La licenciada en Ciencia Política Graciela Mingo, exdirectora de Estadística y Censos de Entre Ríos y exrectora de la Universidad Autónoma de Entre Ríos (Uader), analizó en una entrevista con UNO TV los indicadores que muestran "algunas deficiencias bastante marcadas respecto de la situación tanto del mercado de trabajo como de la pobreza". Aseguró que hay datos de "la vida real" en Paraná y otros aglomerados urbanos, que evidencian una "gran pérdida de puestos de trabajo", principalmente a partir del cierre de comercios. De la misma manera, puso el foco en la creciente dificultad para cubrir la alimentación en amplios sectores de la población a partir del alza de la inflación. Mingo caracterizó al gobierno nacional como "un gobierno neoconservador", en el cual el "ajuste y los tarifazos son parte de las medidas que el pueblo siente". De todos modos, señaló que hay dos instituciones sociales que siguen vigentes que buscan el bienestar de la población: las paritarias y programas sociales como la Asignación Universal por Hijo, las cuales "tienen que ver más bien con la política anterior", en referencia a la etapa kirchnerista. Acerca de la pobreza, detalló que las últimas cifras del Indec son del segundo semestre de 2017, cuando había una mejora respecto de 2016, con un índice del 25,7%, y una baja de la indigencia. Respecto de la desocupación, dijo que de acuerdo al primer trimestre de 2018 está en el 9,2%, siendo un número que viene creciendo. "Para mirar la realidad actual, hay indicadores de la vida real tanto en Paraná como en otros aglomerados que muestran una gran pérdida de puestos de trabajo, principalmente a partir del comercio", destacó. "Cuando uno recorre las distintas calles de la ciudad y sobre todo la zona céntrica, puede apreciar la gran cantidad de cierres de negocios. Esto significa que tanto en desocupación como en pobreza, hay un corrimiento de sectores nuevos que se van a incorporar a esa masa crítica". A su juicio, los datos del segundo trimestre van a mostrar mucho más la incidencia de la baja de persianas.
"Hay nuevos sectores que pasan a la desocupación y la pobreza"
Graciela Mingo, exdirectora de Estadística y Censos de Entre Ríos, analizó los indicadores que muestran "algunas deficiencias bastante marcadas respecto a la situación tanto del mercado de trabajo como de la pobreza". Aseguró que hay datos de "la vida real" en Paraná y otros aglomerados urbanos, que evidencian una "gran pérdida de puestos de trabajo", principalmente a partir del cierre de comercios. De la misma manera, puso el foco en la creciente dificultad para cubrir la alimentación en amplios sectores de la población a partir del alza de la inflación.
29 de julio 2018 · 09:21hs
—De acuerdo a lo que indica la experiencia pasada, ¿hay una incidencia directa de la decisión de acudir al Fondo Monetario Internacional en esos indicadores?
—Sí, acá hay un quiebre fundamental que es esto de ir de nuevo al Fondo, por lo tanto, no solamente tenemos un dólar alto sino que las tarifas van a seguir aumentando. Hemos hecho un retroceso respecto de lo que veníamos teniendo, pero a su vez tenemos una tasa de crecimiento baja. La capacidad instalada en la industria en el primer trimestre bajó, aunque en muy pocos puntos, con relación a 2017. No tenemos una política de defensa de nuestra industria nacional, porque así como se abrieron las fronteras para los capitales financieros, también las importaciones no tienen algún tipo de freno para favorecer a nuestra industria. Esto repercute en la población, porque en el Índice de Precios al Consumidor, uno de los rubros que más ha aumentado es el de alimentos: casi un 12% desde fines del año pasado. Es mucho, porque los salarios no han aumentado. Además tenemos una gran masa de desposeídos; tampoco han aumentado las asignaciones universales por hijo. Con la reforma previsional bajó el aumento que se da a los jubilados. Cada vez menos gente llega para poder solventar sus comidas a fin de mes y eso trae aparejado que se vayan restringiendo otras necesidades. Por el contrario, un Estado intervencionista como el kirchnerismo, se permitía regular el mercado y por lo tanto había mayor capacidad de consumo.
—Hay un discurso instalado acerca de que antes se dibujaban los números y ahora hay una especie de sinceramiento.
—Es cierto que en un momento hubo cambios en la metodología en el índice de precios y eso favoreció algunos indicadores. Pero también es cierto que con este gobierno pasaron dos figuras técnicas importantes en el Indec que terminaron yéndose, Graciela Bevacqua y Cynthia Pok, que no acordaban con la metodología que se estaba aplicando. Entonces, hablar de que aquello era una tergiversación de los indicadores y ahora está todo muy bien... Las discusiones son muy sutiles y son de tipo metodológico. Quienes hacemos trabajos estadísticos y científicos sabemos que una pregunta o cualquier decisión que uno tome puede mejorar o desfavorecer un indicador. En general, siempre tenemos que procesar lo que las estadísticas oficiales nos ofrecen, hacer críticas, lógicamente. Yo no sé si están mejores o peores, cada una tiene metodologías diferentes.
—Una postal que se ve cada vez más frecuentemente en la ciudad es la gran cantidad de gente revisando la basura, buscando comida o algo para revender. ¿Este es un indicador que se condice con los indicadores científicos?
—Claro. El Observatorio de la Deuda Social, que está a cargo de Agustín Salvia, dice que un 62% de la pobreza es ocupado por niños, o sea que no están bien nutridos. Tenemos que ver qué grado de asistencia tienen en la escuela y si la alimentación que reciben allí al mediodía es la única que pueden obtener. Es cierto que cada vez se ve más gente en los contenedores y es cierto que también hay una contracción del consumo de la población, que ya no tira tanta comida. Y hace poquito me decía una persona que otro síntoma es la cantidad de perros abandonados que se pueden encontrar yendo a Colonia Avellaneda o a San Benito, cuyos propietarios ya no pueden seguir solventándolos. Además, el que tenía servicio doméstico lo deja de tener, o deja de contratar a un jardinero.
—Hay un discurso instalado acerca de que antes se dibujaban los números y ahora hay una especie de sinceramiento.
—Es cierto que en un momento hubo cambios en la metodología en el índice de precios y eso favoreció algunos indicadores. Pero también es cierto que con este gobierno pasaron dos figuras técnicas importantes en el Indec que terminaron yéndose, Graciela Bevacqua y Cynthia Pok, que no acordaban con la metodología que se estaba aplicando. Entonces, hablar de que aquello era una tergiversación de los indicadores y ahora está todo muy bien... Las discusiones son muy sutiles y son de tipo metodológico. Quienes hacemos trabajos estadísticos y científicos sabemos que una pregunta o cualquier decisión que uno tome puede mejorar o desfavorecer un indicador. En general, siempre tenemos que procesar lo que las estadísticas oficiales nos ofrecen, hacer críticas, lógicamente. Yo no sé si están mejores o peores, cada una tiene metodologías diferentes.