La exposición ambiental del organismo a químicos presentes en plásticos, pesticidas e insecticidas perjudica la capacidad reproductiva, alertó la endocrinóloga Gabriela Brenta, con motivo del reciente informe de la ONU sobre salud y medio ambiente.
Fertilidad: La contaminación ambiental genera "tóxicos reproductivos"
Así se estableció en un informe de la ONU sobre salud y medio ambiente. Alertan por el crecimiento industrial sin control.
6 de abril 2019 · 17:05hs
"Debido a la contaminación del ambiente por el crecimiento industrial sin control, se expone el sistema endócrino a sustancias conocidas como disruptores químicos, que se mimetizan con hormonas de orden reproductivo y tiroideo y generan graves consecuencias que deben resolverse con urgencia", advirtió a Télam la médica a cargo del Servicio de Endocrinología y Referente de Tiroides del Sanatorio Otamendi.
Un interruptor o disruptor endócrino es una sustancia química, ajena al cuerpo humano o a la especie animal que afecta, capaz de alterar el equilibrio hormonal, es decir, de interrumpir algunos procesos fisiológicos controlados por hormonas.
Esos interruptores son sustancias contaminantes, que pueden alterar la fertilidad en humanos y provocar deformaciones como genitales ambiguos o testículos que no bajan al escroto.
El informe que presentó la semana pasada ONU Medio Ambiente, que fue elaborado durante los últimos cinco años por un equipo de 250 científicos y expertos de más de 70 países, advirtió que "si no se aumentan drásticamente las protecciones ambientales podrían producirse millones de muertes prematuras a mediados de siglo en ciudades y regiones de Asia, Medio Oriente y África".
El documento advierte sobre problemáticas como la resistencia antimicrobiana, que "se convertirá en una de las principales causas de muerte para 2050 debido a la contaminación de los cuerpos de agua dulce", y los interruptores endócrinos, que "afectarán la fertilidad masculina y femenina, así como el desarrollo neurológico infantil".
Control ginecológico
El control ginecológico es fundamental para la prevención de distintas patologías, en especial aquellas relacionadas con el cuello de útero. Es recomendable realizarlo una vez al año, e involucra el Papanicolau (PAP), la Colposcopía, y el Examen Mamario. Los dos primeros solo se pueden realizar luego de haber iniciado relaciones sexuales, y con ellos se buscan posibles lesiones, es decir, imágenes que si se las deja evolucionar puedan generar algún tipo de lesiones precancerosas asociadas al cáncer de cuello uterino. Estos procedimientos son básicamente preventivos.
La patología mamaria cobró mucha importancia. Por un lado, por avances en la imagenología, que permiten diagnosticar lesiones en estadios tempranos. Por el otro, la biología molecular también está cambiando, generando cánceres que aparecen a edades más tempranas y son más agresivos.