte; resolución que se ejecutó sin demoras el sábado 20". Y agregaron que "menos de 24 horas le llevó al juez disponer el traslado del genocida desde el hospital Pascual Palma de la capital entrerriana hacia la localidad de las Rabonas, provincia de Córdoba".
Recordaron que en su oportunidad, familiares de las víctimas se habían manifestado ante el juez Ríos en oposición a que se le otorgara el beneficio, entendiendo que "el peligro de fuga del genocida Demonte es una posibilidad real, además de recordarle los diversos artilugios que el ahora condenado utilizó para dilatar la causa judicial y que la misma llegara a una condena recién 10 años después de su reapertura".
Cosme Demonte fue juzgado y condenado a prisión perpetua por delitos de lesa humanidad en la causa Área Paraná. Según el organismo de derechos humanos, el juez federal "dio lugar a cada obstáculo que presentaron los imputados" en esa causa, "llegando al extremo de permitir la absolución de posiciones". Se trata de una instancia contemplada en el antiguo Código de Procedimientos en Materia Penal que habilita a los imputados a hacerle preguntas a las víctimas. "Para que quede claro: permitió que secuestradores y torturadores interrogaran a sus víctimas en el marco de un juicio por delitos de lesa humanidad. En ese juicio el genocida Cosme Demonte dio información sobre las víctimas desconocida por ellas mismas, actuando de manera claramente intimidatoria", expresaron.
Asimismo, recordaron que el genocida Demonte intervino en la desaparición forzada de los militantes Pedro Sobko y Victorio Coco Erbetta e integró el grupo de tareas de la Policía Federal de Paraná que aterrorizaba a la población durante la dictadura cívico militar. "En el transcurso de todos estos años no sólo obstaculizó el avance de la Justicia con malicia procesal, sino que mantuvo el pacto de silencio que todavía hoy impide conocer el destino de los desaparecidos. No dudamos que la prisión domiciliaria implica un serio riesgo de fuga y de amedrentamiento para las víctimas y sus familiares", alertaron.
En cuanto a los problemas de salud por los cuales Ríos concedió el beneficio de prisión domiciliaria, consideraron que "pueden ser atendidos manteniendo el régimen de detención en la cárcel de Paraná". A la vez, remarcaron como una contradicción que "el recóndito pueblo de Córdoba donde ahora reside apenas cuenta con un centro de salud". Por otro lado, expresaron que el hecho de haber cumplido 70 años no es requisito suficiente para que goce de este beneficio.