Un proyecto educativo que sea inclusivo por encima de cualquier propuesta pedagógica, quizás sea una quimera para algunos en tiempos donde prevalece el individualismo y un sesgo de estigmatización para aquellos que quieren tener una nueva oportunidad. En calle Casiano Calderón, casi llegando a Florencio Sánchez, se erige un edificio que se resiste al paso del tiempo entre manos laboriosas y saberes que se transmiten durante varias generaciones. En ese rincón del barrio San Agustín sigue latiendo la Escuela de Educación Técnica (EET) N° 4 Anexo Formación Profesional con su amplia propuesta de formación en oficios para jóvenes y adultos. Si bien las posibilidades educativas son diversas, una de las novedades es la inminente implementación de la nueva Educación Profesional Secundaria (EPS).
Una escuela de barrio que incluye y garantiza derechos
UNO/Juan Ignacio Pereira.
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La Escuela de Educación Técnica (EET) N° 4 Anexo Formación Profesional sigue latiendo con fuerza.
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La Escuela de Educación Técnica de Formación Profesional. Archivo.
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La Escuela de Educación Técnica (EET) N° 4 Anexo Formación Profesional sigue latiendo con fuerza.
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La Escuela de Educación Técnica (EET) N° 4 Anexo Formación Profesional sigue latiendo con fuerza.
Es un establecimiento modelo porque enseña (nivel Secundario) oficios con alta demanda en el mercado laboral. Se puede obtener el título nacional de técnico en Electricidad, cuyo cursado tiene siete años de duración. No es el único trayecto formativo que permite una salida laboral; en el caso de los adultos y en horario nocturno es posible estudiar Peluquería, Electricidad, Herrería, Carpintería, Corte y Confección, Carpintería, Gasista, entre otras especialidades. Está dirigido a mayores de 18 años o personas por debajo de esa edad que acrediten ser alumnos regulares en otras instituciones educativas.
La oferta abarca además el Ciclo Adolescentes con una orientación para jóvenes de entre 15 y 17 años que no están escolarizados. La normativa establece que deben cumplir una trayectoria de dos años y en ese período estudian entre tres y cuatro oficios, tales como Montador Electricista Domiciliario, Albañilería, Carpintería de Banco y Herrería. “Tienen un complemento áulico que luego se articula con una escuela secundaria de jóvenes y adultos, para darle la terminalidad a la Secundaria, obligatoria por ley”, precisó el jefe de sección de Formación Profesional, Raúl Piazza.
Por donde se mire hay movimiento, en los talleres que se activan bien temprano en espacios que a veces no son suficientes para cubrir tanta demanda. Se busca enseñar y aprender en las mejores condiciones: “Nosotros abrimos la escuela 6.30 y la cerramos a las 22.30”, cuenta a UNO el jefe general de Enseñanza Práctica, José Manchini.
En constante crecimiento
Después de gestionar nuevos espacios institucionales, la comunidad educativa logró que se construyera la obra del anexo, que se ubica frente a la sede de Casiano Calderón. Lo cierto es que se mantiene latente el sueño del edificio propio: “Hay un proyecto aprobado, que es lo que manejamos con relación a lo que nos dicen los directivos. Pero hasta ahora no ha salido”, explicó Manchini.
La actual matrícula expresa un constante crecimiento por lo menos desde 1998, asegura Piazza. Son 375 los alumnos de la escuela técnica, sumado a los 60 del Ciclo Adolescente y otros 70 que concurren al Ciclo de Formación para adultos en horario nocturno. En total una población de 505 estudiantes, sin contar que el cuerpo de docentes supera el centenar.
“Con la Secundaria Profesional se van a incorporar 15 estudiantes más”, planteó el docente.
Son desafíos que ponen a prueba la capacidad de respuesta tanto de directivos como de docentes, en pos de brindar una educación de calidad.
El barrio San Agustín y su expansión demográfica determinó nuevas necesidades de sus habitantes, de los viejos vecinos como de los nuevos habitantes que allí establecieron su hogar. La escuela se debió adaptar a esa transformación social porque en buena medida ello se tradujo en mayor demanda de formación. “Esta es una barriada, porque a la noche la gente está pidiendo para poder terminar la escuela. Es un barrio donde viven unas 70.000 personas”, consignó Manchini.
La diferencia con el resto de la oferta educativa de la zona radica en que es la única escuela técnica y de formación profesional gratuita. “En octubre ya vamos a visitar las escuelas primarias para que conozcan nuestra propuesta. Porque una vez que egresan pueden tener esta alternativa”, ilustró Manchini en otra intervención.
En este punto, Piazza hizo una necesaria aclaración: “Vamos a las escuelas primarias porque los chicos tienen una escolaridad convencional. Ellos se inscriben en la tecnicatura, que es el lugar que corresponde por su edad. En cambio la secundaria profesional está destinada a chicos de entre 15 y 18 años para reinsertarse dentro del sistema educativo, por estar fuera o por haber repetido y que por una cuestión de sobreedad no pueden permanecer en cualquier otra institución de cualquier modalidad”.
Los entrevistados se entusiasman cuando hablan de sus visitas a las escuelas de nivel Primario, porque es evidente el interés de los alumnos cuando se transmite la experiencia en los talleres o se muestran algunos de los trabajos prácticos. “Llevamos un banco o una parrilla, la conexión en un tablero, que realizan los chicos de 1º o de 2º año. Se enganchan porque pueden llegar a ver esos trabajos, ya que no puedo llevar un ventilador”, dijo entre risas Manchini.
