El delantero Ramón Wanchope Ábila, en conflicto con Boca Juniors luego de regresar de su experiencia en la Major League Soccer de Estados Unidos, fue finalmente transferido a Colón de Santa Fe en una suma cercana a los dos millones de dólares. Ábila se someterá en las próximas horas a la revisión médica y firmará un contrato por tres temporadas con el Sabalero, que pagará un millón de dólares ahora y el resto a medida que el delantero cumpla distintos objetivos.
Wanchope Ábila será finalmente jugador del Sabalero
Así, la novela tiene un final feliz: Wanchope, que no estaba en los planes del DT de Boca, Sebastián Battaglia, seguirá su carrera en otro club, tal como quería; y los directivos Xeneizes no sólo se sacaron un problema de encima sino que lograron la venta del delantero, que a mitad de temporada iba a quedar libre.
En la operación habría intervenido un grupo inversor cercano a Adrián Rouco, representante de Ábila y también de Carlos Tevez. Después de la práctica de este martes el jugador se retiró del predio de Ezeiza sin hablar con los medios y mañana volvería para retirar sus pertenencias y saludar a sus ahora excompañeros.
Este mediodía se reunieron en las oficinas del estadio de Boca Mario Sciaqua, secretario deportivo de Colón; los abogados de los dos clubes e integrantes del consejo de fútbol del Xeneize para terminar de arreglar la llegada de Wanchope a Santa Fe.
Por un malentendido, la gente de Colón, que se alojó en un hotel a pocos minutos de la Bombonera, primero fue hasta el predio de Ezeiza para finiquitar la operación y de allí debió volver al estadio.
El conflicto entre el club de la Ribera y Ábila empezó a resolverse anoche cuando Colón mejoró la propuesta inicial por el delantero, de 32 años, en una reunión en una casa de la zona norte del Gran Buenos Aires a la que acudieron el presidente de los santafesinos, José Vignatti; Sciacqua y el vice de Boca, Juan Román Riquelme, junto a uno de los integrantes del departamento de fútbol.
La mala relación de Wanchope y la dirigencia Auriazul venía de lejos y explotó el viernes, cuando en un parte médico se informó que el jugador tenía una "lesión grado 1 en el recto anterior de pierna derecha", lo que provocó que el futbolista saliera con los "tapones de punta" en su instagram contra Riquelme y compañía.
"Desde el 3 de enero que empecé a entrenar estoy esperando que alguien me informe de mi situación, y como nadie del consejo de fútbol se comunicó conmigo ni con mi representante, sigo acá generándole un gasto innecesario (al club) y (tolerando) todas las cosas que dicen por atrás", escribió Ábila.
Y culminó con una frase amenazante: "Tienen hasta el miércoles para solucionar mi tema. Cualquier cosa estoy en el vestuario". Riquelme le contestó luego por TV: "No quiero opinar sobre redes sociales, no tengo pero me cuentan. Me enseñaron a opinar sólo de las cosas que hablo personalmente. El tema es fácil, tendrá que cumplir con sus obligaciones como lo hacemos nosotros y como lo hice yo cuando fui jugador".