Desde el 2018, La Ventana Ediciones, sello editorial independiente de Paraná dirigido por Gretel Schroeder viene trabajando de forma sostenida en virtud de publicar libros, cuyo contenido sea de autores locales y de la región. En este sentido, La Ventana Ediciones ya tiene 5 títulos publicados, y actualmente avanza en tres proyectos. Uno de ellos es Cuadernos del tábano, literatura ilustrada de autores varios, en el cual trabajan Germán Yujnovsky y Natalia Hallam. En tanto que los otros dos son Quinta a fondo, poemario de Natalia Garay, y Querido Juan, narrativa epistolar de Verónica Mondesert.
Una ventana hacia los libros de autores locales y la región
Sobre esta labor ardua y pormenorizada, Gretel Schroeder detalló a Escenario cómo es el proceso de elaboración de sus libros, cuál es el criterio de publicación y las diferentes etapas que conlleva.
En principio, remarcó que para adentrarse en este mundo primeramente siguió los consejos y sugerencias de los responsables de Abrazo Ediciones, Maxi Sanguinetti y Fernanda Puglisi, principalmente sobre cómo cubrir los costos, las cantidad de ejemplares a imprimir, entre otras cuestiones.
Asimismo, Schroeder observó al momento de emprender su proyecto que hacían falta editoriales que publicaran autores locales. “En Paraná hay muy buen contenido y también escritores, dibujantes, fotógrafos y artistas”, precisó.
Este fue el puntapié de La Ventana Ediciones que a su vez aplica como criterio al momento de decidir si una obra puede o no trabajarse para su futura impresión.
“A partir del primer libro se van suscitando otros a medida que la Editorial se hace conocida, por lo que los autores me convocan, me muestran el material que tienen y analizamos si se puede hacer una publicación. Mi papel ahí es poder transformar esos textos o contenidos en un libro con todo lo que implica”, referenció.
La editora indicó que se trata de una labor colectiva y de generar una conexión con el autor.
Su trabajo puntualmente comprende tanto la corrección del material como la maquetación del interior del libro, mientras que los diseñadores, Natalia Hallam y Mariano Sanguinetti, son quienes hacen la tapa.
Schroeder en algunos casos acompaña en la escritura a los autores durante el proceso ya que a veces la obra no está cerrada.
Al respecto, mencionó que con dos de sus libros, Cowboys from Chajarí de Javier Solari y Lo que comen los erizos de Mara Rodríguez, que trabajó junto a los autores e intervino activamente en el proceso. “Me gusta trabajar con el autor y ver cosas que quizás esa persona no ve, ya sea una incoherencia en la historia. Por ejemplo, en el caso de los cuentos decidí el orden que lleva cada uno, por lo cual hay claramente una edición en el hecho de pensar cómo organizarlos” sostuvo la editora.
Debido a que la edición de un libro requiere de un largo y minucioso proceso, no es posible establecer plazos de tiempo aunque Schroeder trata de llevar un cronograma de trabajo. Quizás algunos proyectos pueden llevar más tiempo que otros, pero lo fundamental es no apurarse y realizar todas las correcciones necesarias para que no haya errores. “Yo le aclaro al autor que todo lleva su tiempo y no hay que apresurarse. Y debido a que todo lo que está impreso no se puede editar más, trato de tener mucho cuidado porque es lo que se merece ese autor”, dijo la responsable del sello editorial.
Con el propósito de ampliar el catálogo de obras, Schroeder afirmó: “La idea que tengo ahora y, a su vez, el desafío es generar colecciones para que el catálogo sea más rico y tengan relación unos libros con otros”.
Cabe señalar que el catalogo esta en librerías de Paraná. También se puede encargar libros por las redes sociales de La Ventana Ediciones y los envíos a domicilio son sin cargo en la zona céntrica de la ciudad.
Librería ambulante
Desde el año 2015, Schroeder tiene la Librería La Ventana, la cual se caracteriza por ser ambulante. Esto quiere decir que no se cuenta con un espacio físico sino que la gente le encarga los libros y ella los reparte. Asimismo, previo a la pandemia, participaba de las diferentes ferias de libros, los cuales son circuitos importantes para dicha industria
Tanto la librería como la editorial son actividades que se vinculan íntimamente y se retroalimentan.
Al respecto, la editora sostuvo: “Tanto con la Librería como con la Editorial formo parte de un colectivo de editores y libreros de la región que se llama Fluye, y antes de la pandemia teníamos una feria mensualmente. Y como se dejaron de realizar por el contexto sanitario, me armé un servicio de reparto”. En este sentido, las obras que mayormente se le solicitan son las vinculadas con el feminismo, mientras que también la Librería dispone de libros de narrativa.
Un aspecto negativo vinculado a la pandemia y la librería, “es el hecho de que no se realice la Feria Internacional del Libro en Buenos Aires, ya que en dicho evento las editoriales llevábamos nuestras obras”, finalizó Schroeder.