Es una forma de visibilizar una institución con un gran potencial en lo educativo y mucho más en lo humano. Así se deja entrever en la dedicación diaria de los alumnos, que en su mayoría habitan en la República de San Agustín.
“Más allá de que son muchos los chicos de la zona los que se inscriben, otros son los que se inclinan por una escuela Secundaria orientada. Somos diferentes y tenemos una propuesta distinta, donde es característica la educación técnica profesional”, describió Piazza.
Acompañamiento
La trayectoria de los estudiantes está atravesada por problemáticas de diferente índole, una cuestión que se aborda en forma interdisciplinaria por el área de orientación y tutorías. “Esto de la virtualidad, en su momento, y luego de la pandemia conspiró contra estas cuestiones. También hay otras problemáticas que se deben abordar, la institución cuenta con un equipo de orientación y tutorías. Además del trabajo docente que en forma permanente está atento a si se producen inasistencias, se informa a la Jefatura de Talleres o a la Oficina Técnica. Tratamos de ir viendo lo que sucede con las problemáticas de distinta índole, ya sea a veces por necesidades económicas o por problemas familiares. Esto hace que los alumnos se vayan desconectando de la escuela, entonces tratamos de ir abordando esas temáticas con el propósito de que los alumnos permanezcan en la educación técnica”, reseñó Piazza.
Expresó que a veces no se logra encaminar ese proceso, por lo que “a estos chicos que tienen sobreedad por repitencia o por abandono se los incluye en el Ciclo Adolescente de dos años de duración que se articula con una Secundaria de adultos. La Escuela Secundaria Profesional nos va a permitir desarrollar el trayecto formativo y poder terminar la escuela Secundaria”.
En cuanto a la experiencia educativa de los adultos Manchini aportó que “es otra temática, porque es más serio, ellos vienen directamente de sus trabajos y a no perder tiempo. En la mayoría de los casos en algunos talleres ni recreo tienen porque entran a las 19 y se retiran a las 22.20 con tal de aprovechar el tiempo. Los trayectos son variados en cuanto a tiempo de cursado, porque pueden variar entre los cuatro meses y un año, o siete meses como el de Corte y Confección. Los trayectos tienen la característica de que se cumple una carga horaria y muchos de los títulos tienen validez nacional. En el caso de la especialidad de Gasista tenemos dos trayectos que permiten obtener matrícula profesional, lo cual no es menor. Así se puede ejercer la profesión”.
Una historia de 47 años al servicio de la educación
La institución comenzó sus actividades en 1969 como anexo de la Escuela Técnica N°1 Francisco Ramírez de Paraná, para la formación Profesional Acelerada de adultos. El 6 de agosto de 1975 el Consejo Nacional de Educación Técnica (Conet) creó el actual establecimiento denominado Escuela Técnica N° 4 Centro de Formación Profesional. En ese momento se implementó el Ciclo de Formación Profesional para adolescentes, de dos años de duración, donde se enseñaban oficios y un complemento áulico.
En 1981, el Conet decide modificar la nomenclatura, pasándose a llamar Centro de Formación Profesional N° 1 de Paraná. Así permanece hasta 2012, cuando se concreta el último cambio de denominación con el que se conoce actualmente: Escuela Técnica N° 4 Anexo Formación Profesional. “Los cambios de nomenclatura se deben a que en su momento estuvo bajo la órbita de la Nación, luego dependió de la Provincia y en su momento fue sólo una oferta de Formación Profesional. Luego se incorporó la Tecnicatura en Electricidad”, ilustró Piazza.
Una propuesta innovadora
La Educación Profesional Secundaria (EPS) es una nueva trayectoria formativa que integra la Formación Profesional y la formación general para cumplimentar la obligatoriedad del nivel y favorecer la continuidad educativa.
“Esta propuesta viene desde la Nación y se está implementando en forma paulatina en las provincias. Viene a dar respuesta a todos esos jóvenes de entre 15 y 18 años que han abandonado el sistema educativo, por haber repetido o por la pandemia, donde se intensificó mucho la cuestión del abandono escolar. En vez de introducirlo nuevamente en el sistema tradicional, en el cual estos chicos no han podido funcionar, se estableció una propuesta muy superadora porque no se ajusta a un calendario escolar”, detalló el docente.
Las autoridades de la EET N° 4 informan que se encuentran abiertas las inscripciones y que aquellos interesados pueden comunicarse al teléfono 0343 4270639 de 7 a 22. Piazza adelantó cómo se desarrollará la propuesta pedagógica a partir de los lineamientos que establece el convenio firmado con el Ministerio de Educación de la Nación a través del Instituto Nacional de Educación Tecnológica.
“Son grupos reducidos de 15 estudiantes, donde van a trabajar con un grupo de docentes, uno de ellos un instructor de la parte de técnica y cuatro docentes de las áreas Naturales y Sociales. Tiene la particularidad de una interdisciplinariedad constante, donde van a trabajar todos juntos y al mismo tiempo, es decir la teoría al servicio de la parte práctica (talleres). Esta es la novedad, se va a partir del saber hacer y desde ahí se van a integrar los saberes de cálculos, Matemáticas, de Sociales y de Naturales. Esto lo hace distintivo”, destacó acerca de esta modalidad que promete marcar un hito en la educación obligatoria.